COREA: Sur quiere ampliar alcance de misiles ante retos del Norte

Corea del Sur, inquieta por los esfuerzos de Corea del Norte por actualizar su sistema de misiles, se dispone a mejorar su propio programa de cohetes, para preocupación de Estados Unidos sobre un aumento de la tensión en el noreste de Asia.

Mientras aumenta la inquietud de Seúl por el lanzamiento de un cohete más poderoso de Pyongyang, el gobierno surcoreano también se vuelve más explícito sobre su deseo de liberarse de un acuerdo con Washington, su principal aliado en materia de seguridad, que le impide incrementar su capacidad misilística.

Corea del Sur limitó sus misiles a un alcance de hasta 180 kilómetros desde la firma de un acuerdo con Estados Unidos, en 1979, que le otorgó acceso a partes y tecnología estadounidenses de cohetes a cambio de limitar el alcance de sus misiles y el peso de sus ojivas a un máximo de 50 kilogramos.

Cuando Corea del Norte lanzó a modo de prueba su cohete Taepo Dong 1, que voló sobre el norte de Japón antes de hundirse en el océano Pacífico, a 4.000 kilómetros del sitio de su lanzamiento, Washington permitió tácitamente a Seúl desarrollar un misil con 300 kilómetros de alcance.

Pero eso ya no resulta suficiente para Seúl. En una cumbre con el presidente estadounidense Bill Clinton, realizada en Washington el día 2, el presidente surcoreano Kim Dae Yung solicitó permiso para desarrollar misiles de hasta 500 kilómetros de alcance para contrarrestar la amenaza norcoreana.

Un cohete de 300 kilómetros de alcance no podría llegar a cualquier punto de Corea del Norte, arguyeron expertos surcoreanos en seguridad. El Taepo Dong de Pyongyang tiene un alcance de hasta 4.500 kilómetros y puede llegar a Corea del Sur, Japón y más allá.

Así mismo, "los misiles surcoreanos de 180 kilómetros no pueden llegar a ningún objetivo militar importante situado al norte de Pyongyang, aun si es lanzado desde la frontera", declaró un diplomático y funcionario de seguridad nacional.

El objetivo del gobierno de Kim, que hasta ahora practicó una política de compromiso con el Norte, consiste en contar con un medio disuasorio para los esfuerzos de Pyongyang de aumentar su capacidad misilística.

Analistas japoneses sostienen que Corea del Norte se está preparando para lanzar en los próximos meses, también a modo de prueba, su Taepo Dong 2, un cohete de mediano alcance que podría llegar hasta Alaska.

"Propuse al presidente Clinton que desarrollemos y probemos un misil de 500 kilómetros de alcance. Expliqué a los funcionarios estadounidenses que necesitamos un misil que pueda abarcar todo el Norte y disuadir a Pyongyang", declaró Kim a su regreso.

Clinton respondió que la solicitud de Kim podría ser tratada a nivel de negociadores bilaterales.

Pero ahora, la prensa surcoreana sostiene que Washington se opone a la propuesta de Seúl por temor a una desestabilización del noreste de Asia.

Además, Estados Unidos teme "irritar a China y Japón" al permitir un programa de misiles más fuerte de Seúl, según analistas surcoreanos.

"Parte de esos dos países podrían ser alcanzados por un misil surcoreano de 500 kilómetros", señaló un experto integrante del gabinete de estrategia de defensa del gobierno.

En la península de Corea, la política de Washington consistió hasta ahora en persuadir al Norte, afectado por la hambruna, de adoptar un plan de recuperación económica que el ex secretario de Defensa William Perry se encargó de promover en una gira por ambas capitales coreanas y Tokio.

La iniciativa de Kim podría tener por objetivo demostrar a Corea del Norte que el Sur también puede adquirir superioridad misilística en cualquier momento.

"Pyongyang ha estado usando su superioridad sobre Seúl en materia de misiles para dialogar directamente con Washington excluyendo a Corea del Sur", señaló un investigador del Instituto Sejong, un grupo de expertos surcoreanos.

"Por lo tanto, sería importante que Seúl y Washington resolvieran rápidamente el tema, porque Pyongyang podría interpretar cualquier demora como una señal de división en la alianza de seguridad", advirtió.

Mientras, Corea del Sur previno que el lanzamiento del Taepo Dong 2 podría afectar su ayuda humanitaria para combatir la hambruna en el Norte.

"El lanzamiento de otro misil norcoreano afectaría gravemente la entrega de alimentos y fertilizantes y los programas de intercambio económico", advirtió Hong Soon-Young, ministro de Relaciones Exteriores.

En respuesta, la radio oficial de Pyongyang acusó a Seúl y Tokio de "tratar de interferir con nuestro derecho soberano a desarrollar y lanzar nuestros propios misiles". (FIN/IPS/tra-en/amy/js/mlm/ip/99

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