La imagen del ex presidente argentino Raúl Alfonsín mejoró mucho en las encuestas, y los analistas creen que esto no se debe sólo al accidente que sufrió en junio y puso en peligro su vida, sino también a la revalorización de la honestidad por parte de los ciudadanos.
Según el informe de agosto de la encuestadora Graciela Romer y Asociados, la imagen de Alfonsín mostró una "notable" mejoría, y el ex presidente, que durante ocho años no había recibido más de 20 por ciento de aprobación entre los consultados, llegó a 51 por ciento.
La encuesta mostró altos niveles de aprobación al ex mandatario con independencia de las preferencias políticas de los entrevistados, de sus niveles de instrucción y de su situación social y económica.
Romer, una socióloga, opinó que el fenómeno va más allá de lo que en la política británica y estadounidense se conoce como el "voto simpatía", tras hechos como el accidente automovilístico sufrido por el ex presidente, y señaló que las opiniones positivas sobre Alfonsín venían creciendo en forma gradual desde noviembre de 1997.
"La tendencia al alza era previa al accidente, y éste la profundizó", indicó la socióloga.
El ex mandatario fue hasta hace pocos años presidente de la Unión Cívica Radical (UCR), una agrupación centenaria que nació como un partido de clase media.
Alfonsín ganó las elecciones de 1983, tras siete años de dictadura militar, y gobernó hasta 1989, cuando debió abandonar el cargo seis meses antes del término de su mandato, en medio de un caos de hiperinflación y saqueos de supermercados.
Durante la dictadura había sido abogado de organizaciones defensoras de los derechos humanos, y una de sus primeras decisiones de gobierno fue la de juzgar a los ex comandantes del régimen, pero luego dos sublevaciones militares lo obligaron a retroceder, con leyes de amnistía, al final de su gestión.
La crisis económica y el manejo de los conflictos con los militares erosionaron la popularidad del presidente, que había sido muy alta en los primeros años de su gestión, y el apoyo a la UCR. El Partido Justicialista (PJ) ganó las elecciones de 1989 con la candidatura de Carlos Menem, reelegido en 1995.
Para tratar de frenar una sangría de votos que se acentuaba con la consolidación del liderazgo de Menem, la UCR se asoció en 1997 con el centroizquierdista Frente País Solidario para conformar la Alianza.
La Alianza es actualmente favorita para las elecciones presidenciales del 24 de octubre, y su candidato es Fernando de la Rúa, alcalde de Buenos Aires e integrante de la UCR. Alfonsín no se postula a ningún cargo, pero el accidente de junio lo encontró en plena campaña por los pueblos del interior del país.
El ex presidente, de 72 años, salió despedido de una camioneta que resbaló en el hielo en la provincia meridional de Río Negro, y la fractura de varias costillas le causó importantes dificultades para respirar, poniéndolo al borde de la muerte.
Tras un período prolongado en terapia intensiva, con asistencia mecánica para respirar mediante una traqueotomía, fue dado de alta hace una semana y ya está en su casa, preparándose para volver a la política partidaria en septiembre.
Romer afirmó que la mejoría que se venía registrando en la opinión sobre Alfonsín, aun antes de que se produjera el accidente, se asocia con su imagen de honestidad, y con un discurso que "sintoniza muy bien con los reclamos de la sociedad en relación con la pobreza, el desempleo y la desigualdad".
Las frecuentes denuncias de corrupción contra el gobierno de Menem, que han sido casi un signo característico de sus 10 años de gestión, hicieron que se le asignara mayor importancia a las cualidades morales de los políticos.
En otro estudio de la consultora de Romer, realizado en mayo, la honestidad fue la principal cualidad destacada por los encuestados (68 por ciento) entre las que consideraban que debería poseer un candidato a presidente en los próximos comicios.
La capacidad de resolver problemas específicos como el desempleo, que es hoy la principal preocupación de los argentinos, se ubicó en segundo lugar, con 63 por ciento.
Entre los simpatizantes De la Rúa, la honestidad fue señalada como la cualidad más importante por 73 por ciento, y 58 por ciento destacó la capacidad de crear empleo.
Quienes preferían la candidatura del gobernador de la provincia de Buenos Aires, Eduardo Duhalde, del Partido Justicialista, jerarquizaron la capacidad de crear empleo, que fue señalada por 69 por ciento, y la honestidad recibió la preferencia de 62 por ciento.
En Argentina, los accidentes, enfermedades y otros hechos desgraciados parecen contribuir a la mejoría de la imagen de los políticos.
En 1994, Menem debió ser operado en forma imprevista por una obstrucción de arteria carótida, y su internación en un hospital se acompañó de la consolidación del apoyo al presidente, quien recibió además impensados reconocimientos de sus adversarios políticos.
Poco después de aquella operación, Menem logró que se aprobara una reforma de la Constitución que le permitió postularse para un segundo período de gobierno.
Algunos analistas políticos interpretaron que la muerte del hijo del presidente, en un presunto accidente de helicóptero, influyó luego para que aumentara el apoyo a su reelección.
El accidente sufrido por Alfonsín, y su lucha contra la muerte durante más de un mes, generaron un clima de respeto, reconocimiento, gratitud y admiración hacia él.
Un grupo de militantes de la UCR mantuvo una vigilia frente al hospital en que estuvo internado, y el ex mandatario les agradeció cuando fue dado de alta, asomándose a un balcón para saludarlos con las manos apretadas sobre el hombro izquierdo, en el gesto típico de su exitosa campaña de 1983.
El diputado Jesús Rodriguez, de la UCR, interpretó los datos del estudio de Romer como una demostración de que existe en la sociedad una "revalorización de la acción política honesta, antes que una adhesión de naturaleza ideológica hacia él o su partido".
"La sociedad está harta de ver a la política vinculada al espectáculo, la frivolidad o la ostentación ofensiva, y en este sentido, demanda políticos austeros y honestos como Alfonsín, que salió de la Casa de Gobierno más pobre de lo que ingresó", opinó Rodríguez.
Esto podría servir de apoyo adicional a De la Rúa, quien visitó a Alfonsín en su casa el lunes y aceptó su oferta de colaborar en la campaña desde el lugar que el candidato le asigne.
Muy distinto es lo que ocurre en el oficialismo, ya que las preferencias por Duhalde muestran una creciente caída en las encuestas, tras meses de disputas entre el candidato y Menem, quien deseaba ser candidato por tercera vez.
El presidente está enfrentado con Duhalde por el liderazgo del Partido Justicialista, y rechaza sus críticas a la gestión económica del actual gobierno.
Esas críticas parecen, sin embargo, inevitables para un candidato oficialista que rema contra la corriente de la peor recesión en 10 años y el desempleo en aumento.
En este contexto, el apoyo de Menem a Duhalde, que recién se hizo publico el lunes, resulta para el candidato un salvavidas de plomo, mientras el apoyo de Alfonsín a De la Rúa podría consolidarlo definitivamente como favorito. (FIN/IPS/mv/mp/ip/99)