YUGOSLAVIA: Cuatro gobiernos y seis ejércitos en Kosovo

El acuerdo que puso fin a los ataques aéreos de la OTAN contra Yugoslavia respeta en teoría la soberanía de Serbia en Kosovo, pero en la práctica la provincia se rige por cuatro gobiernos y seis ejércitos extranjeros, observaron analistas de Belgrado.

"Lo que tenemos en Kosovo es algo nuevo, en lo que respecta al derecho internacional", comentó a IPS Stevan Lilic, profesor en la materia.

Kosovo es una provincia austral de Serbia, que a su vez es, junto con Montenegro, una de las dos repúblicas de la República Federal de Yugoslavia.

Aunque existen documentos, acuerdos y resoluciones de la Organización de las Naciones Unidas que respetan la soberanía serbia, el gobierno de Kosovo en "la práctica se asemeja a un tipo específico de administración militar (de la OTAN), bajo la bandera oficial de la ONU", indicó Lilic.

"Aún no sabemos qué leyes -serbias, yugoslavas o internacionales- se aplicarán para gobernar la provincia una vez que se establezca el gobierno civil en Kosovo. Temo que habrán muchos fenómenos jurídicos sin precedentes", agregó.

Después de 11 semanas de ataques aéreos de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) y de la presión política ejercida por Rusia y otras potencias industriales, Yugoslavia aceptó en junio un plan internacional de paz que mantuvo intactas las fronteras del país.

Pero un mes después, en Kosovo no se encuentran soldados, policías, empleados públicos, médicos, jueces ni ingenieros serbios. La provincia está ocupada por tropas extranjeras y ex refugiados albanokosovares que lanzaron una guerra de hecho contra la población serbia.

A los conductores que ingresen a Kosovo desde el resto de Serbia se les advierte que retiren sus placas de matrículas serbias.

"Los automóviles de Kosovo tienen matrículas de otros estados, como Albania, Macedonia, Croacia, Gran Bretaña, pero las de Serbia no son bienvenidas", dijo una funcionaria de una organización humanitaria que estuvo en Pristina, la capital kosovar.

"KFOR (la fuerza militar de la OTAN apoyada por la ONU) tolera la situación", agregó.

En la frontera con Macedonia, periodistas y otros visitantes son recibidos por efectivos del separatista Ejército de Liberación de Kosovo (UCK) con mapas donde las fronteras de la región fueron modificadas para formar una entidad que recuerda a una "Gran Albania".

Este nuevo país incluye a Albania, Kosovo, partes de Macedonia y del resto de Serbia, así como Podgorica, la capital de Montenegro.

Para agravar la confusión, pueblos de Kosovo como Pec, Uroseva y Vucitrn fueron bautizados con los nombres albaneses de Peja, Skenderaj y Vustri.

La resolución que el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó para Kosovo autoriza al secretario general Kofi Annan a establecer una administración internacional interina, con la cual el pueblo kosovar conseguirá gran autonomía dentro de la República Federal de Yugoslavia.

Esa administración interina debería supervisar el desarrollo de instituciones democráticas de autogobierno que garanticen condiciones de vida pacíficas para todos los habitantes de Kosovo.

Pero como suele suceder, la realidad es distinta a la teoría, ya que ahora hay cuatro sistemas de gobierno en Kosovo.

Frente a la administración provisoria de la ONU, dirigida por Sergio Vieira de Mello, quien pronto será sustituido por el francés Bernard Kouchner, el UCK creó su propio "gobierno", encabezado por su líder, Hasim Taqui, cuyos hombres asumieron el papel de "policía".

Paralelo al de Taqi están los "gobiernos" de Bujar Bukosi, el "primer ministro" del gobierno kosovar en el exilio, y una administración interina de albanokosovares fijada por Belgrado antes de la guerra.

"A los ojos de los albanokosovares, los 10 años de represión de Belgrado son la excusa para todo lo que se está haciendo en la provincia. KFOR y la OTAN son vistos como liberadores. Las instituciones existentes están para ser tomadas", opinó Nenad Stefanovic, analista de Belgrado.

Los albanokosovares que volvieron a Kosovo ahora controlan casi todas las empresas, fábricas, minas, hospitales, clínicas de salud, hoteles y emisoras de radio del Estado, que eran administrados por los serbios desde 1989, cuando Belgrado anuló la autonomía de la que gozaban los albaneses.

Los albaneses también se están apropiando de comercios, casas y propiedades privadas abandonas por los serbios que huyeron de la provincia.

La única compañía serbia que funciona en Kosovo es Mobtel, un sistema telefónico móvil con sede en Belgrado, protegida por KFOR.

"Es estratégicamente importante para nosotros. Más de 6.000 funcionarios de la ONU y efectivos de KFOR utilizan los teléfonos móviles como único medio de comunicación", reconoció un oficial de la fuerza internacional.

"Las cosas están un poco complicadas. Nosotros sólo intentamos aclararlas y hacer que funcionen algunas instituciones, como los tribunales, por ejemplo", señaló Hans Joerg Strohmayer, asesor jurídico de la aministración civil de la ONU.

"La existencia misma de la población de Kosovo es lo primero que se debería proteger, después vendrá lo demás", dijo Strohmayer a la prensa.

La base para el funcionamiento jurídico son las leyes federales yugoslavas, excepto en los casos en que contradigan o se opongan al derecho internacional o las normas de derechos humanos, explicó.

La seguridad de la provincia está en manos de los más de 30.000 efectivos de KFOR, cuyo comando ocupa el edificio del ejército yugoslavo en Pristina.

También hay 400 policías internacionales, los primeros de los más de 3.000 uniformados que patrullarán la provincia. Esto es objetado por el UCK, que pretende que sus combatientes se conviertan en la policía de Kosovo.

KFOR dividió la provincia en cinco zonas bajo control de los soldados de Alemania, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña e Italia. Las fuerzas rusas, que llegan lentamente a la zona, no tienen un área propia.

Los incidentes de violencia son menos ahora que hace un mes, aseguraron efectivos de KFOR.

Pero la razón radica en que, según las últimas estadísticas del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, más de 136.000 serbios abandonaron Kosovo desde el 13 de junio, y sólo permanecerían unos 30.000.

Mientras, 639.000 albanokosovares que se refugiaron durante la guerra han vuelto de Albania, Macedonia y de Montenegro.

La semana pasada, el canciller yugoslavo Zivadin Jovanovic envió una carta a Annan, solicitando su intervención para que se apliquen las resoluciones del Consejo de Seguridad con respecto de Kosovo.

"La propiedad privada y estatal en la provincia de Kosovo está siendo usurpada…todas las instituciones están siendo ocupadas al azar… las fronteras con Albania y Macedonia no tienen control alguno", afirmó Jovanovic.

Informes que llegan a Belgrado aseguran que miles de albaneses de Albania ingresaron a Kosovo y toman parte en el saqueo y la expulsión de serbios y gitanos. (FIN/IPS/tra-en/vpz/ak/aq/ip/99

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