El regreso a Argentina de los hermanos Horacio y Humberto Paz completó hoy la repatriación de los nueve extranjeros presos en Brasil hace casi 10 por el secuestro de un empresario.
La acción, realizada en diciembre de 1989 en Sao Paulo, tenía por fin obtener fondos para la guerrilla en El Salvador. Pero la policía logró abortarla, tras descubrir donde se hallaba el secuestrado, Abilio Diniz, propietario de una de las mayores redes de supermercados de Brasil.
Dos canadienses miembros del grupo, que mantenía relaciones con el MIR (Movimiento de Izquierda Revolucionaria) de Chile, fueron trasladados el año pasado a su país.
Otros cinco secuestradores, de nacionalidad chilena, pudieron volver a su país a principios de este año, tras realizar una huelga de hambre de 45 días, la más prolongada en la historia de Brasil.
El único brasileño integrante del grupo, Raimundo Freire, obtuvo beneficios de la legislación nacional y se encuentra en libertad condicional en su estado de origen, Ceará, en el nordeste.
El gobierno de Brasil, que se había comprometido a repatriar a los nueve extranjeros, explicó que el traslado de los dos argentinos se postergó por demora de los trámites en Argentina.
Humberto Paz, considerado el lider del grupo, y su hermano Horacio, comenzaron hace 13 días una nueva huelga de hambre, la tercera desde el año pasado, para presionar a las autoridades de Argentina y Brasil y lograr su repatriación.
La justicia brasileña consideró delito común el secuestro de Diniz, pese a que tuvo móvil político. Los hermanos Paz fueron condenados a 26 y 28 años de prisión, luego reducidos a penas entre 16 y 18 años, que cumplían en el complejo penitenciario Carandirú, en el centro de Sao Paulo.
Los diez secuestradores habían recibido el apoyo de un Comité por la Liberación de los Presos Internacionalistas, conformado por sus familiares y otras personas, que se movilizó por la repatriación.
El portavoz del comité, Breno Altman, aseguró que los hermanos Paz, frustrados por el incumplimiento de las autoridades brasileñas, sólo pondrían fin a la huelga de hambre en el avión que los llevaría a Buenos Aires.
Según el acuerdo entre Argentina y Brasil para el traslado de los presos, los hermanos Paz deberán completar en su país dos tercios de su condena, para obtener luego la libertad condicional.
Pero los abogados defensores intentarán adelantar el momento de la libertad condicional, como ya se hizo en el caso de los dos canadienses.
Humberto Paz declaró que el grupo ya no consideraba válida la lucha armada en América Latina, tras el fin de las dictaduras militares.
Los dos hermanos dijeron que desean volver a la convivencia con su familia y amigos, estudiar y reconstruir su vida. Pero también se manifestaron dispuestos a seguir luchando contra "la miseria y la injusticia". (FIN/IPS/mo/ff/ip hd/99