En India sólo quedan 40 miembros de una familia de murciélagos en peligro que necesitan atención urgente, pero son ignorados porque los ecologistas de este país se concentran en salvar a los tigres y elefantes.
La población mundial del poco agradable Otomops wroughtoni, bautizado así por el naturalista británico que lo descubrió, se encuentra en una cueva próxima a la localidad de Belgaum, en el estado meridional de Karnataka.
La incesante tala comercial de árboles y la extracción de piedra caliza que degradó la biodiversidad selvática del área son responsables de la casi extinción de esa familia de murciélagos con la cual el Museo de Historia Natural de Bombay tiene una larga asociación.
El museo supo por primera vez de este tipo de murciélagos en 1912 cuando un cazador colonial de bisontes descubrió una gran caverna abarrotada de esas criaturas y envió seis especímenes a Bombay.
La enorme y húmeda caverna natural de piedra caliza llamada Barapede está situada a 800 metros sobre el nivel del mar, en una remota meseta que emerge por encima de un valle boscoso en la Reserva Selvática de Bhimgad, en Karnataka.
Bhimgad tiene una gran biodiversidad, con 25 especies de mamíferos, 15 de reptiles, 30 de mariposas y más de 125 de aves. Es la fuente del río Mahadayi, la línea vital de la costera Goa.
En 1913, S.H. Prater, el aclamado conservador del museo, ubicó a Barapede cerca de la aldea de Talewadi, mientras buscaba nuevas especies de mamíferos. Las observaciones de Prater ayudaron a determinar la singularidad del murciélago.
Posteriormente, los Otomops fueron olvidados durante 50 años hasta que en 1961, un funcionario consular francés y naturalista aficionado, André Brosset, y el museo se abrieron camino a través del difícil terreno de Barapede y encontraron la caverna y los murciélagos que respondían a la descripción de Pater.
En los casi 40 años posteriores, las tierras vírgenes de India sufrieron gran presión. En 1997, un equipo del museo encontró que la reserva de Bhimgad e incluso la caverna de Barapede debían ser protegidas con urgencia de la minería, en especial Talewadi, y de los intereses madereros.
La amenaza que sufren estos mamíferos insectívoros forma parte del vasto panorama de degradación selvática que se verifica en toda India.
A pesar de la prohibición de talar árboles, poderosos intereses contrabandean madera desde Bhimgad a través de caminos abiertos ilegalmente en la espesura.
La minería, tambien prohibida en las zonas boscosas, es la causa de explosiones en terrenos y zonas arboladas cerca de Talewadi, que es el punto más cercano a Barapede.
Tramos privados de la jungla, pertenecientes a descendientes de los guerreros medievales Maratha, cuyo líder Shivaje conquistó esas tierras hace siglos, son vendidas a esos intereses mineros.
Un grupo de conservacionistas, incluso estudiosos del museo, en un esfuerzo por frenar esa tendencia, intentan, con pocos resultados, adquirir esos tramos privados con la cooperación de los aldeanos, y alientan a los lugareños a mantenerse en la zona.
El principal conservador de flora y fauna salvaje de Karnataka, que es reponsable por el bienestar de los murciélagos de Barapede, dijo que pidió que se declare oficialmente zona protegida a la selva de Bhimgad, pero no sabe cuánto demorará el trámite.
"Bhimgad es una de las millones de preocupaciones que tengo, pero soy consciente de su necesidad de protección", declaró.
Los murciélagos de todo el mundo necesitan protección, y a esa preocupación se agrega la ignorancia sobre su biología y costumbres.
Los murciélagos que comen fruta en Australia están en apuros. En las islas del Pacífico Sur son ultimados con propósitos medicinales. En Europa, cinco especies de murciélagos están al borde de la extinción.
En India, el Departamento de Arqueología en su entusiasmo por limpiar todas las cavernas y monumentos, aniquiló a miles de murciélagos fumigándolos. Las antiguas cuevas de Ajanta y Ellora, que datan de los años 200 al 600 antes de Cristo, son un buen ejemplo de esa "fiebre de limpieza".
Científicos descubrieron que la orina de los murciélagos repele insectos que dañan las pinturas rupestres. El químico arqueólogo B.N.R. Sharma, del estado de Maharashtra, donde hay numerosas cavernas naturales, dijo que el gas tóxico para fumigar murciélagos tambien afecta estas obras.
M.K. Chandrashekharan, del Centro Jawaharlal Nehru para Estudios Científicos Avanzados, con sede en Bangalore, defendió el motivo de que los murciélagos se encuentren en esos lugares.
Explicó que proporcionan un lazo vital en la cadena alimentaria del ecosistema y además propagan importantes especies de plantas polinizadoras.
Las 950 especies conocidas de murciélagos se dividen en comedores de insectos y comedores de frutas.
El investigador de Bangalore Riki Krishnan, del Centro de Ciencias Ecológicas, descubrió que de las 24 especies de murciélagos identificadas en 1912 por G.C. Shortridge, sólo ocho sobreviven precariamente. (FIN/IPS/tra-en/ka/an/ego/aq/en/99)