INDOCHINA: Signos de recuperación, a dos años de la recesión

En Tailandia se notan las primeras señales de recuperación económica, pero los estados vecinos de Indochina, con la excepción de Camboya, siguen padeciendo la recesión que se desató en el sudeste de Asia hace dos años.

Laos y Vietnam siguen sufriendo la caída de la inversión y de la balanza comercial.

Laos procura profundizar sus vínculos con China y Vietnam para superar la situación.

Diplomáticos ante ese país señalan que existen signos de desilusión por que la integración a la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) no generó los beneficios esperados.

Laos se sumó a ASEAN en 1997, cuando la región comenzaba a sufrir la recesión, que se desató en Tailandia, la principal fuente de comercio e inversión regional.

Las últimas declaraciones del gobierno indican que el Partido Comunista de Laos cuestiona los beneficios que tiene para ofrecer ASEAN.

Políticamente, tanto China como Vietnam se consideran socios más confiables. "ASEAN no ofrece los beneficios que se esperaban", declaró una diplomática.

Al menos a corto plazo, el gobierno "se concentrará más en Vietnam y China que antes", aseguró.

Laos comenzó a abrir su economía a mediado de los años 80 y esperaba beneficiarse con el ingreso a ASEAN. Pero la economía aun sufre la recesión, que afectó más a la población de Vientiane, la capital.

"La inversión extranjera en el país descendió a sólo 45 millones de dólares en 1998, de 142 millones en 1997", informó el Banco Asiático de Desarrollo (BAD) en su última evaluación. El gobierno aumentó los salarios de los empleados públicos y la inflación en Vientiane creció rápidamente.

"La inflación amenaza las redes y las pensiones de la seguridad social", indicó el BAD. También hay inquietud por la creciente corrupción porque los funcionarios buscan alternativas para compensar sus deteriorados ingresos.

La moneda local, el kip, sigue devaluándose. "Oficialmente, el gobierno intenta mantener el valor oficial alineado con el del mercado negro", dijo la diplomática.

La perspectiva económica parece mejor en Camboya. La nueva mano de pintura en los edificios públicos de Phnom Penh, aunque simbólica, es al menos una señal de que la crisis está quedando en el pasado.

La reputación de incertidumbre política del país está siendo sustituida por mayor estabilidad desde las elecciones generales de 1998.

El redactor del diario Phnom Penh Post, Michael Hayes, asegura que hay indicios de mejoría. "La ciudad está más limpia y el comercio está mejorando. El crecimiento económico (estimado para este año) es de cuatro por ciento, frente al cero por ciento del año pasado", explicó.

"La publicidad va en aumento desde que se formó el nuevo gobierno, así como el ingreso de ayuda del exterior", agregó.

Los países donantes prometieron 470 millones de dólares a Camboya este año, mientras el gobierno prometió eliminar el talado ilegal, recortar el gasto militar y reformar el Estado.

El ministro de Finanzas camboyano Keat Chon, bajo presión de la comunidad internacional para aumentar la disciplina fiscal, prometió reducir el gasto militar a tres por ciento del producto interno bruto (PIB), frente al 4,16 por ciento que absorbió en 1998.

El gobierno planea reducir al ejército, que tiene 148.000 soldados, a la mitad en los próximos cinco años.

"Hay señales positivas. El panorama no va a cambiar de la noche a la mañana, y requiere un compromiso sostenido, pero yo tengo un cauto optimismo", dijo Hayes.

En Vietnam también hay señales de progreso, pero el crecimiento va en descenso.

Según las proyecciones del BAD, el PIB crecerá 3,7 por ciento este año, poco menos que el cuatro por ciento de 1998 y el 8,2 por ciento alcanzado en 1997.

La crisis asiática afectó a Vietnam porque casi 70 por ciento de la inversión extranjera procede de la región. Así mismo, las exportaciones a Japón y a ASEAN descendieron 30 por ciento en 1998.

"A menos que la situación macroeconómica regional y mundial mejore rápidamente, Vietnam deberá seguir ejerciendo la austeridad fiscal y monetaria si ha de contrarrestar la recesión sin recurrir a importantes equilibrios macroeconómicos", advirtió el BAD en su perspectiva económica para la región.

El embajador alemán Wolfgang Erck dijo que Hanoi corre peligro de perder la ayuda de la Unión Europea (UE) si no adopta reformas económicas.

"El volumen de la cooperación para el desarrollo entre Vietnam y la Unión Europea… es muy importante", aseguró Erck, pero agregó que el crecimiento del monto depende de la voluntad vietnamita para reformar la economía.

Así mismo, la UE demostró interés en el respeto por los derechos humanos y la libertad de prensa en Vietnam. "Sentimos que la situación interna es una causa de preocupación. Vemos menos tolerancia, más limitaciones a la prensa y a las comunidades religiosas", dijo. (FIN/IPS/tra-en/rc/js/aq/if/99

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