La Red Global del Trueque, que nació en Argentina en 1995 como alternativa para productores y consumidores marginados del mercado formal, brinda ahora servicios turísticos casi sin costo en moneda corriente.
Desde hace un año y medio, los más de 120.000 miembros de la Red tienen la opción de pensar en unas vacaciones en distintos puntos del país pagándolas con "créditos", como bautizaron a los papeles que les sirven como unidad de cambio.
Si no les reciben los "créditos", ya existe una red de hoteles y empresas de transporte dispuesta a asegurar un cupo de habitaciones y asientos de autobuses, a cambio de productos o servicios que puedan ofrecer los viajeros, dijo a IPS Mabel Coraldo, socia de la Red Global del Trueque.
Coraldo fue fundadora de esta empresa de turismo en la que trabaja medio tiempo junto a otras tres mujeres. El servicio está destinado básicamente al mercado de "prosumidores", como se denonina a los integrantes de la Red.
"En el verano llevamos a una familia a San Clemente (un balneario de la provincia de Buenos Aires). El padre pagó las vacaciones trabajando como pintor en el hotel todas las mañanas, otros pagaron con sábanas, pintura, artículos de tocador y de limpieza", contó.
De esa manera ya viajaron en un año y medio 2.100 personas a las Cataratas del Iguazú, en el límite con Brasil, a Córdoba, en el centro-norte del país, al balneario de Mar del Plata, a las montañas de Mendoza, en el oeste, o al carnaval de Gualeguaychú, en la oriental provincia de Entre Ríos.
La Red Global del Trueque nació por idea de un grupo de profesionales preocupados por la crisis económica, el alto desempleo, el consumismo desenfrenado en uno de los extremos sociales y la degradación del ambiente.
Pero al poco tiempo de comenzar sus actividades, ya tenía 50.000 socios que se reunían en "nodos" en distintos barrios y ciudades de Argentina. Hoy están en 16 de las 23 provincias, en numerosas ciudades y en nueve países, siete de ellos en América Latina.
A pesar de la que mayoría de los socios proviene de la clase media empobrecida, se estima que manejan un circulante de alrededor de 700.000 "créditos", y en un año movilizan el equivalente a 50 millones de dólares por sus transacciones.
"Al principio, la gente se acerca por problemas de empleo a las reuniones de autoayuda que se hacen en parroquias o clubes", dijo a IPS el psicólogo social Carlos Desanzo, fundador de la Red Global del Trueque.
En esas primeras reuniones se indaga sobre las habilidades de la persona que se acerca, en sus posibilidades de ofrecer a la red un producto o servicio, y si es necesario se lo capacita.
"Lo más común es que vengan mujeres que saben cocinar", relata Desanzo, pero un tiempo después de hacer la experiencia de intercambio en ferias, la mujer que puede comprar otros productos o servicios con sus "créditos" entusiasma al resto de la familia.
Así es como se acercan muchos hombres, que al principio sólo acompañan a su esposa. A su vez, hay quienes encuentran otras demandas insatisfechas dentro de ese mercado, y se animan a ofrecer servicios de mayor desarrollo como ocurrió con el turismo.
"A mi, la Red me dio todo", reconoció Coraldo. "Yo soy sola con cuatro hijos y trabajaba sólo a la mañana. Ahora siento que no sólo mejoró mi calidad de vida sino que hago lo que me gusta y conozco gente".
Coraldo comenzó vendiendo y comprando comida en la Red. Luego se dedicó por completo a la empresa turística, y no le fue mal.
Con el producto de su trabajo con "prosumidores", Coraldo también pudo terminar su casa. Albañiles, plomeros, electricistas, todos socios de la red, pusieron manos a la obra y a cambio de su tarea consiguieron "créditos" para comida, ropa o entretenimientos.
A medida que pasa el tiempo, la red de servicios se amplía y es casi imposible no encontrar oferta de lo que se busque dentro del mercado, que ya cuenta con una revista virtual y una página en Internet, con avisos publicitarios que también se venden por "créditos".
Para muchos argentinos que van quedando marginados del mercado formal por falta de empleo remunerado con dinero, la Red Global del Trueque se constituye así no sólo en una alternativa de trabajo, sino también en un lugar de contención ante la crisis y de desarrollo de capacidades. (FIN/IPS/mv/ag/dv/99