El gobierno de Chile aplaudió como "un gesto de transparencia propio de un gobierno democrático", la desclasificación en Estados Unidos de documentos oficiales sobre los primeros años de la dictadura del general Augusto Pinochet.
Los 5.800 documentos liberados el miércoles por el gobierno de Bill Clinton, correspondientes al período 1973-1978, ayudarán a "reconstruir nuestra historia", dijo el ministro chileno de Relaciones Exteriores, Juan Gabriel Valdés.
En un breve comentario, el presidente Eduardo Frei valoró también la decisión estadounidense. "Primero hay que leerlos", agregó el mandatario, absteniéndose así de opinar sobre su trascendencia en el pasado reciente del país.
Las más de 20.000 páginas de reportes diplomáticos y otros informes oficiales sobre Chile puestas a conocimiento del público abarcan el período en que la dictadura del general Pinochet cometió el mayor número de violaciones de los derechos humanos.
Los documentos, de acuerdo a los primeros análisis, certifican muy parcialmente el involucramiento de los Estados Unidos en la desestabilización del gobierno del presidente Salvador Allende, derrocado por las Fuerzas Armadas el 11 de septiembre de 1973.
La Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos mantiene aún bajo secreto los antecedentes de la planificación del golpe y sus otras operaciones encubiertas en Chile, aclaró Peter Kornbluh, investigador del independiente National Security Archive.
De acuerdo con los primeros antecedentes, los textos ratifican que Chile fue el centro de la Operación Cóndor, el sistema de coordinación operativa de los aparatos represivos de dictaduras del Cono Sur americano en la década del 70.
No obstante, el ex comandante de la Armada chilena y actual senador designado, almirante retirado Jorge Martínez Busch, se apresuró este jueves a desautorizar la acción de Clinton, calificando los documentos como "un montaje".
Martínez Busch reiteró la versión oficial de la dictadura, en el sentido de que las Fuerzas Armadas chilenas actuaron con plena independencia al organizar el cruento levantamiento contra Allende y que su acción sorprendió a la CIA.
El ministro de Defensa, Edmundo Pérez Yoma, dijo, en cambio, que la desclasificación estadounidense es un gesto "notable", ya que un país acusado en su momento de espiar e intervenir en otro, le está aclarando ahora lo que hizo.
Pérez Yoma, quien fue designado de nuevo al frente de la cartera de Defensa por el presidente Frei hace solo 10 días, agregó que hasta el momento la decisión estadounidense no ha merecido ningún comentario de parte de "el mundo militar".
El ministro de Defensa agregó que "aún no está clara" la incidencia que los documentos pueden tener en la situación procesal de Pinochet, arrestado desde el 16 de octubre de 1998 en Londres.
El ex dictador y senador vitalicio de 83 años enfrentará desde el 27 de septiembre un juicio de extradición a España, en el cual sólo podrán considerarse acusaciones por torturas cometidas en Chile a partir de diciembre de 1988.
En este país se han presentado además 21 querellas criminales contra Pinochet, relativas a crímenes contra los derechos humanos desde al golpe de 1973, en las cuales sí podrían influir antecedentes de los papeles liberados en Washington.
El canciller Valdés señaló que se conformó un equipo especial de lectores en la embajada chilena en Estados Unidos que entregará luego los antecedentes más importantes de los documentos al Secretaría General de Gobierno, órgano con rango ministerial.
La documentación estadounidense servirá para "conocer los detalles de hechos que tuvieron una trascendencia enorme para la vida de todos los chilenos", dijo Valdés, quien al igual que Pérez Yoma juró en su cargo el 21 de junio.
El canciller informó que el gobierno iniciará gestiones para conseguir que el gobierno de Clinton desclasifique igualmente su documentación relativa a Chile entre los años 1978 y 1990, correspondiente al período final de la dictadura.
La ministra de Justicia, Soledad Alvear, y el secretario general de Gobierno, Carlos Mladinic, señalaron que los informes estadounidenses son un nuevo aporte que se suma al trabajo en Chile de la Comisión de Verdad y Reconciliación.
La comisión, creada por el presidente Patricio Aylwin (1990- 1994), entregó su informe en abril de 1991, donde documentó alrededor de 2.500 crímenes contra los derechos humanos de la dictadura de Pinochet.
En la localidad de La Calera, unos 100 kilómetros al noroeste de Santiago, el candidato presidencial oficialista Ricardo Lagos señaló que los documentos estadounidenses tienen "un valor histórico y de ayuda para esclarecer la verdad".
"El reencuentro" de los chilenos "se hace sobre la base de la verdad, independientemente del juicio histórico que cada uno de nosotros tenga sobre los hechos de 1973", indicó Lagos, favorito en las encuestas para ganar los comicios del 12 de diciembre.
El candidato oficialista agregó que más allá de las interpretaciones históricas hay que aclarar los eventuales delitos y que, en ese sentido, los documentos de Estados Unidos son "elementos de juicio para que los tribunales hagan su tarea". (FIN/IPS/ggr/mj/ip hd/99