/BOLETIN-DD HH/ GUATEMALA: Buscan cadáveres en sede de antigua policía militar

El Ministerio Público de Guatemala se resiste a investigar supuestos restos humanos descubiertos en la antigua sede de la disuelta Policía Militar Ambulante, donde ahora funciona la Academia de la Policía Nacional Civil.

El fiscal Fernando Mendizábal afirmó que el Ministerio Público "no quiere picar el hormiguero" e incurrir en acciones que podrían poner en peligro el proceso de paz por el que se puso fin en diciembre de 1996 a 36 años de guerra civil.

Miguel Angel Albizúrez, de la organización Familiares de Detenidos y Desaparecidos de Guatemala (Famdegua), replicó que aplicar justicia es una forma de resarcir el daño provocado y consolidar el proceso de paz.

Famdegua seguirá procesos legales y el Ministerio Público deberá asumir su responsabilidad y responder a las peticiones de los familiares de las víctimas, que pretenden que se investigue a fondo cada caso, agregó Albizúrez.

El director de la Academia, Brígido Fuentes, denunció el 24 de junio ante el Ministerio Público el hallazgo de los huesos, descubiertos de forma accidental por albañiles que realizaban excavaciones para colocar drenajes y que volvieron a enterrar los restos encontrados.

Desde entonces, Fuentes ha sido objeto de amenazas de muerte por vía telefónica.

El director de la Policía Nacional Civil, Angel Conte, dijo que lo hallado "podrían ser huesos de perros", ya que en ese lugar también había funcionado una escuela canina. "Cuando los perros morían los enterraban allí", señaló.

Pero Aura Elena Farfán, de Famdegua, dijo a IPS que desde 1985 recibe información de que en las instalaciones de la disuelta Policía Militar Ambulante existía un cementerio clandestino.

"Ya sabíamos que existían varias fosas donde enterraron a las personas que torturaban y asesinaban. Por eso creemos que las excavaciones deben realizarse en varios lugares y no solo en uno", dijo Farfán

Por su parte, Evelyn Velásquez, de la organización de derechos humanos Grupo de Apoyo Mutuo, dijo al diario local El Periódico que su padre, Alfonso Velázquez, se encuentra enterrado en las instalaciones que antes ocupaba la Policía Militar Ambulante.

"Un tío que ya falleció me contó que a mi padre lo secuestraron en 1983 cuando caminaba por el centro de la ciudad y se lo llevaron en una camioneta blanca y aquí lo mataron", declaró.

Velásquez sostuvo que si los huesos hallados resultan ser humanos habría que revisar las leyes vigentes, incluidos los acuerdos de amnistía, antes de deducir responsabilidades y buscar a los culpables.

La Policía Militar Ambulante fue creada en 1965 y funcionó como un cuerpo de elite dentro del ejército. A pocos meses de fundada, 800 de sus 1.000 efectivos integraban un grupo de reacción rápida que operaba en zonas de conflicto, según un informe elaborado por un grupo de la Iglesia Católica.

"También se dedicaban a realizar tareas de control y vigilancia de la población urbana y rural", según ese informe.

En 1982, el número de efectivos de la Policía Militar Ambulante había aumentado a 3.000, y en 1998, cuando fue desarticulada por los acuerdos de paz, eran alrededor de 2.500.

Según la misión de observadores del proceso de paz de la Organización de las Naciones Unidas en Guatemala, algunos ex agentes de la Policía Militar Ambulante fueron admitidos en la nueva Policía Nacional Civil sin llenar los requisitos exigidos. (FIN/IPS/cz/mj/hd/99

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