Francia logró hoy un importante triunfo hacia la configuración de la política de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en los Balcanes al ser designado su candidato, Bernard Kouchner, para administrar Kosovo.
Kouchner, ex ministro de Salud de Francia y fundador y primer presidente de la organización humanitaria Médicos sin Fronteras, fue elegido por el secretario general Kofi Annan para encabezar la Misión Administrativa de las Naciones Unidas en Kosovo (Unmik).
Annan señaló las condiciones de Kouchner para "el liderazgo y la administración", su "energía" y sus "destacadas credenciales" en materia de ayuda a los refugiados en todo el mundo.
La Unmik se encargará de la administración de la provincia serbia de Kosovo, de la que se retiraron el ejército y las fuerzas de seguridad yugoslavas en cumplimiento del acuerdo que puso fin a la campaña militar de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Se trata de una de las operaciones más ambiciosas de la ONU en los últimos años. La misión del foro mundial para la reconstrucción de Kosovo se extenderá "probablemente por 10 años", dijo Annan esta semana.
La designación de Kouchner se produjo tras una dura batalla diplomática, en la que participaron varios gobiernos europeos y Estados Unidos.
Fuentes de la ONU aseguraron a IPS que Annan consideraba la candidatura para la Unmik del presidente de Finlandia, Martti Ahtisaari, que tuvo papel clave en las conversaciones que condujeron al acuerdo sobre Kosovo, tras 11 semanas de bombardeos de la OTAN sobre Yugoslavia.
Pero el presidente de Francia, Jacques Chirac, arguyó que Ahtisaari no podía ponerse al frente de la Unmik sin renunciar a la jefatura de Estado de Finlandia.
Ahtisaari, cuyo mandato finalizará el año próximo y cuyo país preside la Unión Europea, retiró el martes su postulación a la Unmik.
Las gestiones de Francia colocaron a Kouchner, ministro de Salud del predecesor de Chirac, el socialista François Mitterrand, por delante de otros tres candidatos europeos.
Estos eran el ministro de Ambiente de Holanda, Jan Pronk, la comisionada europea para Asuntos Humanitarios, Emma Bonino, y Paddy Ashdown, ex presidente del Partido Liberal Democrático de Gran Bretaña.
Diplomáticos estadounidenses reconocieron en privado qe altos funcionarios de Washington, entre ellos la secretaria de Estado Madeleine Albright, respaldaban a Ahtisaari.
Pero la presión de Chirac acabó por vencer toda resistencia y por unir a las partes detrás de Kouchner, un político independiente.
El segundo lugar en la Unmik corresponderá a Jock Covey, ex integrante del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos.
Kouchner deberá coordinar las actividades de la Unmik con el general británico Michael Jackson, comandante de la KFOR, la fuerza militar internacional encabezada por la OTAN en Kosovo.
El brasileño Sergio Vieira de Mello, vicesecretario general de la ONU, estará de modo provisorio al frente de la Unmik, hasta que Kouchner ocupe su puesto.
La Unmik tiene por delante un amplio abanico de asuntos en Kosovo, desde las funciones de policía y la recaudación de impuestos hasta la preparación del regreso seguro de los refugiados.
Annan señaló que una misión administrativa de la ONU que operó hace poco en la cercana Eslovenia terminó su trabajo en dos años. Pero muy pocos creen que tan poco tiempo baste para devolver la normalidad a Kosovo, donde ya retornaron 400.000 de los 800.000 albanokosovares que huyeron durante la guerra.
Kouchner anunció este viernes que sus primeras obligaciones serán, seguramente, garantizar la seguridad en la provincia y crear centros de salud.
También deberá enfrentar desafíos políticos. En efecto, albanokosovares de regreso del exilio manifestaron que pretenden asumir el gobierno de la provincia. Así mismo, el separatista Ejército de Liberación de Kosovo (UCK) comenzó a imponer su autoridad en la región.
Funcionarios de la ONU advirtieron que albanokosovares atacaron a los serbios y los gitanos que habitan la provincia. Annan urgió esta semana a los países miembro de la organización a proveer policías para que la Unmik pueda proteger a todos los grupos étnicos de Kosovo.
Por otra parte, Kouchner deberá tomar decisiones difíciles. Debe resolver si los guerrilleros de la UCK, una vez desarmado su grupo, podrán integrar la futura fuerza policial, y si el líder rebelde Hashim Thaci, que ya se autoproclamó primer ministro de Kosovo, ocupará una posición de poder.
Además, la opinión de las potencias de la OTAN se divide entre quienes apoyan la propuesta de celebrar un plebiscito de autodeterminación que podría dar la independencia a Kosovo, donde 90 por ciento de la población es de origen albanés, y quienes se oponen a esa consulta. (FIN/IPS/tra-en/fah/ceb-ff/99
