CHILE: Baja histórica de la inflación tiene un alto costo

La inflación de Chile en 1999 será la más baja en 60 años, según proyecciones planteadas hoy por especialistas, pero continúan las críticas al alto costo, en recesión y desempleo, de este supuesto éxito de la política económica.

Los expertos consideraron que al terminar este año el aumento del índice de precios al consumidor (IPC) no habrá sido más de 3,8 por ciento, el menor desde la inflación de 2,2 por ciento en 1938.

Según un informe oficial entregado el viernes por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), la inflación acumulada en el primer semestre de este año fue sólo uno por ciento, con un incremento en los últimos 12 meses de 3,8 por ciento.

La tendencia indica que el resultado de 1999 podría ser bastante inferior a la meta de 4,3 por ciento de IPC planteada para este año por el Banco Central, organismo autónomo que maneja las políticas crediticias y monetarias.

Un registro inflacionario de uno por ciento en seis meses es a primera vista un gran logro, pero cualquier elogio se diluye si se tiene en cuenta que Chile acumuló, en el mismo primer semestre de 1999, una caída del producto interno bruto (PIB) cercana a 2,5 por ciento.

Los analistas señalaron que otro de los factores que oscurecen el resultado de la política antinflacionaria es el desempleo de 9,8 por ciento registrado por el INE en el mes de mayo, que fue la mayor tasa de desocupación en la presente década.

Las bajas inflaciones como consecuencia de la recesión constituyen este año uno de los rasgos predominantes en las economías de América Latina, que sufren el impacto de la crisis internacional iniciada hace ya 24 meses en Tailandia.

Las metas anuales para la evolución del IPC fijadas por el Banco Central se han cumplido regularmente, con inflación menor de diez por ciento desde 1994 (cuando el IPC fue 8,9 por ciento), y reducciones sucesivas que llevaron el incremento de precios a sólo 4,7 por ciento en 1998.

La tasa anual de 3,8 por ciento sería un gran éxito en un año normal, ya que "habría implicado reducir la inflación al tiempo que se lograba un crecimiento fuerte" del PIB, señaló el economista José de Gregorio, de la Universidad de Chile.

La realidad es muy distinta, a la luz de las caídas del PIB y el empleo, a las que se suman reducciones del gasto y la demanda de 13,2 por ciento en el primer trimestre del año, y de 12 por ciento entre abril y junio, advirtió De Gregorio.

George Lever, analista de la Cámara de Comercio, comentó a su vez que desde la perspectiva de la demanda, un crecimiento del IPC inferior a cuatro por ciento este año será un hecho negativo, porque indicará la magnitud de la recesión.

"Lo deseable es que los objetivos inflacionarios que fija la autoridad generen certidumbre, ya que el Banco Central debe prever metas que se cumplan y no que provoquen apuestas", dijo Lever este lunes a El Diario, un periódico especializado en economía.

Tomás Flores, un economista del Instituto Libertad y Desarrollo, vinculado con la oposición de derecha, opinó que el IPC podría crecer a mayor ritmo en el segundo semestre de este año, a raíz de la depreciación de la moneda que se viene registrando desde mayo.

El Banco Central disminuyó las tasas de interés e indujo una mayor demanda de divisas, por lo cual el dólar llegó a cotizarse a más de 515 pesos la semana pasada, aumentando su precio 35 pesos durante el último mes.

Flores estimó que aun así el IPC no llegará a crecer más de 3,8 por ciento en 1999, ya que "en el peor de los escenarios" la inflación del segundo semestre será del orden de 2,8 por ciento.

Los analistas piensan que la evolución del IPC en los próximos meses estará estrechamente ligada a la reactivación del empleo y la demanda, pilares a su vez de un esperado repunte del PIB que sólo podría producirse en el último trimestre del año.

Ahora el Banco Central enfrenta el difícil desafío de fijar para el año 2000 una meta de inflación que permita continuar con la política de control de precios pero no deprima la actividad.

El candidato presidencial de la gobernante Concertación por la Democracia, Ricardo Lagos, planteó que, en este escenario, una opción que puede manejar el presidente del Banco Central, Carlos Massad, es reiterar para el año próximo la meta de 4,3 por ciento fijada para 1999.

Massad aseguró este domingo en Valparaíso, 120 kilómetros al oeste de Santiago, que se cumplirá el objetivo en materia de inflación que se había planteado para 1999, y anunció que en septiembre dará a conocer al Senado la meta para el año próximo.

El presidente del Banco Central se defendió de las críticas a su gestin, sostuvo que la política de ajuste ha sido exitosa, y pronosticó que el PIB llegará a un crecimiento de 0,5 por ciento este año, y a uno de entre 4,5 y 5,5 por ciento en el año 2000. (FIN/IPS/ggr/if/mp/if/99

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