La aplastante victoria del oficialismo en las elecciones constituyentes del domingo en Venezuela evidenció que el agotamiento del modelo político vigente ha determinado la marginación de los partidos tradicionales.
El Polo Patriótico que respalda al presidente Hugo Chávez conquistó 120 de los 128 puestos de la Asamblea Constituyente definidos en los comicios, y de esa forma se impuso como la fuerza predominante en el nuevo mapa político venezolano.
Los partidos tradicionales, el socialdemócrata Acción Democrática (AD) y el democratacristiano Copei, que se alternaron en el poder durante 40 años de democracia, quedaron fuera del proceso de elaboración de una nueva constitución.
Chávez, un teniente coronel retirado que asumió el poder en febrero enarbolando la convocatoria a la Asamblea Constituyente como su principal proyecto político, ha dicho reiteradamente que la meta era derrotar "40 años de politiquería corrupta".
La Asamblea Constituyente, formada por los 128 delegados elegidos este domingo y tres representantes de las etnias indígenas, tendrá un plazo de seis meses para redactar la nueva Constitución de Venezuela.
Los dos partidos tradicionales no participaron de la campaña electoral, aunque sí lo hicieron algunos de sus dirigentes por iniciativa propia, lo que les valió ser calificados de "encapuchados" por integrantes del oficialismo.
Ninguno de ellos logró un puesto en la Asamblea Constituyente, lo cual confirma un profundo cambio en el panorama político de este país.
El ex mandatario Carlos Andrés Pérez, que fue elegido dos veces presidente como candidato de AD y está ahora desvinculado de ese partido, que ayudó a formar, tampoco logró conquistar un puesto en su estado natal de Tachira, donde fue sorpresiva la consolidación del 'chavismo'.
Los pocos opositores a Chávez elegidos para la Asamblea Constituyente son independientes desvinculados de los partidos tradicionales.
Tanto AD como Copei parecían estar atónitos ante los resultados y vivieron la jornada electoral replegados, sin hacer mayores comentarios sobre su posición como grupos ausentes de la Asamblea Constituyente.
Las reacciones opositoras estuvieron acaparadas por constituyentes elegidos. Alberto Franceschi, quien en el pasado estuvo vinculado a Proyecto Venezuela, única fuerza política que hizo contrapeso a Chávez en las elecciones presidenciales de diciembre, prometió una "oposición inflexible".
Por su parte, Jorge Olavarría, acérrimo adversario de Chávez, tras haber sido uno de los principales asesores de éste cuando era candidato, calificó las elecciones de "gigantesca patraña", aun cuando él mismo fue elegido para la Asamblea.
"La gente tiene en nosotros una voz que los representa", aseguró Olavarría.
Algunas figuras opositoras señalaron la elevada abstención, que, según el Consejo Nacional Electoral (CNE), fue de 52,90 por ciento, como un elemento que resta contundencia al aplastante triunfo del chavismo.
Pero el propio CNE dijo que la abstención fue 10 puntos inferior al 63 por ciento registrado en el plebiscito de abril, que autorizó la realización de elecciones para la Asamblea Constituyente.
Las firmas encuestadoras esperaban una abstención de alrededor de 60 por ciento, según dijeron poco antes de los comicios.
El jurista independiente Allan Brewer, uno de los constituyentes que logró abrirse espacio en medio del chavismo, lamentó la abstención, pero advirtió que la legitimidad de la Asamblea no está en duda.
"Los que no se interesaron por votar que aguanten", dijo Brewer.
La escasa representación opositora en la Asamblea plantea la incógnita de cuál será su papel en la discusión de la nueva Constitución.
La principal trinchera de las fuerzas opositoras a Chávez está en el Congreso legislativo, donde el oficialismo es minoría. Pero los constituyentes del Polo Patriótico han adelantado que pretenden avanzar hacia la disolución del parlamento.
Algunos analistas políticos, sin embargo, consideran que el mapa político que determinan estas elecciones no es definitivo. El director de la firma encuestadora Datanálisis, Luis Vicente León, no descartó que los partidos simplemente estén "hibernando".
"La oposición estará esperando que su invierno termine", dijo León, al comentar que los adversarios de Chávez esperarán el debilitamiento de la popularidad de éste. (FIN/IPS/lc/mj/ip/99