El referéndum sobre la autodeterminación de Timor Oriental se aplazó hasta el 30 de agosto para permitir el registro de mayor número de votantes, anunció la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Es la segunda vez que se retrasa la votación desde que Indonesia, que invadió Timor Oriental en 1975 y lo anexó en 1976, y Portugal, antigua potencia colonial del territorio, acordaron en mayo que los timorenses podrían decidir su estatuto futuro. La fecha inicial era el 8 de agosto.
El nuevo retraso, anunciado el miércoles, se decidió poco después de que el secretario general de la ONU, Kofi Annan, indicara que la votación se realizaría el 21 o 22 de agosto a fin de que los militares de Indonesia tuvieran más tiempo para organizarse y garantizar un clima de seguridad a los timorenses.
El portavoz de la ONU Manoel de Almeida e Silva aseguró que no se volverá a aplazar la fecha en la cual 800.000 timorenses tendrán la oportunidad de decidir entre la independencia o la autonomía bajo el gobierno indonesio para su territorio.
"Esa fecha es fija", afirmó Almeida e Silva respecto del 30 de agosto.
El anuncio del referéndum provocó una ola de violencia de milicias favorables a Indonesia contra independentistas de Timor Oriental.
El ejército de Indonesia se instaló en Timor Oriental en 1975, y se sabe que los soldados tienen vinculaciones con varios grupos guerrilleros.
Annan señaló el martes que el presidente de Indonesia, Bacharuddin Jusuf Habibie, advirtió que "las condiciones de seguridad aún son inadecuadas", a pesar de que las fuerzas indonesias se mostraron más colaboradoras con la Misión de la ONU en Timor Oriental (UNAMET).
"Grupos de milicianos armados siguen intimidando (a los pobladores) sobre todo en los distritos del oeste de Timor Oriental. Una de las consecuencias graves de esta situación es que decenas de miles de desplazados internos no pueden volver a sus hogares de manera segura", escribió Annan.
La ONU también tuvo problemas logísticos para registrar a los desplazados internos, sobre todo en distritos como Coalima, Bobonaro y Liquica, donde los campamentos de desplazados son controlados por las milicias favorables a Indonesia.
Las condiciones de vida en los campamentos son muy difíciles. Varios desplazados tienen malaria, tuberculosis, problemas estomacales y muchos están desnutridos, declaró el portavoz de UNAMET, Hiro Ueki.
UNAMET no pudo registrar todavía a 2.200 posibles electores en Falauran, una localidad de Liquica, y Ueki sostuvo que la situación de ese lugar es "muy grave". Más de 100 desplazados murieron, desde enero, a causa de la desnutrición y otras enfermedades, señaló.
UNAMET calcula que hay entre 50.000 y 60.000 desplazados internos que viven en campamentos en Timor Oriental, y muchos aún no fueron registrados, observó Ueki.
Cerca de 240.000 timorenses fueron registrados desde que comenzó el procedimiento, el día 16, anunció Annan. Ese número representa cerca de la mitad de la población en edad de votar, según cálculos de la ONU.
"La gente de Timor Oriental muestra que está decidida a participar en la consulta popular, a pesar de las continuas intimidaciones", comentó Annan en una carta a Habibie.
Pero funcionarios de la ONU dudan de que todos los desplazados internos puedan ser registrados en el corto período de tiempo restante antes del inicio de la campaña.
Por lo tanto, esos funcionarios se preguntan si será posible pedir otro retraso, o, en su defecto, si UNAMET puede aceptar que existan "lagunas" en el registro de votantes.
Annan tendrá que decidir, el próximo mes, si las condiciones son las adecuadas para iniciar la campaña. (FIN/IPS/tra-en/fah/mk/ceb/aq/ip/99
