La escritora india Arundhati Roy donó los 37.000 dólares que obtuvo en 1998 con el Booker Prize, el máximo galardón literario de Gran Bretaña, a las personas desplazadas por la represa Sardar Sarovar sobre el río Narmada, en el centro de India.
No importa lo que digan las autoridades, "la verdad es que estas personas no tienen a dónde ir", dijo Roy, autora del libro "The God of Small Things" (El dios de las pequeñas cosas). "No hay tierras disponibles. Serán expulsadas de sus hogares", advirtió.
Las próximas lluvias monzónicas afectarán a 12.000 miembros de tribus que viven a lo largo del río Narmada al llenar el embalse de la represa Sardar Sarovar y sumergir sus casas y tierras.
Roy es la última "persona creativa" que manifestó su apoyo a la campaña Narmada Bachao Andolan (NBA, Movimiento Salven al Narmada) contra la represa, que obligó al Banco Mundial a retirar su apoyo al proyecto en marzo de 1993.
La semana pasada, el NBA expresó en nombre de los habitantes del Valle de Narmada su profundo aprecio a la decisión de Roy de donar su premio.
"Este gesto es parte de una larga tradición de intelectuales y artistas, científicos y personas destacadas en todas las áreas de la vida en India de adherir a la lucha de la gente común, y especialmente del Valle de Narmada", declaró el NBA.
Por su parte, Roy, que escribió un ensayo contra la represa de Narmada titulado "The Greater Common Good" (El bien común mayor), que su colega Salman Rushdie calificó de "periodismo de primera clase", dijo que estaba impresionada por el compromiso del NBA y que sabía que le darían un buen uso al dinero.
"Es hora de retribuir", dijo a una adinerada audiencia que se reunió la semana pasada para escuchar lo que ella y dos activistas del NBA tenían para decir.
En esa ocasión, pidieron al público que fuera al Valle de Narmada a fines de julio (en un viaje de 14 horas en tren desde Nueva Delhi) para expresar su solidaridad con las personas que prometieron "ahogarse pero no moverse" cuando crezca el río.
"Creo que es hora de hacer alianzas, de conectar este mundo (el de la elite en las ciudades indias) y aquel (el del Valle de Narmada) para expresar nuestra solidaridad", dijo Roy.
Los gobiernos de India, el tercer mayor constructor de represas del mundo (se construyeron 3.200 desde la década de 1950), expulsaron a 50 millones de personas de sus tierras centenarias, según cálculos de expertos.
Una y otra vez, quienes vivían a lo largo de los ríos donde se construyeron las represas debieron subsidiar el estilo de vida de los más ricos, recibiendo una compensación miserable en efectivo de un gobierno que no está obligado legalmente a dar tierras a los desplazados.
Apartadas de sus bosques, ríos y modos tradicionales de vida y de subsistencia, la gran mayoría de las personas desplazadas se trasladaron a los barrios marginales de las ciudades, según estudios realizados sobre la migración rural a las superpobladas ciudades de India.
El NBA estima que otras 300.000 personas serían desalojadas si se permite que concluya el proyecto de la represa Sardar Sarovar de 450 millones de dólares que comenzó en 1993.
Hasta ahora sólo se realizó 25 por ciento del sumergimiento porque la polémica paralizó el proyecto. Luego de que el Banco Mundial se retirara bajo la presión internacional, el NBA solicitó formalmente a la Corte Suprema que detuviera la construcción de la represa.
A comienzos de 1995, el tribunal ordenó que el trabajo en la represa se suspendiera hasta próximo aviso, con el argumento de que la reubicación de las personas desplazadas no había sido adecuada.
En abril de este año esa suspensión fue levantada y las autoridades permitieron aumentar la altura de la represa ocho metros, amenazando a 60 villas con el hundimiento durante las próximas lluvias monzónicas.
Los gobiernos estatales de Madhya Pradesh, Maharashtra y Gujarat continúan afirmando que hacen lo mejor que pueden, pero casi todos los desplazados que recibieron tierras alternativas se quejaron de que éstas son incultivables, pedregosas, están anegadas o son propiedad privada.
"En varias áreas de reubicación las personas fueron arrojadas en barracas de lata que se convierten en hornos en verano y refrigeradores en invierno. Algunas están ubicadas en lechos de ríos secos que, durante las lluvias monzónicas, se transforman en rápidas corrientes", escribió Roy en su ensayo.
Integrantes "libres y autosuficientes" de las tribus serán arrojados a la pobreza por el Proyecto del Valle de Narmada, un ambicioso plan para construir 30 represas grandes y varios cientos de otras pequeñas y medianas para distintos fines, de las cuales la de Sardar Sarovar es sólo una.
"En todos los discursos públicos beatos se nos dice que India vive en sus villas. Eso es mentira. A India se la maltrata en sus villas…India sólo vive para servir a sus ciudades", escribió Roy en su ensayo, que fue publicado en dos revistas.
"¿Podemos, como ciudadanos, mirar hacia otro lado cuando se expulsa a las personas de sus hogares?", preguntó a su audiencia en Nueva Delhi. "Esto, en lo que a mí respecta, es inaceptable. Esta emergencia ecológica los afectará a ustedes y a sus hijos", sentenció. (FIN/IPS/tra-en/an/rdr/at/aq/en-hd/99