La posibilidad de autosuficiencia petrolera de Brasil dentro de cinco años altera el mapa del comercio energético y amplía el papel integrador del gas natural en América del Sur.
La producción interna de petróleo en franca expansión podrá alcanzar para cubrir el consumo interno en cinco años e incluso exportar dentro de 10 años, pronosticó el presidente de la empresa estatal Petróleo de Brasil (Petrobrás), Henri Reichstul.
Eso será posible por el fin del monopolio de la empresa Petrobrás y la consecuente participación de compañías internacionales en la exploración y extracción de petróleo en el país a partir de este año.
Petrobrás ya firmó 19 contratos de asociación con empresas privadas y otras extranjeras, las cuales destinarán 2.440 millones de dólares para esas actividades, que antes eran exclusivas de la compañía estatal y dependían de su escasa capacidad de inversión.
Brasil produce en la actualidad dos tercios de su consumo de 1,8 millones de barriles diarios. Para satisfacer las necesidades restantes del mercado interno este país recurre a proveedores como Argentina y Venezuela, que perderán tales exportaciones.
Argentina tiende a exportar gran cantidad de gas natural al mercado brasileño, siguiendo los pasos de Bolivia que lo hace a través del gasoducto que comenzó a abastecer Sao Paulo este mes, en fase de prueba.
Otros gasoductos, proyectados por consorcios privados, suministrarán el gas del norte argentino al sur de Brasil en los próximos años.
La mayor utilización de gas natural ayudará a Brasil a hacerse autosuficiente en petróleo, absorbiendo parte del aumento del consumo, observó Reichstul.
La empresa Petróleos de Venezuela (PDVSA) puede perder un importador de crudo, pero se convertiría en socio de Petrobrás en operaciones internacionales, que incluiría tanto producción como refinación en el mercado brasileño.
Además Brasil pasará a ser importador de electricidad venezolana.
De todos modos, el eje de la integración energética en América del Sur pasa al gas de Argentina y Bolivia, teniendo a Brasil como un gran "agujero negro" del consumo, evaluó Alvaro Teixeira, secretario general del Instituto Brasileño de Petróleo (IBP).
Actualmente el gas natural tiene una participación de 2,8 por ciento en el consumo energético de los brasileños, lo cual equivale a cerca de 20 millones de metros cúbicos diarios. La meta de las autoridades es elevarla a 12 por ciento en el 2010.
Bolivia aportará 30 millones de metros cúbicos diarios dentro de ocho años, volumen que puede aumentar a raíz del descubrimiento de un nuevo yacimiento, para lo cual se construirá otro gasoducto, informó Petrobrás.
La mayor parte del gas importado servirá a la generación de electricidad, en especial en las regiones sur y sureste de Brasil, que casi agotaron su potencial hidroeléctrico.
En los próximos cinco años está prevista la construcción de 24 centrales termoeléctricas a gas, que generarán 10.800 megavatios, 18 por ciento de la capacidad instalada en todo el país.
El consumo de energía crece de manera constante en este país, ignorando la recesión económica. En los cinco primeros meses de 1999 creció 1,3 por ciento respecto de igual período del año pasado, pese a la reducción de la actividad en el país, en especial de la industria, indica la empresa estatal Eletrobrás.
Pero la autosuficiencia petrolera "es solo una posibilidad" y quizás no responda al interés económico del país, porque depende de un complejo conjunto de factores, advirtió Teixeira.
Exigirá abultadas inversiones que, a su vez, son afectadas por tendencias del mercado internacional. Algunas condiciones, como costo de transporte, capacidad de refinación y calidad del crudo, pueden hacer más interesante seguir importando, señaló.
Teixeira destacó que todo dependerá del ritmo de crecimiento de la economía, más allá de que el consumo tiende a ampliarse siempre.
Pero, si Brasil consigue exportar, lo hará en volúmenes "marginales" y que poco representarían en el mercado mundial, sostuvo Teixeira. (FIN/IPS/mo/dm/if/99
