PERU: "Artemio" toma el mando de Sendero Luminoso

La captura del jefe de Sendero Luminoso, Oscar "Feliciano" Ramírez, no significa el fin de esa organización insurgente, coinciden en Perú el gobierno y sus adversarios políticos, y comienza a sonar el nombre de "Artemio" como nuevo líder senderista.

La oposición intenta restar importancia al éxito logrado por el gobierno al detener a Feliciano, y el presidente Alberto Fujimori parece dispuesto a aprovechar el temor a un rebrote de la violencia insurgente para promover su reelección.

Fujimori intentaría convencer al público de que aún es necesario un gobierno duro como el suyo.

Apresado Feliciano, los analistas políticos y la opinión pública se interesan por la personalidad, trayectoria y línea de acción del probable sucesor de aquel en la jefatura de Sendero Luminoso, el casi desconocido Filomeno Cerrón, o Artemio, jefe del comité regional Huallaga de la organización.

Hasta ahora, la existencia de Artemio era conocida sólo por los especialistas que han estudiado la trayectoria de Sendero Luminoso, pero después de la caída de Feliciano, Artemio ganó notoriedad. Casi 30.000 muertos han costado la lucha armada de esa organización, comenzada en 1980, y la consiguiente represión militar.

Sin embargo, los analistas no descartan la posibilidad de que surja otro líder nacional en Sendero Luminoso, pues Artemio sólo tiene el mando del comité regional del Huallaga, en la selva norcentral.

"No es seguro, aunque sí probable, que Artemio sea el nuevo mando nacional de Sendero, porque dirige una fuerza guerrillera con mayores recursos y mejores armas que los demás comités regionales senderistas", dijo el sociólogo Flavio Solorzano, analista de la organización no gubernamental Población y Desarrollo.

"Pero podría surgir otro aspirante" entre los dirigentes cercanos a Feliciano, puntualizó Solorzano.

Las guerrillas del comité del Huallaga, una zona productora de coca, tienen el apoyo del narcotráfico y, según versiones atribuidas a fuentes de inteligencia, Feliciano intentaba desde febrero del año pasado, sin mucho éxito, someter a Artemio y controlar los recursos logísticos que éste manejaba.

Feliciano envió sucesivamente al área del Huallaga a dos dirigentes de su entorno, Pedro Quinteros y Jenny Rodriguez, pero ambos fueron capturados por las fuerzas de seguridad, el primero en abril de 1998 y la segunda, en octubre del mismo año.

Se afirma que Feliciano y Artemio no discutían unicamente el manejo de los recursos aportados por los narcotraficantes a cambio de protección, sino también que discrepaban sobre la aplicación del Plan de Desarrollo Estratégico de Sendero Luminoso.

Feliciano adjudicaba prioridad a la recuperación de las bases senderistas que se disgregaron después de la pública rendición en 1993 de Abimael Guzmán, fundador y líder supremo de Sendero Luminoso. Guzman está encarcelado desde 1992, cuando fue capturado en Lima junto con la mayoría de los miembros de su comité central.

Convertido en el único integrante en libertad del comité central, Feliciano no aceptó la rendición ni hacer de Sendero Luminoso un partido izquierdista de línea parlamentaria y sindicalista.

Después de dos años de intenso debate interno, Feliciano proclamo su disidencia y se puso a la cabeza de Sendero Rojo, con base en las montañas de Viscatan.

También corrigió la línea seguida por Sendero. Atenuó la táctica de intimidación seguida hasta entonces, que suponía el ataque contra las comunidades que no se sometían a los insurgentes, aunque continuó el asesinato de campesinos acusados de colaborar con las fuerzas del gobierno.

Por su parte, Artemio considera que Sendero debe dar golpes espectaculares para recuperar presencia en el escenario político, y ha utilizado columnas de 80 a 100 efectivos para atacar aldeas y ciudades de la selva que contaban con estaciones de policía.

Dos columnas a su mando tomaron en junio varios centros poblados y dieron muerte a algunos civiles sorprendidos entre el tiroteo.

Esa modalidad le dio fama de sanguinario y violento, y algunos expertos independientes sostienen que su proyecto es convertir el comité tegional del Huallaga en el eje de la nueva organización de Sendero Luminoso.

Feliciano fue capturado a pocos kilometros de Huancayo, una importante ciudad de la sierra central, donde pensaba esconderse para escapar del cerco que le tendieron las fuerzas del gobierno en la agreste zona de Viscatan, a unos 200 kilómetros al sur, en una ruta por la que podría llegar a la zona del Huallaga, el bastión de Artemio.

Artemio no figura en los videos senderistas incautados y su rostro no es conocido por los servicios de inteligencia, que sólo disponen de él un retrato hablado. Es decir, un dibujo trazado según la descripción realizada por insurgentes detenidos.

En 1990, un desconocido camarógrafo aficionado filmó una fiesta de homenaje a Abimael Guzmán y el vídeo, descubierto en 1992, muestra al líder insurgente bailando una danza griega y rodeado por todos los miembros de su comité central.

Ese documento permitió identificar con precisión a los jefes senderistas.

Los testimonios orales recogidos describen a Artemio como un hombre alto, de piel morena, de unos 49 años e impulsivo y enérgico.

Fujimori descartó para el corto plazo otra operación "cerco" sobre Artemio, semejante a la que obligó a Feliciano a abandonar su refugio en Viscatán e intentar ocultarse en la ciudad de Huancayo y quizás dirigirse al Huallaga.

"Primero, el servicio de Inteligencia debe recopilar toda la información posible sobre su persona, sus allegados y contactos directos, saber cómo se moviliza y adónde, cuando es perseguido. Conocer sus estructuras de mando, la personalidad de los jefes de las columnas de su comando regional", dijo Fujimori.

Por lo que se sabe, Artemio dispone de tres columnas de 60 efectivos cada una que conforman su "fuerza principal", y de dos pelotones especiales, uno de los cuales se ocupa de la seguridad de los miembros de la dirección regional, y el otro, del abastecimiento.

También cuenta con dirigentes político-militares en dos "bolsones" situados en la selva, y de comités para trabajos de masas. Entre los jefes políticos de comité regional de Huallaga figura una mujer, "Dora", cuya verdera identidad sería Victoria Llatoma, según la policía.

Una de las dos columnas, cuyo jefe es conocido como "Norman", opera en la Carretera Marginal de la Selva, para realizar demostraciones de fuerza en esa importante vía, efectuar bloqueos, cobrar peaje a los pasajeros de los autobuses y aniquilar a los presuntos delatores. (FIN/IPS/al/ff/ip/99

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