/BOLETIN-INTEGRACION/ CARIBE: Pequeños avances hacia un mercado común regional

La cumbre anual de la Comunidad del Caribe (Caricom), realizada en Trinidad y Tobago esta semana, finalizó con pequeños avances hacia un mercado común regional, pero no se fijaron plazos para su creación.

Los gobernantes estimaron, sin embargo, que las decisiones de la cumbre fueron más realistas que los planes previos.

La Caricom está integrada por Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Belice, Dominica, Granada, Guyana, Jamaica, Montserrat, San Cristóbal y Nevis, Santa Lucía, San Vicente y Granadinas, Suriname y Trinidad y Tobago.

El polémico Tribunal Caribeño de Justicia (TCJ), un proyecto vinculado con la intención de contar con autonomía de Gran Bretaña para aplicar la pena capital, no se convertirá en una realidad antes del 2000.

El proyecto de Mercado Común de la Caricom (MCC) no tiene plazos claros, y el primer ministro de Bahamas, Hubert Ingraham, declaró que algunos de sus requisitos, como la libre circulación de trabajadores y la adopción de una moneda única, "no serán una realidad durante el tiempo que me queda de vida".

El primer ministro de Barbados, Owen Arthur, quien ha estado dirigiendo el esfuerzo regional para poner en marcha el MCC, se mostró más optimista, y señaló que los gobiernos de la región ya han comenzado a adoptar medidas de liberalización que apuntan a la libre circulación de trabajadores.

El primer ministro de Jamaica, Percival Patterson, negó a su vez las versiones periodísticas de que Kingston estaba frenando los esfuerzos para crear el TCJ, y declaró que las tareas jurídicas preparatorias habrán terminado antes de fin de año.

El primer ministro de San Vicente y Granadinas, James Mitchell, señaló que se debe distinguir entre las tareas del TCJ como organismo de decisión en las cuestiones vinculadas con el Tratado de la Caricom, y su papel de eventual sustituto del Consejo Privado del Reino como corte de apelaciones en última instancia.

El Consejo Privado del Reino es el máximo tribunal de apelaciones para muchos de los países que integran la Comunidad Británica, incluyendo a la mayoría de los de la Caricom. En los últimos años, gobiernos caribeños se quejaron de que ese organismo impidiera la ejecución de varios condenados a muerte.

La atribución al TCJ de poderes jurisdiccionales en las contiendas vinculadas con el Tratado de la Caricom no requeriría una mayorías parlamentarias especiales en todos los países del bloque.

En algunos países orientales del Caribe, la sustitución de las funciones del Consejo Privado del Reino exigiría no sólo mayorías parlamentarias especiales sino también una aprobación en referendo.

En el caso de San Vicente y Grenadinas, una iniciativa semejante debería ser aprobada primero por dos tercios del parlamento y luego por la misma mayoría en un referendo.

Cuando IPS preguntó a Mitchell si había realizado contactos con el opositor Partido Laborista Unido de su país, para buscar apoyo en esta cuestión, el pimer ministro confesó que ni siquiera estaba seguro de que su gabinete ministerial aprobara la sustitución del Consejo Privado del Reino.

Said Musa, el primer ministro de Belice, dijo que debió esforzarse para lograr que el TCJ pueda trasladarse a distintos países de la región para considerar los casos que se le presenten, en vez de permanecer siempre en su proyectada sede de Puerto España.

La movilidad del TCJ también fue planteada por Bahamas como una condición indispensable para la creación del organismo.

Ingraham declaró a la prensa que el TCJ debe "trasladarse de un lugar a otro y ser propiedad de la región, no solamente de Trinidad y Tobago", agregando que se deben asegurar que el tribunal sea financiado de manera "puntual y eficiente".

En lo referido al mercado común, los gobernantes regionales acordaron que el proceso de su creación debe acelerarse con la ratificación, en el plazo más breve que sea posible, de los nueve protocolos planteados.

La cumbre logró superar las disputas relacionadas con el cuarto protocolo, que allana el camino para acuerdos bilaterales de comercio con países que no pertenecen a la Caricom.

El primer ministro de Grenada, Keith Mitchell, había afirmado, por ejemplo que permitir a terceros países el acceso al mercado libre, en iguales condiciones que los miembros de la Caricom, podía ser "desastroso" para algunas economías.

Una nota de la delegación de Jamaica informó que el acuerdo sobre el cuarto protocolo se produjo despues de "vibrantes discusiones", y que Patterson instó a sus colegas a firmarlo "como un paso esencial que debe ser dado ahora".

El primer ministro jamaiquino señaló que los términos del protocolo aseguran que los acuerdos bilaterales con países que no pertenecen a la región "no van a perjudicar a ningún miembro de Caricom ni colocar a terceros en una posicion más ventajosa".

"La cláusula brinda toda la flexibilidad que es dable esperar de un acuerdo de este tipo. Debemos demostrar aquí, en Puerto España, la resolución y el deseo de la comunidad de adoptar las decisiones audaces necesarias para lograr la integración regional y económica", enfatizó.

El domingo se firmaron el sexto protocolo, sobre política de transporte, y el séptimo, sobre países, regiones y sectores menos favorecidos.

Arthur dijo que para junio del 2000 "habrá un programa en marcha para la remoción de las restricciones actuales al movimiento de capitales, el derecho de establecer empresas en la región y la provisión de servicios".

Patterson anunció que la Caricom adoptará una actitud agresiva en las inminentes discusiones de la Organización Mundial de Comercio (OMC) y la renegociación del acuerdo de Lome (de preferencias comerciales, entre la Unión Europea y Asia, el Caribe y el Pacífico).

El primer ministro de Jamaica informó que en agosto se realizará en su país una reunión de expertos regionales e internacionales para preparar esas negociaciones.

"El comercio mundial no puede limitarse al comercio entre los países industrializados", subrayó, agregando que las normas de la OMC no deben ser consideradas inmodificables, y que la región intentará hacer oír su voz de manera distinta.

Patterson señaló que los próximos debates de la OMC, que comenzarán en la ciudad estadounidense noroccidental de Seattle, son llamados "la Ronda del Milenio" o "la Ronda del Desarrollo", pero que él prefería verlos como una ocasión para revisar a fondo los cometidos del organismo.

Ingraham declaró el jueves a la prensa que el proceso de integración de la Caricom tambien podría examinarse más a fondo. "No importa cuántas veces escuché a mis colegas declarar que vamos a tener libre circulación de trabajadores en el Caribe, yo no creo que eso ocurra en el plazo que me queda de vida", dijo.

Sobre la proyectada creaión de una moneda única regional, el primer ministro de Bahamas afirmó: "No va a ocurrir. Se supone que los políticos, como muchos otros hombres, son soñadores, y no estoy en contra de aquellos a quienes les gusta soñar, pero soy pragmático y vivo en un mundo práctico y real". (FIN/IPS/tra-en/wg/cbv/ego/mp/if ip/99)

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