La ministra de Hacienda de Venezuela, Maritza Izaguirre, abandonó hoy su cargo y abrió una interrogante sobre la futura estrategia económica en momentos en que este país atraviesa una fuerte crisis.
El presidente Hugo Chávez confirmó la salida de Izaguirre y anunció que el sustituto será el hasta ahora viceministro José Rojas, quien deberá lidiar, entre otras cosas, con un déficit fiscal de unos 8.000 millones de dólares.
Izaguirre, quien retorna al cargo que antes ocupaba en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), desmintió en reiteradas ocasiones constantes versiones sobre su partida.
En una de sus últimas declaraciones a medios locales, advirtió que Venezuela "necesita en el futuro un equipo más coherente y consistente con las realidades del país".
El gobierno de Chávez ha sido blanco de críticas de empresarios y economistas, quienes consideran que su gestión se concentra en lo político y no presta la debida atención a la búsqueda de soluciones para la crisis.
Uno de los argumentos de los críticos es que el mandatario no parece urgido por dictar medidas extraordinarias en materia económica y financiera, a pesar de que una ley aprobada el 26 de abril lo autoriza a ello.
"La banca tiene confianza en el país, pero quisiera ver que en paralelo a la transformación política haya una transformación económica", planteó esta semana el presidente del Banco de Venezuela, Michel Goguikian.
Chávez, un teniente coronel retirado que asumió el poder en febrero tras una clara victoria en las elecciones de diciembre, le pidió a Izaguirre que se mantuviera al frente del ministerio de Hacienda, que desempeñaba desde junio de 1998, cuando Rafael Caldera presidía este país.
La permanencia de la ministra en su puesto permitió al nuevo gobierno transmitir una imagen de continuidad, y al mismo tiempo le permitió contar con una experta reconocida en finanzas internacionales.
Una de las tareas fundamentales asumidas por Izaguirre fue el lanzamiento de un proyecto para conseguir financiamiento que permitiera afrontar pagos de la deuda externa y contar con recursos para inversión en áreas prioritarias.
La deuda externa venezolana suma unos 24.000 millones de dólares, y este año deberían desembolsarse 4.700 millones de dólares para cumplir con esas obligaciones, según cifras entregadas este mes por la ministra saliente.
El programa de financiamiento vigente en este momento contempla la llegada de recursos por 4.300 millones de dólares, procedentes de organismos multilaterales y de otras operaciones de endeudamiento externo.
A fines de mayo, Izaguirre había comentado a IPS que Venezuela tenía 35 ofertas diferentes para obtener recursos en el extranjero. "Nos ofrecen de todo", aseguró. (FIN/IPS/lc/mj/if/99