Ministros iberoamericanos de Educación reafirmaron hoy el compromiso de sus Estados en garantizar un acceso universal a una enseñanza pública de calidad.
"Si los individuos aprenden continuamente y los saberes se hacen extensivos a un mayor número de personas, los pueblos crecen y las naciones se fortalecen", reza una declaración aprobada al término de una reunión de dos días dirigida a los mandatarios de Iberoamérica.
En la IX Conferencia Iberoamericana de Educación, preparativa de la Cumbre de noviembre, estuvieron representados 20 de los 21 países del área que abarca a América Latina, España y Portugal.
Las sesiones de trabajo se centraron en la calidad educativa, el desarrollo y la integración ante el reto de la globalización.
De acuerdo a datos que circularon en la reunión, más de 30 millones de niños latinoamericanos y caribeños carecen de una oferta educativa adecuada y sólo uno de cuatro niños completa el nivel primario.
Un informe del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) advierte que más de 60 por ciento de los 190 millones de niños, niñas y jóvenes de la región viven en condiciones de pobreza y riesgo.
En consecuencia, la conferencia de educación concluyó que en Iberoamérica, el mejoramiento de la calidad de la enseñanza requiere necesariamente que se resuelva el problema de la equidad.
La declaración señala que alcanzar una educación de calidad para todos es un asunto que compete a la sociedad en su conjunto, y que, por lo tanto, corresponde a los Estados el compromiso de garantizar la continuidad de políticas educativas de probada eficacia.
En la medida en que se impulsen nuevos canales de comunicación y espacios para la cooperación entre sociedad y gobierno a favor de la educación pública, Iberoamérica tendrá posibilidades de dar sustentatibilidad a las acciones emprendidas y seguir avanzando hacia la excelencia en la formación de las personas, añade.
El texto propone también redoblar esfuerzos para que "el enorme potencial" que representan los medios de comunicación en la sociedad se transforme en un recurso a favor del fortalecimiento de la identidad cultural y la formación continua de las personas.
La declaración contiene además un programa de acción que, entre otros aspectos, propone redoblar esfuerzos para erradicar del analfabetismo en la región, fijando cada país, a esos efectos, objetivos concretos.
Al mismo tiempo, "impulsaremos políticas que ofrezcan nuevas oportunidades para que todos los habitantes de la región alcancen al menos el nivel de instrucción básica obligatoria", acotaron las delegaciones, muchas de ellas encabezadas por los propios ministros de educación.
En ese sentido, se propone continuar el impulso de políticas y programas compensatorios orientados a reducir la desigualdad en el acceso a la educación y ampliar las oportunidades de los grupos sociales más desfavorecidos.
También está presente la aspiración de llevar a los pueblos indígenas de la región una educación que contribuya a la conservación y al cultivo de sus lenguas y sus tradiciones, así como que les permita integrarse ventajosamente a la vida nacional.
El plan abarca la disposición de reforzar la educación en las etapas infantiles para favorecer un mejor desempeño de los niños en grados posteriores y como factor de compensación de desigualdades.
Estadísticas de Unicef indican que de nueve millones de niños, niñas y adolescentes que cada año ingresan a primaria en el área latinoamericana y caribeña, cuatro millones repiten el primer grado.
En una relación año por año, 30 por ciento de los alumnos de primaria en esa región repiten, en tanto no menos de 20 por ciento de las niñas y niños ingresa tardíamente a la escuela, añade un informe de Unicef conocido durante la conferencia de educación.
La reunión iberoamericana acordó además fortalecer "una educación para la paz" en los países del área "a partir del rechazo de toda forma de intolerancia, incluyendo la xenofobia y el racismo', en beneficio de la seguridad internacional y regional, asi como del desarrollo nacional.
Así mismo, instó a la Secretaría General de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI) estudiar la iniciativa de Panamá de establecer algunas de las actividades de esta entidad en instalaciones existentes en la zona del canal.
Acordó también solicitar a la IX Cumbre de jefes de Estado y de gobierno considerar especialmente el proyecto de la OEI de crear una cátedra de historia de Iberoamérica y "si lo estima conveniente y oportuno", otorgar a éste la calidad de Programa de Cooperación Iberoamericano.
La Cumbre Iberoamericana de La Habana, prevista para el 16 de noviembre tendrá como eje el tema "Iberoamérica y los riesgos de una crisis globalizada", que da continuidad al debate de 1998 en Portugal sobre "Los desafíos de la globalización y la integración regional".
La serie anual de cumbres iberoamericanas comenzó en 1991, a iniciativa de México y con el fin de reunir a los jefes de Estado y de gobierno de todos los países de lengua española y portuguesa de América y Europa para debatir problemas comunes.
La primera cita tuvo por sede la ciudad mexicana de Guadalajara, y las siguientes se realizaron en Madrid, Salvador de Bahía (Brasil), Cartagena de Indias (Colombia), San Carlos de Bariloche (Argentina), Santiago de Chile y Viña del Mar, Isla Margarita (Venezuela) y Oporto (Portugal). (FIN/IPS/pg/mj/ip en/99