(Arte y Cultura) COSTA RICA: La vida de un escritor y ex presidiario

José León Sánchez sacudió la adormecida sociedad de Costa Rica hace 49 años, cuando se le acusó del robo de las joyas de la Virgen de los Angeles y del asesinato de un vigilante de la iglesia que guardaba ese tesoro.

Hoy, ese delincuente juvenil, convertido en reconocido escritor, estremece nuevamente a Costa Rica con la historia de su vida convertida en novela: "Cuando nos alcanza el ayer".

Sánchez, de 70 años, presentó el libro en San José, un testimonio personal en el que sostiene que fue erróneamente culpado por el asesinato del vigilante en el robo de las joyas, ocurrido en la Basílica de los Angeles, el símbolo religioso más importante para los católicos costarricenses.

Entre los títulos más conocidos del escritor, cuyos libros circulan en Viena, Madrid, Nueva York, Moscú, e incluso China, destacan "Tenochtitlán: la última batalla de los aztecas" y "La isla de los hombres solos".

Esta última novela, que fue llevada al cine en México y dio a Sánchez reconocimiento internacional, describe el sórdido mundo de los presos en la Isla de San Lucas, en el Pacífico costarricense, hoy convertida en parque nacional. En esta cárcel, cumplió parte de la condena de 45 años impuesta en 1950.

Su nueva obra, "Cuando nos alcanza el ayer", describe las situaciones personales de una vida que parece una novela.

El escritor pasó su niñez en un hospicio de huérfanos después de ser abandonado por su madre, una prostituta rural. De adolescente trabajó como reportero de radio y a los 20 años ya fue a parar a la cárcel, donde estudió derecho penal.

En una oportunidad le escribió una carta a Eva Perón y ella le envió de regalo una biblioteca especializada en derecho.

"Como decía William Faulkner, es una novela que me ha tocado en desgracia vivir y sufrir y vivir de nuevo", dijo Sánchez a IPS.

Doctor honoris causa de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y seleccionado en España por las universidades castellanas entre los mil escritores más destacados a partir de Miguel de Cervantes, Sánchez nació en un pueblo de indígenas huetares de Costa Rica.

Su mayor desgracia comenzó el 13 de mayo de 1950, cuando un grupo de hombres irrumpió en la basílica de los Angeles, en la ciudad de Cartago, donde asesinaron a uno de los guardianes y robaron las joyas de la Virgen, patrona de Costa Rica. Sánchez fue acusado del asalto.

"Fui sometido a crueles torturas de la policía y se me obligó a dar declaraciones sobre un crimen que yo no había cometido. Bajo tortura cualquier ser humano confiesa cualquier cosa que sus verdugos le pregunten", afirmó.

Calificado por la prensa costarricense como "el monstruo de la basílica", se inició un juicio en el que ningún abogado del país aceptó defenderlo. Fue condenado a 45 años de prisión y se le asignó un número que lo marcaría para siempre: era el preso 1.713.

"El escritor escribe porque el destino y el sufrimiento le atañen, porque todo lo que un día existió es presente y porque el presente contiene todo lo que vendrá; yo escribo para que las tinieblas cedan al destino y pesen menos sobre los hombres", declaró.

Mientras estaba en la cárcel, escribía a sus compañeros cartas para sus familiares y organizó el primer periódico costarricense hecho por presidiarios.

En 1962 ganó el Primer Premio Nacional en los Juegos Florales de Literatura en el área de cuento. Pero no logró permiso para asistir al acto en el Teatro Nacional de San José se entonó el himno de Costa Rica con su silla vacía.

Su nombre volvió a resonar en los años siguientes, cuando se anunciaron varios intentos de fuga y una tentativa de suicidio. En 1969, cuando faltaban sólo unos meses para que cumpliera 20 años de reclusión, el escritor recobró la libertad.

El presidente José Joaquín Trejos le otorgó la libertad en base al artículo 158 del Código Penal, según el cual un condenado a prisión podía ser liberado cuando al aplicarse una sentencia hubiera existido "error evidente en la aplicación de la ley".

"Recobré la libertad en 1969 pero los tribunales no declararon mi inocencia (…) y cuando la gente me miraba, decía: 'Mirad a ése, es el que se robó la Virgen de los 5ngeles y ahora es un escritor de fama internacional", narra en su libro.

Fue por eso que el escritor presentó un recurso de revisión de su caso y el 24 de julio de 1998 la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Costa Rica declaró que en su juicio se habían dado claras anomalías al debido proceso.

En esa ocasión, el fiscal Gerardo Pacheco dijo: "Si para ese momento José León Sánchez era un monstruo, considero que fue más monstruoso el que fuera condenado sin haber tenido la oportunidad de ser asistido por un defensor".

Esto fue lo que lo motivó a escribir "Cuando nos alcanza el ayer", una novela de 265 páginas publicada por la Editorial Grijalbo-Mondadori.

"Si algún día recibo una reparación económica por el crimen al que fui sometido, dedicaré íntegro ese dinero a una fundación: El Ser Humano Inocente", dijo Sánchez.

"Además, esos recursos se usarían para apoyar el estudio sobre el derecho penitenciario y dar becas a personas que se dediquen al estudio del derecho penal", dijo el escritor, quien está escribiendo un nuevo libro sobre la novelesca vida del músico mexicano Agustín Lara. (FIN/IPS/nms/ag/cr/99

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