/BOLETIN-DD HH/ URUGUAY: Acuerdo político para sancionar el acoso sexual

Uruguay incorporará el acoso sexual a su legislación y lo sancionará penalmente, luego de un acuerdo al que llegaron todos los partidos políticos, que se comprometieron a aprobar la ley en los próximos meses.

El diputado del Partido Nacional Agapo Palomeque, autor del proyecto de ley, dijo a IPS que la iniciativa busca modernizar la legislación y darle mayor protección a las personas que son acosadas sexualmente.

Según la norma, cometerá acoso sexual "el que realizare actos reiterados e inequívocos, directos o indirectos, de presión, hostigamiento o apremio sobre persona de cualquier sexo, dirigidos a obtener formas de acercamiento o intimidad sexuales no admitidas por el destinatario".

El delito será castigado con una multa que oscilará entre 1.000 y 6.000 dólares.

Constituirá un agravante especial que el "acosador" condicione a la aceptación de sus actos el logro por parte de la víctima de beneficios de carácter personal o familiar, a la satisfacción de sus necesidades básicas o al cumplimiento de sus aspiraciones.

Hasta ahora, la única ley vinculada a este tema es una de 1988 que prohibe la discriminación que viole el principio de igualdad de trato y oportunidades para ambos sexos en cualquier sector o ramo de la actividad laboral.

Una encuesta realizada este mes por el diario El País reveló que cuatro de cada 100 mujeres que trabajan o trabajaron en lugares con empleados de ambos sexos afirmaron haber tenido problemas personas con compañeros o jefes "que se propasaron", en lo que puede ser considerado como acoso sexual.

Nueve de cada 100 entrevistadas dijeron saber que al menos una vez, alguna mujer tuvo problemas en el trabajo en razón de su genero. El siete por ciento de las mujeres que trabajan junto a hombres sostuvo que no la ascendieron o no le aumentaron el sueldo por su condición femenina.

Fany Puyesky, una abogada especializada en derechos económicos de la mujer, dijo a IPS que la norma que sancionará penalmente el acoso sexual es bienvenida, pero advirtió que en la sociedad uruguaya aún existe una gran desinformación sobre cuestiones que afectan a la mujer.

Puyesky, autora de libros como "Manuel para divorciadas" y "La mujer y su dinero", que fueron publicados también en Chile y Brasil, señaló que aún "los grandes temas" como la adicción a las drogas, la contaminación ambiental, la violencia juvenil y los derechos de la mujer, son ignorados.

Por otra parte, "las fuentes del conocimiento están anticuadas. En las facultades no existen cátedras de derecho de la mujer y allí se forman abogados, fiscales y jueces desinformados de este tema", afirmó.

Una de las razones de que no haya avances es que "las feministas no están en los puestos de poder y las que llegaron se cansaron y se fueron ante tanta mediocridad. Por eso estamos atrasados por los menos 50 añoss en materia de reivincidaciones de la mujer", dijo la experta.

"Todo es obsoleto, los políticos, la prensa y el moviento sindical. El año pasado el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), trajo a Uruguay a Hilary Clinton y a partir de allí en diversos sectores de la sociedad se tomaron algunas cosas en serio", añadió.

Pero esto fue así, porque de lo contrario el BID no hubiera respaldado económicamente proyectos como el que busca combatir y prevenir la violencia doméstica en Uruguay, aseguró.

Puyesky fue consultada sobre el bajo porcentaje de mujeres acosadas sexualmente que arrojó la encuesta periodística.

"Las mujeres no reconocen el acoso sexual, porque la mayoría cree que es natural que pasen esas cosas y no toman en cuenta que los abusos verbales, los comentarios sexistas, las frases ofensivas o de doble sentido y preguntas indiscretas sobre la vida privada, son también acoso sexual", respondió.

Puyesky afirmó que las preguntas de una encuesta, formuladas en forma general, pueden arrojar esos resultados, pero si se avanza en el interrogatorio sobre conductas concretas, el resultado de la encuesta sería diferente.

La encuesta estuvo aparentemente dirigida por hombres que pueden compartir la ideología descrita y no formulan preguntas específicas, comentó. Hace pocos años, en Francia, el resultado de una encuesta fu similar, pero cuando se avanzó en el interrogatorio, el resultado fue distinto.

En Uruguay, la jurisprudencia civil sólo registra un caso de acoso sexual en 1993, cuando en otros países son centenares. "En Uruguay, la desinformación va de la mano de la irresponsabilidad", aseveró Puyesky. (FIN/IPS/rr/ag/hd/99

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