CUBA-EEUU: Acuerdo comercial aún lejano

El primer contacto en 40 años entre la Cámara de Comercio de Cuba y la de Estados Unidos abrió el camino para un diálogo sistemático, pero fracasó en su intento inicial de alcanzar un acuerdo.

La firma del documento, anunciada para este jueves y considerada "irreal" por los observadores en este país, fue suspendida hasta tanto no se den las condiciones propicias para los intereses de ambas cámaras.

"Sólo el tiempo dirá lo que pasará. Estamos más bien ante una carrera de resistencia y no de velocidad", afirmó en conferencia de prensa en La Habana el presidente de la Cámara de Comercio de Estados Unidos, Tom Donahue.

Al término de una visita de tres días, que incluyó un encuentro de seis horas con el presidente Fidel Castro, Donahue precisó que éste es sólo "el comienzo de un diálogo" y que los contactos se sucederán en breve.

El acuerdo había sido anunciado por portavoces del gobierno cubano, pero en ningún momento se conoció cual sería su alcance o contenido.

El portavoz del Departamento de Estado, James Foley, advirtió en Washington que el viaje de una delegación de la Cámara de Comercio no significaba un cambio de la política estadounidense y no debía crear "demasiadas expectativas".

Analistas locales estiman que la diferencia esencial aparece tras el hecho de que la cámara cubana representa estrictamente al sector estatal, mientras la de Estados Unidos representa a unas tres millones de compañías privadas.

Por otra parte, el interés declarado de la parte estadounidense de fortalecer los vínculos entre empresas privadas de ambos países es interpretado por expertos locales como un desconocimiento de la realidad de la isla.

En Cuba, el sector privado se reduce a unos 160.000 trabajadores por cuenta propia, a pequeños agricultores y a formas de producción cooperativa que en los últimos años han llegado a poseer 78 por ciento de la tierra cultivable.

Pero el comercio exterior está regulado por el Estado y se realiza sólo por empresas públicas o de capital mixto, por tanto cualquier licencia de intercambio comercial tiene que partir de un cambio radical de política hacia el sector privado.

Así y todo, Donahue aseguró que de "altos niveles del gobierno de Cuba" recibió la garantía de que se mantendría el diálogo sobre las relaciones con el sector gubernamental, representado por la Cámara de Comercio cubana, y con el sector privado emergente.

Aclaró que el acuerdo entre ambas partes se firmará cuando esté garantizado que la relación pueda realizarse por estos dos caminos.

Donahue dijo que entre los objetivos principales de su viaje estaba definir el papel que pudiera desempeñar el sector de negocios de Estados Unidos para estimular el crecimiento de la empresa privada cubana e identificar oportunidades para futuros negocios.

La delegación estadounidense se reunió con altos funcionarios, así como con disidentes, empresarios, líderes religiosos y de organizaciones caritativas, y visitó un mercado agropecuario de libre concurrencia y un restaurante privado.

En todos los casos, aseguró Donahue, sus interlocutores "consideraron el levantamiento de las sanciones (económicas de Estados Unidos contra Cuba) como una vía para ir a la esencia del problema" y ver "qué efecto catalizador podría tener en la situación política y económica" de la isla.

Añadió que en su condición de presidente de la Cámara se opone a las sanciones económicas unilaterales porque, aunque en ocasiones existan razones que las justifican, por lo general no funcionan.

Esta es la primera visita de una delegación de la Cámara de Comercio de Estados Unidos al país caribeño desde la década de los años 20 y se inserta en la política del presidente Bill Clinton a favor del aumento de los contactos entre ambos países.

Clinton anunció el 5 de enero la ampliación de los vuelos directos a la isla, el aumento de las remesas que envían los emigrados en Estados Unidos a sus familiares en la isla y el incremento de los intercambios culturales, científicos y deportivos.

Estados Unidos dio pasos también para liberalizar la venta de equipos e insumos médicos, medicinas, alimentos y productos para la agricultura, pero, por lo general, pasan por estrictas regulaciones y están limitados al sector no estatal.

Fuentes de la delegación estadounidense aseguraron que habían propuesto al ministro de Salud cubano, Carlos Dotres, la confección de una lista de las medicinas necesarias en este país, en especial para niños y ancianos.

La iniciativa incluye el compromiso de colocar una medicina en Cuba en un plazo de 24 horas, luego de que la parte cubana haya efectuado el pago correspondiente, aseguraron los portavoces.

La Cámara habría solicitado también un informe pormenorizado de la situación nutricional en la isla, incluyendo los déficit en el consumo de proteínas y vitaminas. (FIN/IPS/da/dm/if ip/99

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