El comercio entre Colombia y Venezuela experimenta una contracción de más de 50 por ciento atribuida a la crisis económica, y que podría agravarse con nuevos obstáculos al transporte carretero de cargas a través de la frontera.
"En los primeros tres a cuatro meses de este año ya teníamos una caída de 57 por ciento en el comercio", aseguró este martes la presidenta de la Asociación Venezolana de Exportadores, Luisa Romero.
De acuerdo con cálculos difundidos a ambos lados de la frontera en las últimas semanas, el intercambio que alcanzó a los 2.500 millones de dólares en 1998 podría limitarse a 1.500 millones anuales en 1999.
Romero advirtió que ese fenómeno "obedece a la recesión económica de ambos países" y no a medidas circunstanciales como el trasbordo obligatorio de cargas en tránsito de Colombia a Venezuela, frente al cual recomendó "esperar para ver como ha sido su efecto".
Estimaciones colombianas divulgadas este martes por la prensa venezolana indicaban que el trasbordo, dispuesto de forma unilateral por Caracas, había causado una disminución de 20 por ciento en la carga que atravesó la frontera entre los dos países.
Los informes también aseguraron que el costo de la carga aumentaría 17,8 dólares por tonelada.
El gobierno de Hugo Chávez decidió aplicar el trasbordo de carga desde el 15 de julio debido a la inseguridad existente en Colombia, que, afirmó, atenta contra la libre circulación de los camioneros venezolanos en ese país.
La medida fue adoptada tras protestas de los camioneros venezolanos que reclamaron por falta de garantías para operar en Colombia, mientras los colombianos no tenían inconvenientes para cruzar la frontera.
Romero, quien respalda la medida del gobierno venezolano, destacó en declaraciones a una radio local que hay un proceso de acomodo del sistema de trasbordo, aunque reconoció que la carga y descarga pueden encarecer los fletes.
Sin embargo, aseguró que el impacto sobre el comercio bilateral global será limitado, pues los exportadores han optado por usar cada vez más el transporte marítimo ante las dificultades para operar por vía terrestre.
Mientras, Colombia protestó por la decisión unilateral de Venezuela y la Comunidad Andina de Naciones (CAN) emitió un pronunciamiento en el cual pedía levantar el trasbordo, pues afecta las decisiones sobre libertad de transporte de carga en la región.
Venezuela decidió aplicar la medida transitoria por un año pese al pronunciamiento de la CAN, y anunció que apelaría, si fuera necesario, al Tribunal Andino.
El trasbordo sirvió como telón de fondo para una disputa entre estos dos países socios de la CAN, integrada también por Bolivia, Ecuador y Perú.
Caracas retiró su embajador en Bogotá hace 10 días tras considerar inaceptables comentarios de la ministra de Comercio Exterior colombiana, Marta Lucía Ramírez, quien cuestionó la voluntad de integración del gobierno venezolano.
El presidente Chávez envió una carta a su par colombiano, Andrés Pastrana, divulgada este martes en Caracas, en la cual le pide "una particular comprensión que disminuya las presiones y favorezca el normal desarrollo de las relaciones bilaterales".
Sobre el trasbordo, Chávez le dijo a Pastrana que "esta es una medida que no tenemos intención de modificar mientras no se logre una respuesta a la demanda inmediata de nuestros transportistas, garantizando entre otras cosas su seguridad".
Pero analistas de las relaciones bilaterales han lamentado que esta medida se haya puesto en práctica justamente cuando las relaciones comerciales bilaterales están de capa caída.
"En estos momentos la coyuntura económica es difícil para ambos países y en consecuencia no son recomendables las medidas proteccionistas", consideró el presidente de la Cámara de Integración Colombo Venezolana, Juan González. (FIN/IPS/lc/mj/if tr/99
