NUEVA YORK – Frederick Meaks, un marinero retirado negro de 79 años, pide su rehabilitación 55 años después de haber sido condenado en Estados Unidos por amotinamiento, en un proceso que se consideró cargado de racismo.
Esta podría ser la última oportunidad de Meaks, condenado por una corte marcial junto con otras 49 marineros negros que se negaron en 1944 a cargar munición en un buque, pocos días después de un estallido accidental que causó una masacre.
La segregación racial en las fuerzas armadas de Estados Unidos rigió hasta 1948. En la segunda guerra mundial (1939-1945), la Armada sólo utilizaba marineros negros sin entrenamiento adecuado ni equipo de seguridad para cargar munición en los barcos.
Maeks fue uno de los 258 negros que sobrevivieron a una explosión que causó la muerte de 320 hombres, hirió a otros 400 y destruyó dos buques, y que luego se negaron a cumplir la orden de que se reanudara la carga de municiones.
Cuando Maeks fue juzgado en 1944 por un tribunal de oficiales blancos, declaró que prefería morir luchando en el frente y no cargando municiones. Los 258 fueron dados de baja deshonrosamente. ——