Una alianza de partidos de centroizquierda y de derecha obtuvo en México la gobernación del estado de Nayarit, pero el oficialista PRI derrotó a esos mismos grupos opositores en el estado más poblado del país, donde se presentaron separados.
El triunfo el domingo del derechista Partido Acción Nacional (PAN) y el centroizquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD) en Nayarit y la derrota de ambos en el estado de México anuncian lo que podría suceder en las elecciones presidenciales previstas para el año próximo, según analistas.
Pero los partidos de oposición aseguran que en el 2000, juntos o separados, arrebatarán al PRI (Partido Revolucionario Institucional) la presidencia, cargo que esa agrupación mantiene ininterrumpidamente desde 1929.
Desde 1988, cuando los procesos electorales dejaron de ser organizados por el gobierno y se establecieron reglas de mayor equidad en la competencia, los opositores han arrebatado al otrora invencible y monolítico PRI 11 de los 32 estados del país y lograron ser mayoría en la Cámara de Diputados.
Diversas encuestas indican que las elecciones presidenciales del 2000 serán las más reñidas de la historia mexicana, mientras autoridades electorales sostienen que también serán las más limpias y justas.
En el estado de México, que, con 12 millones de habitantes, rodea a la capital y aporta 10 por ciento del producto interno bruto del país, el candidato del PRI, Arturo Montiel, ganó el domingo con poco más de 40 por ciento de los votos, según resultados oficiales y encuestas
El triunfo de Montiel fue el más apretado que lográ el PRI en el estado de México, donde en el pasado los candidatos oficialistas ganaron siempre con más de 55 por ciento de los votos.
No obstante, el triunfo es irrebatible y demuestra que el partido en el gobierno sigue siendo el más fuerte y con mayor éxito del país, dijeron portavoces de esa agrupación.
En el estado de México, el candidato del PAN obtuvo 35 por ciento de los votos, mientras el del PRD, en alianza con el Partido de Trabajo (PT), el cuarto del país por su importancia, recibió alrededor de 21 por ciento.
La principal enseñanza para la oposición tras las últimas elecciones estaduales debería ser que una coalición aseguraría el triunfo sobre el PRI en los comicios presidenciales del año próximo, dijo el analista Jorge Castañeda.
En Nayarit, estado en las costas del Pacífico con un millón de habitantes que siempre estuvo en manos del PRI, la coalición constituida por el PAN, el PRD y el PT apoyó al candidato Antonio Echevarría, quien habría ganado con más de 50 por ciento de los votos, según los resultados preliminares.
Para algunos analistas, como Sergio Sarmiento, una coalición que una PAN, PRD y PT parece imposible, pues las ideas y postulados políticos y económicos del primero chocan con las de los segundos.
Sin embargo, desde hace varias semanas los dirigentes de PAN y PRD mantienen conversaciones con meta de definir una estrategia conjunta frente al 2000 y establecer una coalición con el objetivo, dicen, de establecer un "gobierno de transición".
Estos dos partidos han logrado oponerse en numerosas ocasiones a varios proyectos del gobierno, que años antes pasaban sin problemas por la Cámara de Diputados. Pero también han tenido fuertes discrepancias, pues en más de una ocasión el PAN acompañó al PRI en la votación de reformas económicas.
La última batalla que llevaron adelante los partidos políticos opositores fracasó en el Senado, donde el PRI aún mantiene mayoría.
El PAN y el PRD no lograron que se aprueben reformas electorales que hubiesen permitido controlar de forma más estricta los gastos electorales y autorizar el voto de los mexicanos en el extranjero, donde viven millones, en especial en Estados Unidos.
La posibilidad de una candidatura presidencial opositora común parece lejana, pues los principales aspirantes no se muestran dipuestos a ceder, apuntó Sarmiento, columnista del diario Reforma.
Una encuesta de la firma Indemerc Louis Harris, difundida la semana pasada, indicó que, si las elecciones presidenciales se realizaran en este momento, una posible coalición PAN-PRD ganaría por amplio margen.
El precandidato presidencial del PAN, Vicente Fox, un carismático ex director de la Coca-Cola que ahora es gobernador del estado central de Guanajuato, encabeza las encuestas con cerca de 23 por ciento de las intenciones de voto.
Le siguen los precandidatos del PRI Francisco Labastida, con 14,7 por ciento, y Roberto Madrazo, con 14,1.
En cuarto lugar y con tendencia a bajar se ubica el precandidato del PRD y alcalde de la capital, Cuauhtémoc Cárdenas, quien según la encuesta de Indemerc Louis Harris tiene 13,1 por ciento de las intenciones de voto.
Con la experiencia de México y Nayarit se refuerza la idea de una gran alianza opositora para el 2000, que podría escoger candidato a través del voto directo de la población, señaló Porfirio Muñoz, también precandidato presidencial del PRD, a quien las encuestas dan apenas 1,5 por ciento de apoyo ciudadano. (FIN/IPS/dc/mj/ip/99