TAILANDIA-VIETNAM: Caída del arroz promueve unión de dos rivales

La caída de los precios internacionales del arroz obliga a Tailandia y Vietnam a tomar medidas en común para mitigar el impacto, dejando de lado su tradicional rivalidad en el mercado mundial del grano.

Mientras Tailandia y Vietnam tratan de amortiguar el golpe que asestó la crisis económica asiática sobre su vasta población rural, el desafío para estos dos grandes exportadores de arroz es cooperar en momentos en que la competencia por los mercados recrudece.

"Los precios del arroz jazmín cayeron porque el mercado asíatico se volcó a un arroz más barato y de calidad inferior, en respuesta a las penurias financieras de la región en los últimos años", explicó el ministro de Agricultura tailandés, Pongpol Adirenksar.

En una reunión organizada en junio por el Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), Nho The Dan, ministro de Agricultura vietnamita, dijo que la caída de los precios del arroz también había golpeado a su país.

"Tuvo un efecto negativo en nuestros precios del arroz. Pero sigo creyendo que Vietnam y Tailandia pueden trabajar juntos porque la calidad de nuestro producto es diferente", expresó.

La disminución de la demanda también causó un exceso de producción de arroz, en momentos en que la gente era instada a regresar a sus aldeas rurales para escapar del desempleo y el colapso de las economías urbanas.

Se prevé que el comercio mundial de arroz en 1999 alcance 22,1 millones de toneladas, 5,8 millones de toneladas menos que el año pasado.

Al mismo tiempo, las proyecciones para la producción arrocera de este año en Tailandia aumentaron de 21,5 millones de toneladas en 1998 a 23 millones. Si bien Vietnam calculó que su cosecha se redujo a 28 millones de toneladas, afronta los mismos problemas en materia de caída de la demanda y de las ventas.

Esto también se aplica a otros grandes exportadores de arroz. Se prevé, por ejemplo, que la cosecha total de China aumente de 193 millones de toneladas en 1998 a 197 millones este año.

Una razón para la caída de los precios fue el incremento de la producción en los países importadores de arroz, que se equiparó a la demanda.

Por ejemplo, Indonesia, un gran mercado para el arroz tailandés que en el peor momento de su crisis económica dejó de importar el producto, tiende a la autosuficiencia. Indonesia prevé para este año una cosecha de 52 millones de toneladas de arroz, cuando produjo 42 millones el año pasado.

Soleh Solahuddin, ministro de Agricultura de Indonesia, declaró que su país tiene "un abastecimiento alimentario más o menos estable". "Mientras el precio del arroz y los comestibles se mantenga estable, podemos arreglarnos", agregó.

Incluso China ha experimentado los efectos de la caída de precios. En la reunión de la FAO, el viceministro chino de Agricultura, Liu Jian, dijo que las exportaciones del producto al sudeste asiático, su principal mercado, cayeron 11 por ciento en 1998, equivalente a 1.100 millones de dólares.

También importador de arroz, China disminuirá 50 por ciento las 400.000 toneladas que compró el año pasado.

La competencia entre productores y exportadores de arroz se ha hecho inevitable, pero los gobiernos de los países exportadores creen que el recrudecimiento de la rivalidad a través de la reducción de precios para conquistar mercados no ayudará a los campesinos.

"Ultimamente, nuestros precios de arroz no han estado al nivel que deberían, porque países como Vietnam y Birmania también han exportado", declaró Sonboon Pathaichang, gerente de la Asociación de Exportadores Tailandeses.

"Todavía tienen limitados volúmenes de exportación, pero nos han obligado a esforzarnos a mantener un buen precio de sostén para los campesinos. El hecho que el costo de producción vietnamita sea inferior y el rendimiento por unidad más alto que el nuestro dificulta la competencia", señaló Sonboon.

Sin embargo, aseguró que la situación está aún bajo control. "Esperamos exportar este año unos 5,3 millones de toneladas. En el primer semestre ya vendimos 2,8 millones de toneladas. Indonesia comprará menos, pero esperamos encontrar otros importadores", añadió.

Tailandia y Vietnam ya han firmado un memorándum de cooperación en materia de exportación de arroz, aunque todavía no ocurrió ninguna actividad concreta en ese sentido.

"Lo más importante es el intercambio de información. Debemos ser capaces de compartir todo lo que haya entre nosotros", acotó Soonbon. Ambos países comparten el revés socioeconómico provocado por la caída de los precios del arroz.

Pongpol dijo que el desempleo en Tailandia tuvo gran impacto en las aldeas, hacia donde se dirigió la mayoría de los 1,7 millones de desocupados del país para depender del sector agrícola como fuente de ingreso.

Los dos países estan implementando medidas para reducir el impacto económico entre sus campesinos, que todavía constituyen la mayoría de su población.

El gobierno tailandés ha emprendido proyectos para ayudar a sus productores de arroz, incluyendo la adopción de políticas para intensificar el uso de la tierra e identificar cultivos apropiados que brinden una seguridad alimenticia sustentable.

"Esa política de reorganización zonal hará que los campesinos usen menos recursos acuíferos en plantaciones inapropiadas. Los ayudará a volcarse a una mayor diversificación agrícola y reducir excedentes en el futuro", observó Pongpol.

Por su parte, Vietnam emprendió una política de subsidios para sostener los precios del arroz y corregir el problema de los excedentes creado por la caída de las exportaciones el año pasado.

También concedió incentivos crediticios a empresas estatales para que compren arroz a los campesinos y les aseguren mejores ingresos.

"Las instalaciones para excedentes de arroz pertenecientes a los campesinos son muy limitadas. Esto los obliga a vender su arroz en un breve período de tiempo", dijo Dan.

Como 80 por ciento de la población de Vietnam vive en aldeas, rurales, el país ha enfrentado una inversión migratoria tras la crisis asiática, y Dan señaló que el índice de desempleo rural aumentó ahora uno por ciento.

"No obstante, debemos garantizar que los campesinos ganen lo suficiente para vivir mediante la fijación de tarifas que les permita mantener al menos 10 por ciento de beneficios", acotó.

Los gobierno de Tailandia y Vietnam acordaron que pequeñas industrias y el objetivo de lograr una autosuficiencia económica ayudarán a aliviar la pobreza.

Vietnam esta concentrando esfuerzos en ayudar a 1.000 comunas pobre en áreas remotas mediante pequeñas industrias y desarrollo agrícola. Tailandia, cuyo rey instó a sus connacionales a volver a las aldeas, se ha volcado en la misma dirección. (FIN/IPS/tra- en/pd/js/ego/mj/dv if/99

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