Los países que pugnan por un comercio agrícola sin subsidios se reunirán el fin de semana en la capital argentina para pedir que la agricultura sea tema central de la próxima ronda de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Ministros y secretarios de Agricultura del Grupo Cairns – integrado por 15 países que buscan remover los subsidios- fijarán asi una posición común frente a la llamada Ronda del Milenio de la OMC, cuyo comienzo será decidido el 30 de noviembre en Seattle, Estados Unidos.
Como invitado especial a esta última reunión de Cairns previa a la ronda multilateral participará el secretario de Agricultura de Estados Unidos, Dan Glickman. Su país no pertenece al grupo, pero se considera que puede ser un aliado en la negociación agrícola.
El Grupo Cairns se formó en 1986 para establecer una estrategia común contra los subsidios agrícolas de Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y Japón, que hasta aquel momento se negaban siquiera a incluir la agricultura en la agenda de las negociaciones multilaterales de comercio.
Dos años después de su creación, el grupo demostró su influencia en la discusión global cuando cinco miembros sudamericanos bloquearon durante cuatro meses la posibilidad de consenso, hasta lograr en la Ronda Uruguay la determinación de objetivos concretos de liberalización del comercio agrícola.
Los países miembros de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) gastan hoy en conjunto 362.000 millones de dólares al año en subvenciones a la agricultura, de los cuales 55.000 millones corresponden a Japón, 100.000 millones a Estados Unidos y 142.000 millones la UE.
El Grupo Cairns está integrado por Argentina, Australia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Fiji, Filipinas, Indonesia, Malasia, Nueva Zelanda, Paraguay, Sudáfrica, Tailandia y Uruguay. No obstante los objetivos comunes de liberalización, entre ellos hay diferencias.
El documento que se emitirá en Buenos Aires el domingo no contemplará los matices entre posiciones de uno y otro país miembro, sino un informe "breve, pero muy claro y muy fuerte", adelantó esta semana un representante de Argentina.
El total de paises Cairns representa casi 25 por ciento del comercio agrícola mundial. Si se le suma Estados Unidos (13 por ciento), cuyas posiciones son a veces coincidentes con las del grupo, se trata de 38 por ciento del comercio mundial.
El secretario de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería argentina, Jorge Campbell, admitió que las posiciones de los países de Cairns no son 100 por ciento coincidentes, pero puntualizó que la idea es explotar los puntos de acuerdo para el interés común.
En este sentido, los países coinciden en que la agrícultura debe ser tema central de la nueva ronda de comercio, que los objetivos de liberalización ya comprometidos no se están cumpliendo, y que el Grupo de Cairns debe insistir fuertemente en la liberalización.
Básicamente reclaman el acceso libre a los mercados, el fin de los subsidios a la exportación -que desplaza a los productores eficientes de los mercados protegidos e induce a la baja a los precios mundiales- y la eliminación de la ayuda interna directa a los productores.
Campbell sostuvo que el mayor daño para la agricultura de países eficientes se debe a la ayuda interna, pero admitió que será más fácil conseguir una reducción de los subsidios a la exportación. De todos modos, aclaró que "este es momento de fijar posición, no de negociar".
El funcionario argentino manifestó dudas respecto de que la Ronda del Milenio comience efectivamente en noviembre, debido a la falta de definiciones y de consenso sobre las características que debería tener la negociación multilateral.
Sectores privados y oficiales de Argentina -que es considerado el país "más duro" de Cairns, según Campbell- elaboraron un documento para la reunión, en el que opinan que la Ronda del Milenio debe ser breve -no más de tres años- y que la agricultura debe ser el tema central de discusión.
Los mismos sectores coincidieron en el principio negociador de que nada sea acordado hasta que "todo" sea convenido -para asegurar que la negociación por la agricultura no quede cautiva- y rechazan la idea de Estados Unidos de obtener una cosecha temprana. Es decir, beneficios concretos de la primera etapa de la ronda.
"La agricultura debe dejar de ser el 'apartheid' del comercio", advirtió Campbell, y dijo que la UE poco cumplió en materia de compromisos de rebaja de subsidios, un hecho especialmente perjudicial para los otros exportadores a partir de la caída hace dos años de los precios agrícolas.
Respecto de Estados Unidos, el funcionario señaló que contribuye a distorsionar los precios, pero puede ser un aliado frente a la dura posición de la UE. De ahí que Glickam disertará el sábado en la reunión de Buenos Aires, aunque no participará de la elaboración del documento final, ni lo suscribirá.
"Vamos a buscar definiciones de Estados Unidos, necesitamos que diga en qué medida está comprometido con Cairns, si puede haber coincidencias en la eliminación de subsidios a las exportaciones y ver cuál será su posición ante la ronda de la OMC", declaró Campbell.
Bolivia, Costa Rica y Guatemala intentarán ingresar al grupo en la reunión de Buenos Aires. Campbell señaló que, a mayor cantidad de miembros, mayor representatividad, pero también menor posibilidad de alcanzar consenso sobre los temas en discusión.
Por último, sostuvo que los participantes manifestarán su rechazo a las teorías en boga en la UE acerca del multifuncionalismo de la agricultura, que defiende el derecho al paisaje rural, a la conservación del ambiente y al pleno empleo como justificación de los subsidios.
"No vamos a aceptar esos inventos teóricos, porque este no es un debate intelectual sobre quién tiene razón, sino un ejercicio de poder para defender cada uno los intereses de su país", reconoció el funcionario en vísperas de la XIX reunión ministerial del grupo Cairns. (FIN/IPS/mv/ff/dv if/99