WASHINGTON – Cada vez más empresas se suman en Estados Unidos a un mecanismo contra la explotación de los obreros creado por organizaciones de derechos humanos y firmas de calzado con el apoyo del presidente Bill Clinton.
Las firmas de indumentaria Adidas-Salomon AG y Levi Strauss se unieron a las ocho empresas que integran la Asociación por el Trabajo Libre, cuyos miembros deben imponer su código de conducta en todas sus fábricas y aceptar la visita de supervisores.
Al menos otras dos grandes compañías, Eddie Bauer y GAP, podrían asociarse en el futuro al grupo que incluye a las firmas Liz Claibone, Nike y Reebok y 10 organizaciones de derechos humanos, de consumidores y sindicatos.
Los detractores de la Asociación la consideran una estratagema de los relacionistas públicos de las empresas para tranquilizar a los consumidores acerca de las condiciones de trabajo, y exigen que adopte códigos de conducta más rígidos o que se disuelva.
La llegada de los dos nuevos miembros a la Asociación representa un gran impulso. Levi Strauss es una de las firmas de vestimenta más antiguas y conocidas. Adidas-Salomon extiende la influencia del grupo a través del Atlántico. —-