ANGOLA: Exigen sanciones más severas de ONU contra UNITA

El embajador de Canadá ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Robert Fowler, instó a los estados miembros a endurecer las sanciones contra los rebeldes de Angola.

Las medidas propuestas incluyen el intercambio de información de inteligencia y documentación sobre el comercio de diamantes.

Fowler, que encabeza la comisión de sanciones de la ONU sobre los rebeldes de la Unión Nacional para la Independencia Total de Angola (UNITA), dijo que la organización debe "mostrar los dientes para contrarrestar sanciones ineficaces".

Los rebeldes de UNITA son objeto de sanciones de la ONU desde 1993, entre ellas un embargo militar y petrolero, la prohibición de todas las exportaciones de diamantes y restricciones sobre los fondos en el extranjero y viajes de los insurgentes.

No obstante, Fowler dijo que el líder de UNITA, Jonas Savimbi, todavía es capaz de financiar eficazmente a sus combatientes con la venta de diamantes a violadores del embargo.

"Calculamos que (Savimbi) desde 1990 obtuvo entre 3.000 y 4.000 millones de dólares con la venta de diamantes", apuntó.

Según algunos informes, Savimbi prodría haber conseguido incluso más ganancias "mediante una hábil inversión (de las utilidades) en un mercado encubierto", añadió.

Se calcula que UNITA fue capaz de mantener una fuerza combatiente completamente equipada de 30.000 soldados, incluso después de varios acuerdos de paz mediados por la ONU, seis años de embargo de armas y repetidos esfuerzos para desmilitarizar a los rebeldes.

Como resultado, los rebeldes reanudaron varias veces la lucha contra el gobierno de Angola, en una guerra que provocó dos millones de muertos en los últimos 20 años y el desplazamiento de 1,7 millones de personas, que ahora están sin hogar.

"UNITA jugó un papel desestabilizador durante décadas en Africa central y austral", afirmó Fowler.

Así mismo, manifestó al Consejo de Seguridad de 15 miembros que la capacidad de las naciones de la Comunidad de Desarrollo de Africa Austral (SADC) para vigilar el cumplimiento de las sanciones debe ser mas firme para bloquear la capacidad combativa de UNITA.

En un informe al Consejo, el diplomático canadiense sugirió que los países de la SADC "desarrollen acuerdos para intercambiar información sobre violación de las sanciones", y tambien urgió a Interpol a establecer "un grupo informal de tareas" que reprima a los que burlan el embargo.

Fowler visitó la sede de Interpol en Lyon, Francia, y mantuvo "conversaciones muy productivas" con los funcionarios de la agencia sobre la manera de reprimir el tráfico de armas y diamantes en zonas controladas por UNITA.

"Las sanciones contra Angola tienen fuerza de ley", dijo, y agregó que Interpol debería tener un interés natural porque "la contravención de esas sanciones es ilegal".

Sin embargo, algunos gobiernos temen que las recomendaciones para reprimir las violaciones de UNITA al embargo representen un cambio significativo en el control de sanciones en general.

El embajador Danilo Turk, de Eslovenia, advirtió durante la discusión de las recomendaciones que los esfuerzos para endurecer el embargo contra UNITA "no deberían ser vistos como un precedente", porque cada régimen de sanciones es diferente.

Fowler admitió que UNITA probablemente podrá vender diamantes a pesar de una vigilancia más estricta, pero indicó que un monitoreo eficaz al menos obligará a los rebeldes a depender del mercado negro y, lo más importante, limitará sus ganancias y su poder de compra de grandes cantidades de armas.

En medio de nuevos combates y violaciones del embargo, los funcionarios de la ONU parecen incapaces de reanudar el moribundo proceso de paz en Angola.

Desde el colapso de las negociaciones el invierno pasado, Luanda obligó a la ONU a retirar su misión de paz. La organización tampoco logró que el presidente angoleño José Eduardo dos Santos y Savimbi reanudaran el diálogo.

"Una de las dificultades es que no ha habido comnunicación entre los dos bandos por más de un año", declaró esta semana el secretario general de la ONU, Kofi Annan.

Instando a las dos facciones a que reinicien el diálogo, Annan señaló que "uno no necesita hacer la paz con los amigos, sino con los enemigos".

Fowler señaló l a necesidad de una presencia eficaz de la ONU, tanto política como militar, para hacer cumplir las sanciones en Angola.

Si bien funcionarios de la ONU siguen tratando de negociar con Luanda para mantener una presencia del foro mundial efectiva en el país africano, Angola tiene ahora menos confianza en la capacidad de la entidad mundial para mediar una paz duradera, observaron algunos diplomáticos. (FIN/IPS/tra-en/fh/mk/ego-mlm/ip/99

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