Los gobiernos de Asia meridional se aferran a la confidencialidad de la información oficial e impiden que sus más de mil millones de habitantes sepan los detalles de las políticas de Estado que afectan sus vidas, señalaron activistas reunidos en la capital de Bangladesh.
Lejos de la transparencia, un muro separa a los funcionarios electos de los gobernados, lo cual lleva a la exclusión del pueblo del proceso de decisión.
"El secreto gubernamental que heredamos del colonialismo sigue en pie, y el gran sector pobre de la población sigue sufriendo debido a la falta de información", declaró el ex canciller Kamal Hossain.
"No puede haber transparencia efectiva… a menos que el pueblo tenga el derecho a la información", aseguró la semana pasada en un taller sobre el tema, organizado por la organización Iniciativa de Derechos Humanos de la Comunidad Británica.
Llegó el momento de desafiar a la "cultura de silencio" que prevalece en los gobiernos de la región, exhortaron oradores de Bangladesh, India, Pakistán y Sri Lanka.
Deepika Udagama, profesora de derechos humanos de la Universidad de Colombo, dijo que la experiencia democrática de Sri Lanka se limita a la participación en las elecciones.
Pero eso está cambiando, agregó. "Ahora se habla de la participación directa. Ahora la gente quiere saber lo que ocurre en el gobierno", aseguró.
India y Pakistán fueron los únicos países de la región que respondieron al pedido de derecho a la información de las organizaciones populares. Pero en ambos casos, los proyectos de ley aún no fueron aprobados por los poderes legislativos.
El Proyecto de Libertad de Información de India, presentado en 1997, garantiza a todo ciudadano el derecho al "acceso a la información en control de las autoridades públicas, de conformidad con el interés público, para promover la apertura, la transparencia y la responsabilidad".
El proyecto se presentó después de que organizaciones no gubernamentales, lideradas por el grupo de obreros y agricultores de Rajastán MKSS, presionaron por una mayor apertura del gobierno.
Los miles de aldeanos que forman la base del MKSS, fundado hace 10 años, hicieron una campaña que exigía la investigación del dinero invertido por los concejos locales.
Con consignas como "Derecho a la información: Derecho a la supervivencia" y "Nuestro dinero, nuestras cuentas", los aldeanos accedieron por la fuerza a los libros financieros que les estaban vedados.
"Hemos obligado al gobierno a responder por sus actos", declaró Madhusudan Mistry, un activista que aseguró que la lucha por la transparencia ha dado sus frutos.
Antes, los burócratas y los políticos mantenían en secreto sus políticas porque decían que su labor no podía ser obstaculizada. Es de destacar que la campaña por el derecho a la información la dirigieron los sectores marginados de los países de la región.
En Asia meridional, los pobres del ámbito rural componen la mayor parte de la población. Pero desde la independencia en la década de los años 40, las consecuencias del desarrollo apenas les alcanzaron. Siguen estancados desde hace décadas, ignorantes del dinero y los beneficios que les corresponden.
"Este derecho es vital a los pobres de la región. Serán los beneficiados", dijo la directora de la Iniciativa de los Derechos Humanos de la Comunidad Británica, Maja Daruwala.
Grupos como el de ella pretenden que el gobierno brinde el acceso a registros de reuniones, decisiones, normas y memorandos, ingresos en registros gubernamentales, cuentas, mapas, etc.
Si los gobiernos legislan sobre el derecho a la información, Asia meridional estaría cumpliendo con el artículo 19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos.
El artículo estipula que "todo ser humano tiene el derecho a la libertad de opinión y de expresión. Este derecho incluye la libertad de tener opiniones sin interferencia y de recibir e impartir información e ideas a través de cualquier medio y sin importar las fronteras".
Una opinión similar expresaron en 1990 los ministros de Justicia de la Comunidad Británica reunidos en Barbados. "La participación pública en el proceso democrático y gubernamental es más significativa cuando los ciudadanos tienen acceso a la información oficial", declararon entonces.
Pero el proceso de incluir este derecho en las normas del Estado parece arduo. Activistas reunidos en Dacca recordaron que uno de los obstáculos a superar es la Ley de Secretos Oficial, también heredada de la época colonial.
"Los pueblos de Asia meridional se enfrentaron a la ola de autoritarismo. También apoyarán toda idea que fortalezca sus derechos", comentó Salma Sobhan, abogada de Bangladesh. (FIN/IPS/tra-en/mmm/an/aq/hd-ip/99