La Organización de las Naciones Unidas (ONU) aprobaría esta semana una fuerza civil para Kosovo que actuará como gobierno de hecho de la provincia serbia durante el período de transición hasta que alcance la autonomía dentro de Yugoslavia.
El Consejo de Seguridad de la ONU aprobaría la fuerza civil que será dirigida por un enviado especial del secretario general Kofi Annan.
Diplomáticos de la ONU creen que el Consejo aprobará la fuerza de paz en los próximos días, aunque hubo obstáculos para autorizar las fuerzas militares y civiles para Kosovo ya que China y Rusia se niegan a votar hasta que cesen los bombardeos contra Yugoslavia.
Eso pondría a la ONU a cargo de todas las funciones administrativas básicas de Kosovo, del establecimiento del autogobierno en la provincia, la reconstrucción de la zona y del retorno de los aproximadamente 800.000 refugiados albanokosovares.
Queda la posibilidad de que funcionarios de la ONU incluso organicen un referéndum que decida la situación de Kosovo y allane el camino a la posible independencia, señalaron observadores.
Funcionarios de la ONU se muestran entusiastas por el papel que le toca a la organización luego de 11 semanas en que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) bombardeó a Yugoslavia mientras tropas yugoslavas expulsaban a cientos de miles de musulmanes albanokosovares.
"Siento alivio de que haya un proceso político, y creo que también es importante que se le haya pedido a la ONU que realice su función tradicional. Creo que hay un mensaje ahí para todos", declaró Annan este miércoles.
Pero en algunos sentidos, el papel que cumplirá la ONU en Kosovo será mucho mayor a su labor habitual de paz.
Como ocurrió con la Autoridad de Transición de la ONU en Camboya, que organizó las elecciones de ese país en 1993, o con la Autoridad de Transición para Eslavonia Oriental en Croacia, en muchos sentidos, la presencia en Kosovo gobernará el territorio, explicó un funcionario del foro mundial a IPS.
El director de la misión civil también tendrá la estrecha cooperación de la fuerza militar en Kosovo, que el Consejo de Seguridad deberá autorizar, pero que estará bajo su propio mando.
La presencia militar, conocida como Fuerza en Kosovo (KFOR), incluirá a soldados de la OTAN y de Rusia.
Finalmente, dijo el funcionario de la ONU a IPS, el foro mundial deberá asumir tantas funciones porque la OTAN, que en un principio intentó resolver la disputa entre Belgrado y los rebeldes kosovares, luego se convirtió en una de las partes del conflicto.
Annan sostuvo que la intervención de la ONU en Kosovo y el establecimiento de otra misión en Timor Oriental contradicen la idea general de que la organización se mantuvo apartada de los últimos conflictos en el mundo.
"Deben haber oído que la ONU es dejada de lado. El número de efectivos de las misiones de mantenimiento de paz puede haber disminuido. Pero lo cierto es que la comunidad internacional sigue recurriendo a la ONU", declaró Annan en una reunión de funcionarios realizada este miércoles.
Sin embargo, esa dependencia es compleja, y a menudo depende de lo que indique Estados Unidos.
A pesar de los esfuerzos de Rusia y Yugoslavia para que la ONU enviara su misión de mantenimiento de paz a Kosovo, por ejemplo, la Casa Blanca logró que la OTAN tenga un alto grado de independencia en el acuerdo.
Algunos funcionarios de la ONU propusieron esta semana que el líder de la misión de la organización en Kosovo sea el presidente de Finlandia, Martti Ahtisaari, el favorito de la secretaria del Departamento de Estado de Estados Unidos, Madeleine Albright (canciller) y de otros funcionarios estadounidenses.
Es muy posible que Ahtisaari, que aún tiene por delante un año más de presidencia y fue enviado de la ONU en situaciones muy conflictivas como la de Namibia, abandone antes el gobierno de Finlandia para dirigir la misión de Kosovo, declaró a IPS un funcionario.
Eso sería un gran cambio respecto de lo sucedido hace sólo un mes, cuando Annan nombró al ministro de Relaciones Exteriores de Eslovaquia, Eduard Kukan, y al ex primer ministro de Suecia Carl Bildt, como enviados especiales a los Balcanes.
Se informó entonces que los funcionarios de Estados Unidos no estaban de acuerdo con el nombramiento de Bildt, que fue uno de los mediadores durante la guerra de Bosnia-Herzegovina.
Washington está decidido a cuidar sus propios intereses aunque la misión sea de la ONU, pero otros países, sobre todo Rusia y China, presionan para que la organización tenga un papel más importante desde el comienzo de la crisis de Kosovo.
La consecuencia es que China, que últimamente apeló al capítulo siete de la Carta de la ONU para impedir que el KFOR utilice la fuerza, sorprendió a los diplomáticos por sus esfuerzos para lograr la rápida aceptación de la resolución de Kosovo, a pesar de haber criticado ciertos puntos.
Fuentes diplomáticas suponen que la resolución será aprobada este jueves debido a la cooperación de Beijing. (FIN/IPS/tra-en/fah/ceb/aq/ip/99