/BOLETIN-INTEGRACION/ COMUNIDAD ANDINA: Tiempo de roces entre Venezuela y Colombia

Venezuela confirmó que no renunciará a su decisión unilateral de realizar el transbordo en la frontera de cargas procedentes de Colombia, en un ambiente enrarecido para la integración de los dos países, que está enmarcada por la Comunidad Andina de Naciones (CAN).

El ministro de Industria y Comercio, Gustavo Márquez, calificó el viernes de "inaceptables" las críticas de la ministra de Comercio Exterior colombiana, Martha Lucía Ramírez, quien puso en duda la voluntad de integración del gobierno de Venezuela.

El fuerte intercambio de declaraciones se concretó previo a la entrada en vigor el día 14 de la decisión sobre el transbordo de mercadería en la frontera, justificada por Caracas en la necesidad de "nivelar el terreno" frente a una competencia desleal, dijo Márquez.

Venezuela informó que a partir del miércoles pondrá en funcionamiento una terminal para que camiones colombianos traspasen su carga a los venezolanos en la frontera, una medida cuestionada por Bogotá.

La CAN, que también integran Bolivia, Ecuador y Perú, debe pronunciarse el lunes respecto de la decisión venezolana, que presuntamente incumple disposiciones del bloque sobre liberalización del transporte de carretera en la región.

"Hay que tener presente que nosotros nos hemos dado unas leyes que han aprobado los miembros de la CAN, las cuales deben ser cumplidas", comentó esta semana en Caracas el secretario general del bloque andino, el venezolano Sebastián Alegrett.

La medida del gobierno de Hugo Chávez fue adoptada ante protestas de los camioneros locales, quienes demandaban igualdad frente a sus colegas colombianos.

Pero las diferencias no se originan en disposiciones estatales, sino en problemas de inseguridad.

Los camioneros colombianos pueden transitar por Venezuela, mientras los de este país arguyen que no se aventuran en Colombia porque es muy peligroso, por lo cual se ven obligados a traspasar su carga en la frontera.

Márquez señaló que en Colombia secuestran personas hasta en las iglesias, "imagínense como será en las carreteras", y advirtió que el transbordo decidido por Venezuela es "una realidad impuesta por la desigualdad".

Por su parte, Ramírez dijo en declaraciones realizadas en Caracas que "cree que una salvaguardia en transporte es ilegal, y no está prevista en la CAN".

Colombia también rechazó el carácter unilateral de la medida.

En el marco del intercambio de críticas, la ministra Ramírez comentó en Caracas que Chávez "tiene un discurso integracionista, pero las medidas que aplican algunos de sus funcionarios son lo opuesto".

"Queremos coherencia", añadió la funcionaria colombiana al diario "El Nacional" de esta capital.

"En Colombia muchos productores nos critican por puristas y por cumplir con Venezuela, cuando éste país no le cumple a Colombia, y es difícil manejar esta situación porque uno entiende que tienen razón", dijo Ramírez.

En Caracas sus comentarios sobre la voluntad integracionista venezolana fueron considerados como una intromisión indebida en asuntos internos.

"Lamento mucho esas declaraciones", porque en este país "el gobierno es uno solo y es perfectamente coherente". dijo el ministro Márquez.

"Esas declaraciones hacen daño al proceso de integración", agregó Márquez, quien dijo haber detectado en su contraparte colombiana "una actitud hostil".

Más allá de la guerra de declaraciones, la ministra colombiana reveló que el comercio bilateral este año no llegará a los 2.000 millones de dólares, cuando hace un año y medio se pronosticaba que podría llegar a 3.500 millones.

Las ventas colombianas bajaron 35 por ciento y las venezolanas 50 por ciento, informó Ramírez. (Fin/IPS/lc/dm/if ip/99

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