Las fuerzas rebeldes de Sierra Leona liberaron a 187 rehenes, entre ellos 111 menores de edad entre 11 y 17 años, que secuestraron en enero cuando ocuparon la capital de este país africano.
Los niños y niñas, que fueron liberados la semana pasada, son parte de los aproximadamente 3.500 menores en poder de los insurgentes desde la ocupación de Freetown. Los mismos se encontraban retenidos en la base selvática de Magbeni, unos 60 kilómetros al norte de Freetown.
El teniente coronel Chris Olukolade, portavoz de Ecomog, la fuerza de paz de Africa occidental liderada por Nigeria, informó que 68 de las jóvenes liberadas están embarazadas.
El grupo también incluye a niños que lucharon junto con los rebeldes en sus ocho años de combate contra el gobierno, aseguró.
Los niños fueron interrogados por personal de Ecomog durante el fin de semana y luego entregados al Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), que les dará asesoramiento y los reunirá con sus familias.
Funcionarios de Unicef dijeron a IPS que aproximadamente la mitad de los niños se reunieron con sus familias durante el fin de semana. Los niños combatientes también recibieron la ayuda del Movimiento Hogares Familiares, una organización no gubernamental con sede en Freetown.
Algunos de los niños cuentan que los rebeldes los sometieron a violación, esclavitud, los obligaron a portar armas, a saquear casas y a caminar largas distancias.
"Cuatro rebeldes me violaron la noche que me llevaron a su base y desde entonces me convertí en un objeto sexual para un grupo de combatientes que se autodenominaban 'Escuadrón de la muerte' ", dijo a IPS una joven de 16 años que no reveló su nombre porque dos de sus hermanas siguen cautivas.
Los rebeldes aún retienen a "cientos de jóvenes adolescentes" que son violadas constantemente, aseguró.
Muchos de los niños y jóvenes parecían desnutridos, a raíz del hambre que pasaron y la falta de fármacos en el lugar donde estaban. Afirmaron que muchos de sus amigos mueren a diario en la selva y que se deben tomar medidas urgentes para liberarlos.
Es el primer grupo de secuestrados que liberaron los rebeldes desde que el gobierno y los insurgentes firmaron un acuerdo de paz en la capital de Togo el día 7.
El conflicto en Sierra Leona se desató en 1991 cuando el cabo Foday Sankoh, actual líder del insurgente Frente Revolucionario Unido (RUF), lanzó una guerra de guerrillas para derrocar al gobierno de Joseph Momoh.
Desde entonces, se cree que la guerra mató a más de 50.000 personas, que casi 25 por ciento de los 4,5 millones de habitantes se refugiaron en países vecinos y que los rebeldes amputaron las extremidades de unos 1.000 civiles.
El acuerdo de paz de Lomé pide la "liberación inmediata e incondicional de todos los prisioneros de guerra y los no combatientes".
El Foro de Mujeres Docentes Africanas estableció puestos de asesoría y de atención médica en partes de Freetown para atender a las víctimas de violación, especialmente las procedentes de zonas en poder de los rebeldes.
"Pedimos a todas las jóvenes que fueron sometidas a abusos sexuales que se presenten. Nosotros les daremos ayuda", dijo la coordinadora del Foro, Christina Thorpe.
La Liga Nacional por los Derechos Humanos instó al gobierno a presionar al RUF para que libere a los miles de niños que se calcula están en su poder. (FIN/IPS/tra-en/lf/mn/aq/hd-ip/99