La Organización de las Naciones Unidas (ONU) creará un centro internacional para investigar el fenómeno de El Niño, una corriente periódica de agua cálida originada en el océano Pacífico que causa graves trastornos en el clima mundial.
El principal objetivo del emprendimiento, a un costo de 3,1 millones de dólares, será "promover y realizar estudios sobre la Oscilación Austral de El Niño y crear modelos matemáticos que permitan hacer predicciones a nivel regional y nacional", informó el secretario general de la ONU, Kofi Annan.
El centro también ofrecerá servicios a la comunidad de usuarios de dichas predicciones y tendrá el apoyo financiero de las instituciones regionales y nacionales con las que coopere, además de la comunidad internacional, especialmente de Ecuador, donde tendrá sede la institución.
La idea fue propuesta por Ecuador en el Primer Seminario Intergubernamental sobre El Niño, realizado en diciembre de 1997 en la ciudad ecuatoriana de Guayaquil.
El proyecto se enmarca en la Década Internacional para el Control de los Desastres Naturales, tras las desastrosas tormentas, inundaciones y sequías que acompañaron a El Niño en 1997 y 1998.
El fenómeno causó graves daños a la agricultura, la pesca, la explotación forestal y otras actividades económicas, así como a muchas industrias y asentamientos humanos.
La Organización Meteorológica Mundial se encargó de realizar, el pasado enero, un estudio de factibilidad sobre el centro. Luego de consultar con el Instituto de Investigación para la Protección del Clima, de Nueva York, y de una misión a Ecuador, la Organización aceptó que el centro se sitúe en Guayaquil.
Ecuador ha sido uno de los países más afectados por El Niño, con una pérdida de 11,4 por ciento de su producto interno bruto, y por lo tanto será uno de los principales beneficiarios del centro.
En general los países en desarrollo han sido los más afectados por el fenómeno, porque carecen de infraestructura y tecnología para hacer frente a los desastres naturales. Uno de los objetivos del centro consistirá en ayudar a las naciones afectadas a adquirir capacidad propia para controlar el daño.
El Niño fue culpado por el incremento el año pasado del número de personas que padecen hambre en América Latina y el Caribe.
La situación fue tan grave que la oficina regional del Programa Mundial de Alimentos debió trasladarse a Managua en 1998 "para poder responder con rapidez" a los desastres causados por El Niño en la región, según el informe anual del organismo.
"Los desastres naturales, que tradicionalmente han sido causa de inseguridad alimentaria, produjeron daños especialmente graves en 1998", destacó Catherine Bertini, directora ejecutiva del Programa.
"Muchos expertos creen que estos desastres son apenas las primeras señales de la devastación que podrían provocar el cambio climático y la degradación del ambiente", advirtió Bertini. (FIN/IPS/tra-en/mb/mk/mlm/en/99
