El acuerdo de preferencias comerciales alcanzado por Brasul y la Comunidad Andina de Naciones (CAN) es un campo de experimentación para el buscado convenio de libre intercambio entre los andinos y el Mercosur, destacaron los analistas.
Unas 3.000 subpartidas arancelarias están comprendidas en el acuerdo logrado el domingo por Brasil y la CAN (Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela), que las partes negociaban desde marzo y que entrará en vigor el 16 de agosto.
Brasil insistía en un acuerdo de sólo un año, al cabo del cual, y tomando probablemente en cuenta la actitud de los otros tres países que lo acompañan en el Mercosur (Mercado Común del Sur), se reabrirían la negociaciones.
Por su parte, la CAN proponía un plazo de tres años. El convenio alcanzado reemplazará los acuerdos de alcance parcial que mantenían Brasil y cada una de las naciones andinas en el marco de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI).
"Si bien no es un acuerdo de libre comercio, las preferencias negociadas son, en muchos casos, de 100 por ciento o están por encima de 70 por ciento, lo que permite un acceso bastante amplio de productos de ambas partes a los mercados andinos y de Brasil", comentó este lunes Víctor Rico, Director General de la Secretaría de la CAN.
El intercambio comercial entre Brasil y la CAN asciende a casi 3.000 millones de dólares anuales, con ventaja para el país del Atlántico, que en 1998 vendió a los andinos productos por valor de 2.000 millones.
Los analistas peruanos creen que la negociación culminada es un campo de experimentación y tal vez también una plataforma de impulso para el difícil acuerdo entre la CAN y el Mercosur, bloque que Brasil conforma con Argentina, Paraguay y Uruguay, para la creación de una zona de libre comercio sudamericana.
Las negociaciones entre la CAN y el Mercosur, propuestas en 1995, se suspendieron en marzo de este año, sin resultado.
"El acuerdo entre los países andinos y Brasil hay que medirlo en función de la hasta ahora frustrada creación de un área de libre comercio entre la CAN y el Mercosur, que los dos bloques buscan sin resultados desde 1995", comentó Hugo Aquino, experto de la empresa peruana de consultoría financiera Avance Económico.
"Durante cuatro años, los dos bloques buscaron, sin conseguirlo, un acuerdo de tipo global, a pesar de contar con el respaldo del socio mayor del Mercosur, Brasil", dijo Aquino.
Tampoco fue fácil el acuerdo entre Brasil y la CAN. Los representantes de las dos partes debieron reunirse cuatro veces, dos en Brasilia y dos en Lima (sede de la CAN), antes de la cita final, también en la capital peruana, que incluso debió prolongarse dos días más allá del viernes, el plazo fijado originalmente.
"Los resultados de esta última reunión demuestran que la negociación en bloque es una fórmula adecuada para el interés de los países andinos, y tendremos que tratar de proseguir con dicha pauta en nuestras conversaciones con el Mercosur", declaró Rico.
Este comentario se refiere a la anterior insistencia de los países del Mercosur, especialmente de Argentina, de negociar con las naciones andinas una por una.
"Es indudable que la voluntad política existe" para la negociación CAN-Mercosur, como lo demostró el esfuerzo realizado por los negociadores de ambas partes, en las cuatro rondas de negociación", comentó Rico.
"Las dificultades radican básicamente en dos factores: el primero de ellos se refiere a que las dos partes son dos uniones aduaneras imperfectas, en vías de consolidación, pero que han desarrollado importante y creciente flujo de comercio en el interior de sus mercados, que requieren ser preservados", explicó.
"El segundo aspecto tiene que ver con las modalidades con las que serán multilateralizadas las concesiones que se otorgaron bilateralmente cada uno de los países que forman parte de la unión aduanera", agregó.
"Si se mantuvieran dichas concesiones, 'perforarían' la unión aduanera y, consecuentemente, generarían condiciones de competencia desiguales", observó Rico.
"Sin embargo, no debe olvidarse que el objetivo final de la negociación es crear una zona de libre comercio y que, por lo tanto, esas condiciones desiguales se irán eliminando en el tiempo, pues al final del camino todos los productos accederán a los mercados de los nueve países en las mismas condiciones" expresó.
"En la medida en que se aborden creativamente las dos problemas antes mencionados, las negociaciones para un acuerdo de preferencias CAN-Mercosur no sólo podrán concluir en algún momento, sino que ese momento podrá ser muy pronto", concluyó Rico. (FIN/IPS/al/ff/ip if/99