Uruguay apoya a Brasil en su puja comercial con Argentina pues, dice, se resiste a que se rompan las normas del Mercosur, pero expertos advirtieron que todos los socios violan esas reglas en un bloque con barreras cada vez más elevadas.
El gobierno uruguayo cree que las medidas proteccionistas anunciadas por Argentina a productos textiles y calzado por el ingreso de mercadería brasileña es "jurídicamente incompatible" con los acuerdos del Mercosur (Mercado Común del Sur), que también integra Paraguay.
La directora de Comercio Exterior de Uruguay, Graziella Bonfiglio, dijo este jueves que su país se opone a la "aplicación de cupos de importacion y a otro tipo de medidas restrictivas" al intercambio dentro del Mercosur.
El ministro de Economía, Luis Mosca, fue más lejos. Si el mecanismo de salvaguardias dispuesto por Argentina se convierte en práctica corriente, "los que saldremos perjudicados somos los países más chicos", afirmó.
El Mercosur es un mercado de más de 200 millones de habitantes, cuyo territorio ocupa 70 por ciento de América del Sur. Uruguay tiene 3,2 millones de habitantes y Paraguay 4,5 millones.
El bloque se constituyó en 1991, cuando los cuatro países dispusieron una caída gradual de aranceles internos que se completará a fines de este año, y desde 1995 es una unión aduanera imperfecta, con arancel externo común para la mayoría de los productos de importación.
El presidente uruguayo Julio María Sanguinetti había advertido el martes que el Mercosur "tiene una institucionalidad y cuando hay problemas tiene que funcionar más que nunca".
Uruguay, que preside este semestre el Mercosur, convocó para el próximo miércoles una reunión en Montevideo del Grupo Mercado Común, el principal órgano ejecutivo del bloque.
Dos días más tarde, también en la capital uruguaya, se reunirán los ministros de Relaciones Exteriores y de Economía.
Bonfiglio afirmó que la aplicación por parte de Argentina de medidas de salvaguardia sobre la base de la resolución 70 de la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi) no es viable.
La funcionaria recordó que el Mercosur definió en 1991, en su acuerdo constitutivo, un mecanismo de salvaguardias hasta fines de 1994. Luego, en 1996, se dispuso que los socios no aplicarían salvaguardias de forma unilateral.
El enfrentamiento entre Argentina y Brasil deriva de la devaluación que el gobierno de Fernando Henrique Cardoso dispuso en enero. Desde entonces, la mercadería brasileña que ingresa a Argentina a precios sustancialmente más bajos es una fuerte competencia para la industria nacional.
El economista uruguayo Javier De Haedo, ex director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, dijo a IPS que en el Mercosur existen "reglas escritas y reglas no escritas" y que, al devaluar, Brasil "violó una norma no escrita".
De Haedo sostuvo que Brasil hubiera logrado el mismo efecto que buscó con la devaluación a través de políticas comerciales, arancelarias o impositivas, que habrían violado los acuerdos escritos del Mercosur.
"Ahora, Brasil está en dólares 25 por ciento más barato que Argentina" como resultado de aquella devaluación, indicó el experto. No obstante, agregó, nadie critica a Brasil, y, por el contrario, el argumento generalizado es que hay que apoyarlo para evitar una crisis regional.
Por su parte, el ex viceministro de Economía Gustavo Licandro indicó que todos los integrantes del Mercosur han violado o procuran violar las normas del bloque.
En ese sentido, recordó, entre otras, la protección que pidieron Uruguay y Argentina para el azúcar, los incentivos de Brasil a la producción de automotores, las restricciones brasileñas a la importacion de lácteos o la protección uruguaya a las empresas monopólicas estatales.
"Todas son excepciones y no marcan una apertura hacia el resto del mundo. Tienen un sentido proteccionista y eso implica una mayor vulnerabilidad de los socios del Mercosur. La devaluación de Brasil es lo mismo que si hubiera incrementado barreras arancelarias con la región", dijo a IPS.
Licandro señaló que con su decisión Argentina optó por el camino más rápido, tomando "una medida de muy mala calidad, pero no de peor calidad que la de Brasil" con la devaluación.
"Los gobiernos, en lugar de buscar una zona más abierta, se defienden con medidas proteccionistas. Tal como van las cosas, iremos a una zona de libre comercio con las barreras cada vez más altas y más lejos del mundo", afirmó. (FIN/IPS/rr/mj/if/99