El Senado de Italia postergó hoy a último momento la votación del proyecto de ley constitucional para admitir el voto desde el extranjero de emigrantes italianos, que vieron una vez más desvanecerse sus esperanzas.
Los emigrantes portadores de pasaporte italiano, y, por lo tanto, con derecho a voto, son cerca de cinco millones. Más de dos millones residen en América del Sur y otros dos millones en Europa, según el Ministerio de Relaciones Exteriores.
El Senado italiano decidió postergar hasta septiembre, cuando se reanude la labor parlamentaria tras el receso veraniego de agosto, la cuarta y última aprobación de la iniciativa.
La decisión se tomó cuando los partidos del gobierno de centroizquierda y de la oposición de centroderecha que avalan el proyecto constataron que en la sala no estaba presente la cantidad de senadores mínima para realizar la votación.
Algunos senadores del gobierno, como el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, Giangiacomo Migone, del ex comunista Partido Democrático de Izquierda, y el jefe de los Verdes, Maurizio Pieroni, se negaron a acatar los compromisos asumidos por sus sectores y anunciaron el voto por la negativa.
Migone y Pieroni afirmaron que no es justo establecer una representación parlamentaria para los italianos residentes en el extranjero y se manifestaron partidarios de otorgar el derecho a voto en el extranjero a quien se encuentra fuera de Italia sólo temporalmente.
Naufragó así la iniciativa, objeto de una lucha que los italianos emigrantes libran hace casi 50 años a pesar de que los principales partidos, tanto de derecha como de izquierda, están de acuerdo.
En otras oportunidades, fueron los parlamentarios de derecha los que impidieron la aprobación del proyecto.
En julio de 1998 fracasó porque no hubo quórum para alcanzar la mayoría absoluta necesaria para una reforma a la Constitución, cuando todo hacía prever que la iniciativa legal sería aprobada por la Cámara de Diputados.
Faltó entonces el quórum por la ausencia de los parlamentarios de la derechista Forza Italia, que dirige el magnate de la televisión privada, Silvio Berlusconi.
Se trata de una antigua lucha de los italianos que viven fuera de su país, reanudada en los años 90. El primer proyecto de ley en esta materia se presentó en 1955.
La iniciativa es una síntesis de varias otras presentadas por parlamentarios de distintos partidos.
El proyecto establece una cuota de 12 diputados, pero no de senadores, a ser elegidos por los italianos en el extranjero, así como la posibilidad de votar por correspondencia.
La subsecretaria de Relaciones Exteriores para América Latina, Patrizia Toia, lamentó que se haya constituido de nuevo un frente de opositores al voto de los italianos.
"Se corre el riesgo de impedir que se materialicen las aspiraciones de millones de personas que hace tiempo desean que se les reconozca derecho a una ciudadanía plena y completa", afirmó.
"Confirmamos de parte nuestra el máximo empeño para lograr la creación de una circunscripción exterior que permita también a los italianos en el mundo ser representados en las instituciones nacionales", agregó. (FIN/IPS/jp/mj/ip pr/99