El gobierno de Cuba reaccionó hoy con cautela a la suspensión de visitas oficiales dispuesto por el de Canadá, un país que se convirtió en los últimos años en uno de los principales socios económicos de la isla.
"Las relaciones con Canadá están marchando" y las inversiones de esa nación en Cuba "siguen su curso normal", dijo este jueves el vicepresidente cubano Carlos Lage a la prensa extranjera acreditada.
Lage afirmó también que las relaciones comerciales con Canadá "han crecido en estos últimos años" y recordó que ha sido además uno de los principales emisores de turistas a Cuba.
Según versiones periodísticas desde Ottawa, las relaciones entre los dos países han empeorado desde el encarcelamiento de cuatro integrantes del Grupo de Trabajo de la Disidencia Interna.
Luego de alrededor de año y medio de arresto, el grupo fue juzgado en marzo por "actos contra la seguridad del Estado, en relación con el delito de sedición" y sus integrantes fueron sentenciados a penas de tres a cinco años de prisión.
"Para nosotros es una continuación del empeoramiento de la situación desde que algunos disidentes fueron enviados a la cárcel", dijo esta semana en Ottawa el primer ministro canadiense Jean Chretien.
"Aún tenemos relaciones" con Cuba, "pero tenemos que poner un poco de hielo norteño en el medio", dijo Chretien.
En la rueda de prensa, Lage dio a entender que conocía esas declaraciones, aunque se limitó a replicar que el gobierno cubano tiene puntos de vista diferentes y no coincide "con esas opiniones que se han estado publicando".
Lage dialogó brevemente con periodistas al concluir la sesión inaugural de la IX Conferencia iberoamericana de educación, preparativa de la cumbre de jefe de Estado y de gobierno que se celebrará en noviembre en La Habana.
Chretien visitó La Habana en abril de 1998, cuando sostuvo dos rondas de conversaciones con el presidente Fidel Castro y se anunció la solución a un litigio de cuatro décadas para compensar la expropiación de bienes de una aseguradora canadiense en la isla.
En esa ocasión, el primer ministro de Canadá pidió en discursos y declaraciones de prensa "cambios" en el régimen político cubano, en tanto Castro habría ofrecido "considerar" la liberación del grupo de los cuatro.
Así mismo, Chretien situó las relaciones bilaterales en fase de "compromiso constructivo", cuyo "marco de trabajo" quedó fijado en una declaración conjunta suscrita en enero de 1977, que promueve el debate sobre derechos humanos, entre una amplia gama de temas.
Durante la visita del ministro canadiense de Relaciones Exteriores, Lloyd Axworthy, el 7 de enero de este año, ambos gobiernos ratificaron esa declaración, que estableció un programa de cooperación en 14 esferas.
Ahora, el propio Axworthy habría suspendido indefinidamente los viajes de los ministros de Comercio Internacional, Sergio Marchi, y de Cooperación Internacional, Diane Marleau, previstas para este año.
No fue posible posible obtener detalles al respecto en la embajada de Canadá, que este jueves celebra su día nacional.
Ottawa también estaría revisando sus propuestas de asistencia bilateral para cancelar aquellos proyectos que no ayuden a mejorar la situación de los derechos humanos y la democracia.
Canadá es el inversor más importante de la isla, con un capital superior a 600 millones de dólares, y el segundo socio comercial de La Habana, con un intercambio superior a los 500 millones de dólares.
Cuba exporta a Canadá níquel, azúcar crudo, melaza de caña, productos del mar y tabaco e importa alimentos, estructuras metálicas, maquinarias y accesorios industriales, vehículos y equipos eléctricos, entre otros productos.
Una empresa canadiense, Sherrit International Corp. está considerada la mayor inversionista extranjera en la isla, con un capital comprometido superior a los 500 millonesde dólares y negocios en el níquel, el petróleo y las comunicaciones.
Informaciones periodísticas procedentes de Ottawa comentaron que el "enfriamiento" de las relaciones bilaterales ocurre en un momento en que muchas compañías canadienses, atraídas durante el deshielo económico cubano de principios de esta década, tienen dificultades para obtener ganancias en la isla.
Canadá será la sede de la próxima asamblea general de la Organización de Estados Americanos (OEA) en junio del 2000, y de la Cumbre de las Américas en el 2001.
Cuba, en cambio, fue expulsada por presiones de Estados Unidos de la OEA en 1962, por lo que no concurre a las reuniones de la organización ni a las Cumbres de las Américas. Washington, además, mantiene sobre la isla un bloqueo comercial y econonómico. (FIN/IPS/pg/mj/ip/99