CHILE-MEXICO: Nuevo paso hacia libre comercio

El tratado de libre comercio entre Chile y México entrará en vigor este domingo con expectativas de avances aun mayores, tras ocho años en los que el intercambio bilateral se multiplicó por seis.

El gobierno mexicano espera nuevas oportunidades de negocios bilaterales a partir del nuevo tratado, mientras un experto prevé que Chile deberá adaptar su producción a las exigentes normas ambientales que rigen en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

Entre 1991 y 1998, las exportaciones mexicanas a Chile crecieron 515 por ciento, al alcanzar los 849 millones de dólares anuales, mientras las importaciones de productos chilenos por parte de México aumentaron 1.000 por ciento en el mismo periodo.

El año pasado, las exportaciones chilenas a México ascendieron a 552 millones de dólares, lo que representó un incremento de 48 por ciento respecto de 1997.

Esta década, México firmó acuerdos comerciales como el TLCAN, con Canadá y Estados Unidos, así como con Colombia y Venezuela (el Grupo de los Tres, G-3) y con Bolivia y Costa Rica.

México también negocia con la Unión Europea (UE), el proyecto de acuerdo comercial más ambicioso del gobierno de Ernesto Zedillo, cuya firma está prevista para este mismo año.

Además, México discute la apertura de su mercado con Guatemala, Honduras y El Salvador, en conjunto, y por separado con Belice, Ecuador, Israel, Panamá y Perú.

El acuerdo de complementación económica entre Chile y México puesto en vigor el 1 de febrero de 1991 abrió un periodo de gran auge del comercio bilateral y determinó un proceso que culminó en enero de 1996, con la desgravación total de la mayor parte del universo arancelario.

La dinámica del intercambio impulsó a Chile y México a profundizar los alcances de ese acuerdo de complementación económica, que al principio preveía sólo la liberalización del comercio de bienes.

Productos como el petróleo y sus derivados, leche en polvo y aceites vegetales, entre otros, quedaron fuera del programa. Pero el nuevo tratado de libre comercio incluye servicios, inversión, solución de controversias, compras gubernamentales y propiedad intelectual.

El tratado que comenzará a regir este domingo tiene "el propósito de favorecer el proceso de integración económica en América" y tendrá, incluso, consecuencias sobre el manejo del ambiente en Chile, afirmó el investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana de México Federico Nobelo.

El acuerdo "muestra que la apertura comercial es el instrumento determinante para la integración de las regiones en el hemisferio", agregó Nobelo.

El experto pronosticó que México, obligado por el TLCAN a observar las exigentes normas ambientales que rigen en Estados Unidos, podría exigir el cumplimiento de estas mismas normas a Chile.

Chile "podría tener que moderar el ritmo de explotación de sus recursos naturales, que son el corazón de sus exportaciones", sostuvo Nobelo.

Los productos que Chile vende al exterior "poseen un componente tecnológicamente bajo, producto de la pesca y la industria maderera, por ejemplo", pero "representan un costo ambiental muy importante" para ese país, explicó.

México exporta a Chile vehículos automotores (incluso camiones), abono mineral, medicinas y computadoras, e importa del país sudamericano cobre mineral y refinado y frutas.

Las autoridades mexicanas destacan como un gran logro de México en el acuerdo con Chile la exclusión del libre comercio de productos agropecuarios delicados como el frijol, malta cebada y trigo.

Ambas partes acordaron también la eliminación de subsidios a las exportaciones a partir del 1 de enero del 2003.

En materia de reglas de origen, Chile y México decidieron incorporar mecanismos de verificación, control y sanciones, a fin de brindar mayor transparencia y seguridad a los agentes comerciales.

El tratado incluye un sistema de solución de controversias para resolver posibles conflictos entre el inversionista y el país receptor de la inversión.

El capítulo sobre propiedad intelectual prevé evitar que los productos comercializados se ostenten como originales cuando no lo sean.

Además, Chile reconoció las denominaciones de las bebidas alcohólicas tequila y mezcal como propias de México, que, a su vez, reconoce los términos pisco, pajarete y vino asoleado como propios de productos exclusivamente chilenos.

Con la entrada en vigor del acuerdo, que se enmarca dentro de los principios de la Organización Mundial de Comercio, se simplificaron los trámites de ingreso a Chile y México de empresarios de cualquiera de los dos países en busca de nuevas oportunidades de comercio y negocios. (FIN/IPS/pf/mj/if/99

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