Las violentas inundaciones que provocan los glaciares, atribuidas al recalentamiento planetario, son un fenómeno natural poco conocido en buena parte del mundo aunque afectan cada vez más a Nepal.
Lagunas ubicadas en las alturas de las montañas se convierten en lagos debido, sobre todo, al recalentamiento planetario, y los científicos sostienen que muchos de ellos se formaron durante la segunda mitad de este siglo.
Inspecciones aéreas revelaron la existencia de cientos de lagos de glaciares, grandes y pequeños, a lo largo de la cadena montañosa del Himalaya. Las lluvias monzónicas hacen que aumente el nivel del agua, lo cual contribuye a los desastres.
En la etapa inicial de formación de un lago de glaciar, la base y los lados del cuerpo de agua son de hielo, y su constante derretimiento profundiza y amplía el lago cada vez más.
Las avalanchas y los terremotos, o simplemente el paso del tiempo, hacen que se rompa el dique construido naturalmente con desechos, liberando así grandes cantidades de agua depositada en los lagos.
"Las inundaciones provocadas por glaciares son cada vez más comunes en los Himalayas", indicó Pradeep Kumar Mool, un científico del Centro Internacional para el Desarrollo Integrado de la Montaña, de Katmandú.
"Los glaciares del Himalaya se ven amenazados debido al aumento de la temperatura mundial", agregó.
Las autoridades recién se percataron de las consecuencias de las inundaciones provocadas por los glaciares en 1985, a pesar de que se sabe de su ocurrencia desde hace 450 años.
En 1985, el estallido del glaciar de Dig Tsho destruyó la Estación de Energía Hidroeléctrica Namche y se llevó por delante puentes, caminos, tierras cultivadas, casas, ganado y personas. Su impacto se sintió a una distancia de hasta 90 kilómetros en varios ríos.
Pero las inundaciones de 1985 generaron un cambio de actitud. "Los funcionarios, planificadores y técnicos del gobierno y las agencias de desarrollo reconocieron que se trataba de una inundación causada por un glaciar", explicó Tomomi Yamada, de la universidad de Hokkaido, en 1993.
"Las inundaciones provocadas por los glaciares son consideradas de los peores desastres naturales de Nepal. Causan la pérdida de vidas humanas, la destrucción de construcciones, tierras y cosechas. Después, la recuperación lleva varios años", señaló Mool.
Los investigadores registraron 15 grandes inundaciones provocadas por glaciares hasta 1995, la mayoría en la zona donde más llueve. La más reciente ocurrió el 3 de septiembre en Inkhu Khola, en la región próxima al Everest.
Los habitantes de esa región se acuerdan muy bien del sonido que los despertó aquella mañana. "Un rugido ensordecedor, similar al que producirían varios helicópteros juntos, acompañado por vibraciones parecidas a las de un terremoto", relató un poblador.
De pronto, vieron grandes olas de agua revuelta y llena de cantos rodados en el río, que formó un dique de desechos de 30 metros de altura en la zona de confluencia con el río Dudh Koshi, y se llevó por delante la estación meteorológica de Rabuwa Bazaar.
A medianoche llegó al embalse de Koshi, en la frontera con India. Dos personas murieron en los distritos de Solukhumbu y Okhaldhunga, en las colinas, y hubo graves pérdidas materiales.
La magnitud de estos fenómenos depende de variables como el volumen del glaciar, la cantidad de agua que se libera, los obstáculos naturales que tiene el río en su curso, y la infraestructura que exista en sus cercanías.
"A primera vista, muchos de estos glaciares parecen pequeños y benignos. Pero nunca se sabe. Una pequeña laguna puede causar graves inundaciones", advirtió Sharad Joshi, de la secretaría de la Comisión de Agua y Energía.
"Aaplicar lo que conocemos sobre un lago a otro puede resultar peligroso", advirtió Joshi, un cartógrafo que estuvo dos veces en Inkhu Khola en los últimos seis meses y llevó a cabo más investigaciones de campo sobre las inundaciones causadas por glaciares que cualquier otra persona en Nepal.
Desde la tragedia de Dig Tsho en 1985, la Comisión de Agua y Energía está al frente de las investigaciones sobre el fenómeno de las inundaciones causadas por los glaciares. Pero al principio, Nepal pidió asistencia técnica al gobierno de Japón.
Los especialistas japoneses realizan investigaciones en colaboración con el Departamento de Hidrología y Meteorología de la Universidad de Tribhuvan, desde 1974.
Nepal dio prioridad a la investigación de cuatro lagos debido a la existencia de proyectos de construcción de centrales de energía hidroeléctrica.
Pero la atención se centra en Tsho Rolpa, un glaciar que produjo naturalmente un dique de desechos que crece rápidamente y tiene muchas posibilidades de ceder.
"Estamos seguros de que Tsho Rolpa cederá", afirmó Mool, que admitió sin embargo lo poco que se sabe acerca de ese lago. En la década del 50 era una laguna pequeña y ahora mide cuatro kilómetros cuadrados.
Estos lagos suelen localizarse en zonas remotas, a las cuales se accede atravesando terrenos difíciles, pero los desastres que causan afectan a mucha gente. (FIN/IPS/tra-en/au/rdr/ceb/aq/en/99