ARGENTINA: Recetas para mujeres sobre trabajo y familia

Los hogares con un hombre como único proveedor cayeron en Argentina 37 por ciento en los últimos 20 años, en tanto los de doble proveedor aumentaron 78 por ciento y los de única proveedora se multiplicaron por 10.

La socióloga Catalina Wainerman sostiene, en base a información del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, que este nuevo fenómeno de participación laboral femenina no parece haberlas liberado del trabajo doméstico.

Ni siquiera las mujeres que alcanzaron puestos de trabajo mejor remunerados han podido sortear esta doble jornada laboral, aunque reconocen al menos el privilegio de poder contar con una red de "otras mujeres" en las que delegar ciertas tareas.

"¿Cómo compatibilizar las relaciones familiares con la vida laboral?", fue el título de una sesión de trabajo del Seminario "Woman in Management" que reunió este mes en Buenos Aires a mujeres gerentes o que ocupan puestos de decisión en empresas.

"Este taller hubiera sido impensable en un encuentro que no fuera específicamente de mujeres gerentas, porque los hombres que ocupan altos cargos en las empresas no hablan de estas cuestiones", dijo a IPS Martha Alles, una de las organizadoras.

El seminaro fue convocado por el Institute For International Research para identificar lugares en los que las mujeres pueden potenciar sus cualidades y lograr un mejor desarrollo profesional, además de una mayor rentabilidad para la empresa.

Alles sostuvo que la idea del taller surgió de las propias mujeres, que están ávidas de recetas, pero no de cocina -como indicaría el prejuicio- sino sobre cómo avanzar en su carrera profesional con el menor costo posible para su familia, y para ellas mismas.

Muchas de las mujeres parecen haber ya pagado un alto precio. "Una de las razones de mi éxito es que no formé una familia, porque si te vas porque tuviste un hijo, cuando volvés te pasaron por arriba", opinóMarisa Murgier, directora comercial de Metrovisión.

Algunas participantes reconocieron en forma anónima haber renunciado a la maternidad y otras atribuyeron su divorcio a su empeño por tener una carrera profesional.

Para Alles, el problema de las mujeres gerentas es que tienen que pagar el precio de llevar adelante varios roles, como trabajadoras remuneradas, esposas, madres, administradoras del hogar, y por supuesto, al mismo tiempo deben mantenerse bellas y a la moda, ironizó.

"Yo me pierdo las mejores reuniones porque se hacen después de las 18 horas, que es cuando vuelvo a casa para estar un tiempo con mis hijos", comentó una de las asistentes, en tanto otra decía que ella podía ir a todas porque había decidido no tener hijos.

Algunas aconsejaban a las que tenían más complicaciones que se limitaran a "gerenciar" el hogar, apelando a una red de otras mujeres: madres, hermanas, suegras y, básicamente, una empleada doméstica a tiempo completo y bien remunerada.

"Yo llego a mi casa a la noche, a la misma hora que mi marido, y al igual que él me siento a la mesa a cenar. Conversamos todos y me hago tiempo también para mi", comentó una mujer que tiene dos hijos, uno de ellos con síndrome de Down.

Wainermann señaló que aún no se sabe si este crecimiento de la participación laboral femenina implica sólo una sobrecarga para las mujeres o si los hombres están aumentando su presencia activa en el hogar.

La sociólaga considera que el cambio social es casi revolucionario, en cuanto al amento de hogares con doble proveedor y de mujeres como jefas de hogar, y pone en cuestión una serie de valores establecidos en torno a la división social del trabajo entre hombres y mujeres.

Pero este cuestionamiento no parece estar siendo apreciado en toda su magnitud ni siquiera por las propias mujeres, que aún en sectores bajos o medios aceptan la doble jornada o -sin renunciar al papel tradicional- delegan tareas en otras mujeres.

Mary Teahan, directora de Marketing del Correo Argentino, confesó que en más de 20 años de carrera profesional en varias compañías, uno de sus mayores desafíos fue el de conseguir personal doméstico calificado y a tiempo completo.

Otro de los inconvenientes que devió sortear para llevar adelante su carrera fue la escuela de sus dos hijos, debido a los horarios de actos y reuniones de padres -pensados aún para madres que no trabajan fuera del hogar- y las tareas escolares que traen los niños a la casa.

Para Teahan, lo curioso es que no se enfrentó en cambio a dificultades que se consideran típicas del desarrollo profesional femenino. como la discriminación, el acoso, la inequidad salarial, las oportunidades y los ascensos. (FIN/IPS/mv/ag/dv/99

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe