Varias matanzas de indígenas de México estarán en la mira de la relatora especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para ejecuciones extrajudiciales, la paquistaní Asma Jahangir, quien este lunes llegará a este país.
Invitada por el gobierno de Ernesto Zedillo, Jahangir recorrerá hasta el día 23 los estados de Chiapas, Guerrero y Oaxaca, en el sur de México, y se reunirá con representantes de organizaciones no gubernamentales y oficiales.
Las autoridades ofrecieron a la funcionaria todas las facilidades para desplazarse a la zona del vado de Aguas Blancos, Guerrero, donde el 28 de junio de 1995 fueron asesinados 17 personas, algunas pertenecientes a la combativa Organización Campesina de la Sierra del Sur.
Cuatro años después, organizaciones de derechos humanos nacionales y extranjeras aún demandan castigo y juicio político a los autores materiales e intelectuales del crimen.
Para el gobierno, la matanza de Aguas Blancas es cosa juzgada. Activistas mantienen su reclamo de reapertura del caso y exigen que dejen de ser liberados los autores materiales e indemnización a los familiares de las víctimas.
La organización humanitaria Agustín Pro, una de las que solicita la intervención de relatores especiales de la ONU ante la negativa del gobierno a atender sus reclamos, sostuvo que el caso de Aguas Blancas "es un ejemplo vivo de la impunidad en México".
Las organizaciones no gubernamentales denuncian la "deficiente y tendenciosa" labor de la Procuraduría de Justicia de Guerrero y de los fiscales especiales para el caso, pues sólo actuaron contra algunos policías y funcionarios medios, mientras fueron exonerados los de altos mandos.
Agustín Pro señala que la estatal Comisión Nacional de Derechos Humanos contribuye al cierre del caso, al calificar de "parcialmente cumplido" el pedido de castigo contra 21 funcionarios y 28 policías.
Jahangir visitará la zona donde ocurrió la matanza y donde, justo un año después, hizo su aparición pública el insurgente Ejército Popular Revolucionario, en el marco de un acto político del izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD) que era transmitido por televisión.
"El caso es cosa juzgada, pero vamos a ver qué plantea la relatora especial al respecto. Esperaremos a conocer su informe oficial y luego hablaremos del asunto", declaró el secretario general del gobierno de Guerrero, Florencio Salazar.
La violencia que campea en 600 comunidades de los 17 municipios de la región de La Montaña, en Guerrero, arrojó entre junio de 1998 y mayo de 1999 un total de 80 homicidios, 41 heridos, nueve asaltos y cinco violaciones.
En un informe titulado "El imperio de la violencia y la impunidad" y difundido hace 10 días, el Centro de Derechos Humanos de La Montaña destacó que las violaciones a las garantías individuales en esa región fueron cometidas en "espacios cotidianos que frecuenta la ciudadanía".
La relatora especial visitará los conflictivos estados mexicanos con el objetivo "esencial de confirmar lo que dicen unos y otros, para evaluar las circunstancias y los argumentos, reconstruir los hechos y mirar las causas", afirmó Jahangir en Ginebra.
La agenda de trabajo de Jahangir incluye, además del caso de Agusas Blancas, la revisión de las circunstancias que rodearon otros actos de violencia en El Charco, en el estado de Oaxaca, y en El Bosque y Acteal, en Chiapas.
Jahinger llegará a este país acompañada de un pequeño grupo de asistentes e intérpretes.
La funcionaria de la ONU había expresado desde principios del año su interés en visitar México para examinar en el terreno los hechos alrededor de matanzas como la de Acteal, en la que murieron 45 indígenas en diciembre de 1997.
En un informe presentado en abril de este año, Jahangir deploró las violaciones de derechos humanos en este país y expresó su preocupación por el hecho de que las comunidades indígenas parecen ser blanco de la violencia.
Activistas informaron la permanente movilización militar y policial en el último mes y medio en más de 10 comunidades chiapanecas simpatizantes del guerrillero Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
Los lugareños, muchos de los cuales han tenido que desplazarse a los montes, denuncian vivir en medio de un escenario de guerra y en un ambiente de gran tensión a causa de la presencia de las fuerzas armadas, según organizaciones no gubernamentales. (FIN/IPS/pf/mj/hd/99