Muchos gobiernos de Medio Oriente y el Norte de Africa limitan, censuran o no permiten el acceso de sus habitantes a la Internet, denunció la organización de derechos humanos Human Rights Watch (HRW).
El informe "La Internet en Medio Oriente y el Norte de Africa: Libertad de Expresión y Censura", de HRW señala que todos los gobiernos de la región, salvo tres, permiten algún tipo de acceso local a la red informática mundial.
Pero agrega que muchos aplican la censura y otras restricciones, como las altas tarifas de las telecomunicaciones, para controlar lo que sus ciudadanos pueden recibir y transmitir.
No obstante, estos esfuerzos son cada vez más inútiles a medida que miles de usuarios aprovechan nuevas tecnologías, como las comunicaciones inalámbricas, para evadir el control gubernamental, advierte el informe divulgado el jueves.
"Los gobiernos de esta región están habituados a mantener una mano firme sobre los medios de comunicación, pero no pueden controlar a la Internet", dijo Hanny Megally, director ejecutivo de HRW para Medio Oriente y Norte de Africa.
"En lugar de construir barreras que no tendrán futuro, … deben procurar que la comunicación en línea sea accesible para todos", exhortó.
Iraq, Libia y Siria aún no ofrecen a sus ciudadanos acceso local a la Internet, y otros países de la región limitan el flujo de la información en línea, según HRW.
También se emplea la censura, agrega. Arabia Saudita, Emiratos Arabes Unidos (EAU) y Yemen censuran la información a través de servidores que impiden que los usuarios de sus países accedan a toda información o páginas de la red que consideren "indeseables".
El informe denuncia que Arabia Saudita, Bahrein, EAU, Irán y Túnez impiden el acceso a algunos sitios de derechos humanos y políticos con el supuesto fin de proteger al público de la pornografía.
Túnez, que amplió expresamente su ley de prensa para abarcar la Internet, también promulgó la norma más exhaustiva de la región al respecto, para asegurar el control gubernamental de los proveedores locales del servicio y el cumplimiento de las severas leyes de censura del país.
Organizaciones de derechos humanos temen que los gobiernos vigilen las actividades en línea y el correo electrónico mediante modernos medios tecnológicos, según el informe.
Esa vigilancia ejerce un "efecto represor" en los usuarios, asegura. En un caso, un ciudadano de Bahrein pasó casi dos años en la cárcel bajo la sospecha de enviar por correo electrónico información "política" a disidentes en el exterior.
El informe se conoció en un momento en que los gobernantes árabes tienen cada vez más dificultades para mantener el monopolio sobre la información que reciben sus ciudadanos.
Por ejemplo, la innovadora estación de televisión de Qatar Al Jazeera transmite 24 horas por día a 22 países árabes programas y debates sobre una amplia variedad de temas políticos y culturales que antes eran considerados tabúes en gran parte de la región.
Su creciente popularidad, según un artículo del diario estadounidense The New York Times, refleja el ansia de la población árabe de una mayor apertura y de intercambio de información e ideas, que la Internet ofrece a millones de usarios en todo el mundo.
El número de usuarios aumentó drásticamente en los últimos años en todo el mundo. La compañía de información tecnológica Nua Ltd. calculó que 165 millones de personas utilizaron la red al menos una vez entre febrero y abril. De ellas, 75 por ciento residen en Canadá, Estados Unidos o Europa.
Pero en el mundo en desarrollo, los países árabes figuran como los menos "conectados" a la Internet, y sólo tienen menos de un millón de suscriptores, según la última investigación del Grupo de Información Tecnológica Dabbagh. De hecho, Israel tiene más usuarios que todo el mundo árabe, aseguran otras fuentes.
Sin embargo, el informe de HRW sostiene que el uso de la Internet crece rápidamente en la región. Egipto lidera el camino con más de 200.000 suscriptores, seguido por Qatar, EAU, Kuwait y Líbano.
Algunos gobiernos tomaron una actitud más tolerante hacia la red, aunque censuren o limiten a la prensa u otros medios de comunicación masivos.
Por ejemplo, artículos censurados en la prensa de Egipto y Jordania podían verse en la Internet, explicó HRW. A la vez, los usuarios están sujetos a una fuerte presión financiera ya que el acceso a la red puede costar hasta 70 dólares por mes.
"El costo es un factor muy importante para limitar el uso y confinarlo a la elite, tanto en Egipto como Jordania", comentó Eric Goldstein, investigador de HRW.
Argelia, la Autoridad Nacional Palestina y Marruecos prácticamente no limitan el contenido de la red y permiten que los usuarios accedan a información política y de derechos humanos que los medios de comunicación locales no pueden transmitir.
En el caso argelino, las opiniones islamistas, que se oponen a las del gobierno, pueden ser vistas por los usuarios a través de la Internet. En Marruecos, los habitantes tienen acceso al sitio del Frente Polisario, que lucha desde hace 24 años por la independencia de la zona de Sahara Occidental. (FIN/IPS/tra-en/jl/fah/aq/hd-cr/99