El Museo Metropolitano de Nueva York exhibe hasta el 15 de agosto "De Cézanne a Van Gogh: La colección del Dr. Gachet", más de 50 pinturas y dibujos impresionistas y postimpresionistas que nunca habían salido del Museo de Orsay, de París.
El médico francés Paul-Ferdinand Gachet (1828-1909) era amigo y mecenas de varios pintores impresionistas y postimpresionistas que, a mediados del siglo XIX, aún eran un movimiento en formación y buscaban reconocimiento y aceptación para su arte.
Gachet se ocupó del pintor holandés Vincent Willem Van Gogh durante los tres meses previos a su suicidio, ocurrido en julio de 1890. Por eso su colección incluye obras del famoso artista, pero también de Paul Cézanne, Camille Jacob Pissarro, Claude Monet, Auguste Renoir y otros impresionistas de la época.
Los pintores impresionistas recibieron su nombre en el siglo XIX de un crítico furioso que intentó ridiculizarlos por su uso "aberrante" de motivos y colores.
La innovación del impresionismo, que no pretendía ir contra las reglas establecidas en la época, consistió en tratar de pintar "lo que el ojo ve". Para ello, los pintores elegían motivos fijos que retrataban a diversas horas del día, registrando cambios de luz que a su vez reflejaban estados de ánimo, y a eso le llamaban, muchas veces, "Impresiones".
Hacia 1870, el postimpresionismo abandona la experimentación casi meramente óptica para dedicarse a trasladar impresiones subjetivas a la tela, y expresar con el uso de colores y formas "poco reales", su manera de ver el mundo.
El Museo Metropolitano de Nueva York quería incluir en la muestra al "Retrato de Paul Ferdinand Gachet", de Van Gogh, pero descubrieron que la obra, la más cara de la historia desde que fue subastada en 1990 al empresario japonés Ryoei Saito por 82,5 millones de dólares, desapareció tras la muerte del dueño.
La muestra actual incluye obras del propio Gachet y de otros artistas aficionados de su círculo, además de objetos que muestran la amistad del médico homeópata con muchos pioneros del cambio que se produjo en el arte a mediados del siglo XIX.
Gachet guardaba su colección, con el seudónimo de Paul van Ryssel, en una casa de tres pisos de Auvers-sur-Oise, al noroeste de París. Su hijo Paul se ocupó luego de cuidarla celosamente, de manera que el público parisino pudo ver las obras por primera vez recién en 1954.
La paleta y los tubos de pintura que el médico le dio a Van Gogh para que terminara el retrato de la señorita Gachet tocando el piano también están en la muestra, al igual que la carta que escribió el pintor a su hermano Théo, fechada el 3 de junio de 1890, en la cual se puede ver un boceto del retrato final.
Van Gogh le escribió más de 700 cartas a su hermano, que era comerciante de arte en París. Esa correspondencia fue publicada en 1911.
Marguerite, la hija del médico, fue la modelo de "Mademoiselle Gachet en el piano", y tuvo una relación amorosa con el pintor, a pesar de ser mucho más joven y de criticar sus pinturas y su temperamento.
Una vez que Marguerite le dijo que no le gustaban las tareas clásicas asignadas a las mujeres, salvo el bordado, Van Gogh le contestó: "Para mí, pintar es como bordar".
Van Gogh llegó a Auvers-sur-Oise después de haber pasado un año en el asilo de Saint-Rémy, cerca de Arles, en el sur de Francia, a raíz de su pelea con el pintor Paul Gauguin en la cual lo había amenazado con una navaja. Esa misma noche, Van Gogh se cortó un pedazo de oreja.
El artista holandés sufría fuertes jaquecas y convulsiones periódicas, y por ese motivo su hermano lo envió a Auvers, a recibir los cuidados de Gachet.
Allí vivía en una pensión muy barata, cerca de la casa del médico, y viajaba a menudo a París para visitar a su hermano y a Cathy, una prostituta de quien era muy amigo.
La exposición actual fue organizada por el Museo de Orsay, de París, el Museo Metropolitano de Nueva York y el Museo Van Gogh de Amsterdam, y brinda a los visitantes la posibilidad de comparar originales con copias, pero quizá lo principal sea la oportunidad de ver el autorretrato de Van Gogh de 1889 y la pintura "Una Olimpia moderna", fechada en 1874, de Cézanne.
Entre las piezas exhibidas se encuentran el florero verde japonés que contenía las flores de la obra "Rosas y anémonas", de Van Gogh, y el sombrero con visera de Gachet.
Las pinturas también sirven para recomponer la historia de las amistades del médico, que fue uno de los primeros en considerar a Van Gogh un "gigante" del mundo del arte de la época. La historia empieza con la relación de vecinos que tenían Gachet y Pissarro en Pontoise.
Pissarro es famoso por sus tranquilos paisajes rurales y al borde de un río, así como por sus escenas de las calles de París, Le Havre y Londres. Era un excelente maestro de pintura, y entre sus alumnos estuvieron Gauguin y Cézanne, su hijo Lucien y la impresionista estadounidense Mary Cassatt.
La obra de Cassat, "Bather in the woods" (Bañista en el bosque), se encuentra en la colección que se exhibe en forma permanente en el Museo Metropolitano.
Gachet era "uno de los hombres más alegres y compasivos", según el escritor francés Paul Alexis. Apoyó a Van Gogh a pesar de sus excentricidades y de la relación que tuvo con su hija Marguerite, y lo alentaba a pintar diciendo que "la sencillez es difícil".
Cuando el pintor se suicidó, otro médico llamado Masery lo atendió primero. Al llegar Gachet, Van Gogh se negó a ser examinado u operado. Murió dos días más tarde, en su habitación.
Luego de la muerte de Van Gogh, Gachet quiso entregarle a Théo las obras del artista, incluso el famoso retrato que le había hecho a él, pero el hermano las rechazó. "Se hará famoso como parte de tu colección", argumentó.
La exposición de la colección de Gachet brinda una oportunidad para examinar la libertad de los postimpresionistas en la expresión de sus emociones y en el uso del color, y de ver una obra que, luego de ser rechazada en su época, recibió la atención de este siglo. (FIN/IPS/tra-en/ib/mk/ceb/aq/cr/99