La Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) comenzó un período de reconstrucción y autoafirmación, tras su expansión en los últimos años y tímidas señales de recuperación de la crisis financiera en la región.
Los cancilleres de la región, impulsados por el convencimiento de que lo peor de la tormenta económica y financiera ya pasó, manifestaron su voluntad de reafirmar el grupo regional, que ya cumplio 32 años de vida y al que muchos critican señalando que se ha vuelto irrelevante.
La ASEAN fue fundada en 1967 para "acelerar el progreso económico y el desarrollo social y cultural de la región", y la integran actualmente Birmania, Brunei, Camboya, Filipinas, Indonesia, Laos, Malasia, Singapur, Tailandia y Vietnam.
"No podemos pretender que todo está bien y que no existen desacuerdos o nuevos desafíos", aunque la ASEAN haya sobrevivido a duras pruebas en los últimos tiempos, expresó el primer ministro de Singapur, Goh Chok Tong, al abrir la reunión de ministros de Relaciones Exteriores del grupo el fin de semana.
"El primer paso para enfrentar cualquier problema es reconocer que existe", añadió. "La ASEAN no fracasará. No puede permitirse un fracaso", aseguró Goh, quien manifestó la esperanza de que el grupo comenzará "un proceso de honesta recuperación".
La revisión de los objetivos de la ASEAN fue el tema prioritario durante la reunión de cancilleres, que se llevó a cabo en un centro turístico de la isla de Sentosa, en Singapur.
Los críticos del grupo han señalado que no ha hecho mucho para corregir problemas comunes que abarcan desde la crisis económica asiática hasta las grandes nubes de humo causadas por incendios forestales que cubrieron parte de la región.
En lo referido a la política, la ASEAN fue criticada porque tras proclamar su expansión al incluir a países como Birmania y Camboya, no logró que disminuyera la brecha económica entre esas naciones y el resto de sus integrantes.
El caso de Birmania también es considerado un punto débil porque no se han producido cambios políticos en ese país dos años después de su admisión, que se produjo con el convencimiento de que una cooperación "constructiva" contribuiría a un acuerdo entre la junta militar gobernante y la oposición, liderada por San Suu Kyi.
"Con el fin de adaptarse a los cambios, la ASEAN deberá repensarse y reinventarse", apuntó el ministro tailandés de Relaciones Exteriores, Surin Pitsuwan.
"En vez de tratar de impresionar a potenciales inversores con luces y sonidos, la ASEAN debe corregir los acuciantes problemas humanitarios en la región, incluyendo a Birmania", dijo por su parte Debbie Stothard, coordinadora de la Red Alternativa de la ASEAN sobre Birmania, con sede en Tailandia.
"Es imperdonble que se use selectivamente el principio de no intervención, como una excusa conveniente para la pasividad", agregó la activista.
"¿Somos tigres en ascenso, una parte integral de un nuevo siglo del Pacífico, o los cachorros heridos del año pasado?", preguntó.
Singapur, que actualmente ocupa la presidencia de la ASEAN, ha señalado con insistencia que ahora que los 10 países del Sudeste Asiático forman parte de una sola comunidad, debe comenzar un período de reconstrucción.
"Admitimos que la crisis ha afectado la reputación de la ASEAN, y un grupo ampliado presentará nuevos problemas para los que no estábamos preparados. Estamos consolidando nuestros cimientos para que resurja una ASEAN más fuerte", se indicó en un comunicado conjunto dado a conocer el fin de semana.
La disminución de la influencia de la ASEAN en los últimos años motivó pedidos de Filipinas y Tailandia para que haya una mayor franqueza en el grupo, cuyos miembros han evitado tradicionalmente criticarse entre sí.
Sin embargo, los críticos han comenzado a preguntarse si la ASEAN no debería adoptar procedimientos más expeditivas para tratar de lograr resultados rápidos, en vez de seguir con su tradición de adoptar resoluciones por consenso.
Malasia sigue teniendo reservas al respecto. El ministro de Exteriores de ese país, Hamid Albar, declaró que la ASEAN debería ser cautelosa en cualquier discusión orientada a "descartar su 'modus operandi"' de consultas para la búsqueda del consenso.
"No deberíamos aceptar a aquellos que son extraños a nuestra idiosincracia y perjudiciales para nuestros objetivos nacionales", añadió.
Sin embargo, un diplomático del grupo opinó que "ha llegado la hora de que la ASEAN apruebe acuerdos que impliquen mayores compromisos".
La intención de establecer un tratado de cooperación económica nunca se concretó, y la zona de libre comercio de la ASEAN, aprobada en 1993, "resultó menos que una instrumento legal vinculante", agregó.
Fuera de las salas de deliberaciones, los activistas dijeron que las preocupaciones de la ASEAN deberían concentrarse más en cuestiones como la de los derechos humanos, que desde hace tiempo los gobiernos de la región evitan discutir para no incurrir en ofensas mutuas ni exponer sus propios problemas en la materia.
"El miedo e intimidación no están en consonancia con la retórica sobre transparencia y responsabilidad que emplean los líderes de la ASEAN", declaró Chee Soon Juan, un activista opositor de Singapur.
La semana pasada, altos funcionarios de la ASEAN grupo se reunieron con el Grupo de Trabajo para un Mecanismo de Derechos Humanos de la ASEAN, integrado por expertos en derechos humanos de diferentes países de la región.
El Grupo de Trabajo pretende que la ASEAN emita una declaración regional sobre derechos humanos, que forme un organismo propio dedicado a esa materia, y que establezca un mecanismo regional de supervisión del respeto de los derechos humanos, pero los progresos han sido lentos, pese a que ya se realizaron varias reuniones.
Carlos Medina, secretario general del Grupo de Trabajo, expresó que "sin una declaración sobre derechos humanos, no hay una base legal para establecer un mecanismo regional de supervisión".
Un funcionario filipino que participó de la reunión opinó que en esta cuestión la ASEAN "quiere avanzar a una velocidad que resulte cómoda para sus integhrantes más lentos". (FIN/IPS/tra- en/idc-js/js/ego/mp/ip if hd/99)