El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, desafió hoy al Congreso, indignado por las objeciones a su lista de ascensos militares, y afirmó que al Poder Legislativo "le quedan pocos días".
Chávez, en un discurso en una guarnición militar, pidió a la Asamblea Constituyente a elegirse el 25 de este mes, que "tan pronto se instale, en agosto, en nombre del pueblo de Venezuela disuelva el Congreso".
El presidente venezolano rechazó un informe de la comisión de Defensa del Senado que negó 34 de los 267 ascensos militares de alto rango propuestos, una situación que avivó los antagonismos entre los poderes Ejecutivo y Legislativo.
La Cámara de Senadores conoció y aprobó el informe de esa comisión este jueves.
"¿Quién es el Congreso para decirme a mí lo que yo puedo hacer como comandante en jefe?", dijo Chávez al advertir que pese a las objeciones del parlamento "todos ascenderán".
"Ha llegado un soldado aquí, con la bandera en alto", agregó el mandatario, un teniente coronel que lideró un fallido golpe de Estado en 1992 y que, ya retirado, logró una clara victoria en las elecciones presidenciales de 1998.
La principal promesa de su campaña electoral fue la convocatoria a la Asamblea Constituyente, cuya principal misión es redactar una nueva Constitución antes de marzo del 2000.
El tema de los ascensos, que tradicionalmente se completan cada año el 5 de julio, aniversario de la independencia del país, estalló en medio de un debate sobre el creciente peso del componente militar.
Más de un centenar de comisarios de la policía judicial amenazaron con renunciar si la próxima semana se concreta el anuncio de colocar a un general como viceministro de Justicia.
Chávez, quien en ocasiones utiliza su uniforme para actos públicos, ha nombrado a numerosos militares en cargos públicos antes ocupados por civiles.
La lista de ascensos presentada es la más abultada de los últimos 10 años, pero el presidente dijo este jueves que estudia incorporar aún más nombres a último minuto.
Miembros de la comisión de Defensa y analistas políticos destacaron que se corre el peligro de tener más oficiales de alto rango que vacantes disponibles.
Sin embargo, la confrontación estalló cuando la comisión senaturial objetó a los 34 oficiales, arguyendo que su inclusión en la lista chocaba con disposiciones legales sobre requisitos mínimos para ser promocionados y, además, había caducado el tiempo previsto para ascender.
El tema fue objeto de un acalorado debate este jueves en el Senado, reunido para considerar si endosa o no el informe de la comisión, cuando faltan apenas cuatro días para la fecha de los ascensos.
Los partidarios de Chávez consideraron que el rechazo a las promociones era una injusticia para los 34 oficiales, e hicieron un llamado a no adoptar decisiones con el solo propósito de enfrentarse al Poder Ejecutivo.
Los discursos estuvieron matizados por llamados a la conciliación y por advertencias en torno a las consecuencias que tendría una confrontación de poderes. "Lo que está en juego es la paz del país", dijo el senador opositor Augusto Ortega.
Finalmente la mayoría en el Senado aprobó el informe que objeta a los 34 oficiales. Si el presidente los asciende, se producirá un desafío inédito al Poder Legislativo.
Chávez, por su parte, reiteró hoy sus críticas a la clase política tradicional que predominó los últimos 40 años, calificando a sus miembros de bandidos, ladrones y corruptos.
"Tendrán que pasar sobre mi cadáver para seguir gobernando en Venezuela", dijo el mandatario, quien con un marcado tono militar agregó que "en esta guerra no pido cuartel, pero tampoco doy cuartel". (FIN/IPS/lc/dm/ip la/99