Los cerca de 700.000 emigrantes del mundo en desarrollo y de Europa oriental que trabajan en Italia aportan dos por ciento del producto interno bruto, unos 20.000 millones de dólares, según un informe divulgado hoy.
Los datos se refieren a 1997 y a todos los "extracomunitarios", como se conoce en este país a los inmigrantes que no pertenecen a la Unión Europea (UE).
"Extracomunitarios" son también inmigrantes que proceden de países del Norte industrial ajenos a la UE, como Estados Unidos y Suiza, que son ocho por ciento de los extranjeros que trabajan en Italia.
Pero la inmensa mayoría de las personas englobadas en esa categoría son oriundas del Sur en desarrollo y de Europa oriental.
De los poco más de 700.000 extranjeros incorporados a la actividad laboral, 315.000 contribuyen a la economía formal, con todos los derechos y deberes laborales.
Los restantes, casi 400.000, trabajan de modo informal, sin seguro de salud ni aportes jubilatorios, y deben aceptar remuneraciones inferiores a las que fijan los convenios laborales o que están indicadas por el mercado.
Casi 65 por ciento de los trabajadores "extracomunitarios" están radicados en norte del país, 25 por ciento viven en el centro y 10 por ciento en el sur, según el estatal Centro Nacional de Estudios Sociales.
Cerca de 37 por ciento se desempeñan en la industria, 33 por ciento son empleados domésticos, 20 por ciento pertenecen al sector de servicios y 10 por ciento a la agricultura.
Ketty Vaccaro, del instituto responsable del informe, señaló que los inmigrantes son en general jóvenes: 70 por ciento de ellos tienen entre 19 y 40 años.
"Son datos que muestra la otra cara de la inmigración, que no está hecha sólo de desembarcos clandestinos, sino también de recursos y de ventajas" para Italia, comentó por su parte la ministra de Solidaridad Social, Livia Turco,
"Pienso, sobre todo, en el trabajo de asistencia a los ancianos y a los niños, un sector en que participan tantas mujeres inmigrantes, para ayudar a las familia s italianas", agregó.
La asistencia a los ancianos y niños "es una actividad importante, que debe salir de la clandestinidad y ser reconocida en toda su dignidad", afirmó Turco.
El informe fue entregado por Turco y Vaccaro en una conferencia de prensa convocada para anunciar una serie de debates y conciertos para sensibilizar a los dirigentes políticos y a la opinión pública frente a la inmigración.
Ese será el objetivo del programa "Ningún lugar está lejos", organizado por la asociación del mismo nombre, que se desarrollará del 25 al 31 de este mes en la norteña ciudad de Loreto.
"Es una iniciativa que puede enseñar a los italianos cómo afrontar de manera justa el tema de la inmigración, para que no sea considerada sólo una cuestión de orden público", dijo la ministra.
La prensa italiana se refiere especialmente a la cuestión de la inmigración en sus páginas de información policial. Pero sólo 8,7 por ciento de los 546.591 delitos denunciados en 1997 fueron atribuidos oficialmente a inmigrantes.
Poco más de 13 por ciento de los condenados en 1997 por los tribunales de justicia eran inmigrantes, y éstos son 28,4 por ciento de la población carcelaria.
Según el Ministerio del Interior, hay en Italia 1,2 millones de extranjeros, de los cuales 30 por ciento proceden de Africa, 27 por ciento de Europa oriental, 13 por ciento de Europa occidental, 16 por ciento de Asia y 14 por ciento de las Américas. (FIN/IPS/jp/ff/pr/99
