La ciudad de Miami, las más importante del estado de Florida, se está convirtiendo rápidamente en un baluarte de la música popular, y el reggae no es la excepción.
El resurgimiento de la música latina en Estados Unidos puso en el mapa a una ciudad con una enorme población de inmigrantes, pero por motivos totalmente distintos. Con residentes famosos como la cubana Gloria Estefan y el puertorriqueño Ricky Martin, los ejecutivos discográficos la invaden en busca de nuevos talentos.
Se puede afirmar que toda compañía discográfica importante tiene ahora una oficina en Miami. Varios sellos de reggae han llegado sin hacer mucho ruido a la ciudad, que tiene una numerosa comunidad jamaicana.
Esos sellos discográficos pertenecen a jamaicanos o tienen vínculos con la música reggae. Como sus contrapartes latinos, se muestran fascinados con la perspectiva de hacer música que se venderá a millones.
Discos Iman, Discos Shang y la organización Bad Boy del conjunto "Inner Circle" son algunas de las compañías más conocidas con lazos jamaicanos en el escenario de Miami, con otras en ascenso como Finatic y Discos Gator.
Según Suelan Wan, presidenta de Discos Iman en Coral Gables, la aparición de compañías interesadas en la música jamaicana es un signo de la época.
"Definitivamente, hay una tendencia de las Indias trasladándose al sur, porque Los Angeles y Nueva York ya están quemadas", apuntó. "Pronostico que Miami Beach se convertirá en el centro de entretenimiento de Estados Unidos".
Wan fundó Discos Iman en 1997 tras iniciarse en el negocio musical con Discos Tavdash, de Nueva York. Tras dejar Tadvash volvió a Miami, adonde había emigrado desde Kingston en 1977, y comenzó a formar Iman. El primer contrato de la compañía fue con el grupo de reggae Third World.
Iman lanzó "Generation Coming", el primer álbum de Third World en cuatro años. No obstante, debido a la incapacidad del reggae para atraer audiencias masivas, la compañía no se concentrará solo en ese tipo de música, señaló Wan.
"La música reggae está empantanada, los grandes aquí no quieren tocarla", dijo. "Por lo tanto, no nos limitaremos al reggae, haremos 'rhythm and blues' y algo de hip-hop", agregó.
Posiblemente, el sello más conocida de reggae en Miami sea Discos Shang, dirigido por Clinton 'El especialista' Dillon, un administrador con sabiduría callejera que ha tenido su cuota de éxito en el negocio musical.
Dillon fue el hombre detrás del doble premio Grammy de Shabba Ranks y el vocalista y disk jockey Patra a comienzos de los 90. En esa época, las actuaciones de Ranks eran distribuídas por Discos Epic.
Desde entonces, Dillon trasladó su sede de Nueva York a Miami, donde restructuró Shang. En la actualidad, su artista principal es el cantante Ky-mani, el hijo del legendario rey del reggae Bob Marley, cuyo esperado álbum "The Journey" será lanzado a fin de mes por la independiente Discos V2.
Los conocedores de música opinaron que si "The Journey" se vende tan bien como se espera, el reggae en Miami se encamina al éxito.
Una sensación similar flotaba en el aire a principios de los 90 cuando el álbum "Bad Boys" de Inner Circle vendió oro en 1992 y llegó a ganar el Grammy como la mejor compilación de reggae.
El álbum "Bad Boys" difundió el excelente tema homónimo así como "Sweat", ambos muy exitosos en Estados Unidos. Al parecer, el suceso de Inner Circle dará paso a una época más brillante para el reggae en Miami, que en forma consistente actuó de segundo violín en Nueva York a pesar de sus viejos lazos con la música.
Bob Marley tuvo una casa y pasó gran parte de sus últimos años en Miami. En efecto, allí escribió en colaboración uno de sus últimos temas exitosos, "Buffalo Soldier", con King Sporty, un cantante jamaicano que ha vivido en la ciudad desde los años 60.
A comienzos de los 70, Sporty trabajó con un conjunto ascendente, Sunshine Band, quien lograría fama al final de la década como KC and the Sunshine Band.
Los sucesos de KC y Sunshine Band, así como de otros nativos de Miami -Betty Wright y George McRae- introdujeron el sonido de la ciudad en Estados Unidos.
Todos fueron registrados por Discos TK, pero cuando la firma cayó, Miami fue nuevamente relegada al lugar donde convergen jubilados y gente de vacaciones. No fue hasta la aparición de Gloria Estefan a mediados de los 80 que la ciudad recuperó una vez más sus candilejas.
En gran parte debido a Gloria Estefan y su esposo Emilio, la música latina se precipitó en la corriente principal y provocó una oleada de intérpretes hispano-hablantes cuyos discos se venden por millones.
La música latina ha cobrado tal vigor en Miami que la organización MIDEM montó un espectáculo que ya lleva tres años.
La nueva ola del reggae espera tener un éxito similar. (FIN/IPS/tra-en/hc/cb/ego-mlm/cr/99