El Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) comenzó a discutir hoy un proyecto de resolución para enviar una fuerza internacional de paz a Kosovo, pero aún quedan algunos escollos que salvar.
China, uno de los cinco miembros permanentes con derecho a veto entre los 15 integrantes del Consejo de Seguridad, advirtió que no puede aceptar una resolución que permita a las tropas de paz el uso de la fuerza en caso de ser necesaria.
Además, según un funcionario chino que solicitó mantener su identidad en reserva, a Beijing no le conforma el texto del proyecto que pide la "cooperación total de todos los interesados, incluso de la presencia de seguridad internacional, con el Tribunal" de la ONU para la ex Yugoslavia.
En los últimos días, China y Rusia objetaron la idea de que la fuerza militar en Kosovo debe ayudar al tribunal de crímenes de guerra de la ONU, que procesó al presidente yugoslavo Slobodan Milosevic por crímenes contra la humanidad.
Ambos países quieren que la ONU tenga el control sobre la fuerza internacional, pero el proyecto sólo autoriza al secretario general Kofi Annan a coordinar las actividades de las tropas con las de una "presencia civil" designada por el foro mundial.
China criticó la ofensiva aérea contra Yugoslavia especialmente desde que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) bombardeó la embajada china en Belgrado el 7 de mayo. De todas formas, se espera que Beijing acepte la resolución esta semana.
Fuentes diplomáticas dijeron a IPS que el Consejo de Seguridad podría autorizar la resolución, que "decide sobre el despliegue en Kosovo, bajo el auspicio de las Naciones Unidas, de presencias civiles y de seguridad", incluso este miércoles.
Todo cambio al texto del proyecto se realizaría en Bonn, donde se celebra una reunión de cancilleres del Grupo de los Ocho (G-8), integrado por los siete países más industrializados y Rusia, precisaron las fuentes.
El embajador de Gran Bretaña, Jeremy Greenstock, agregó que no es probable que se agreguen cambios que alteren significativamente el texto.
Toda resolución sobre la fuerza de paz en Kosovo quedará cubierta por el capítulo siete de la carta de la ONU e incluirá la demanda de cooperación con el Tribunal de crímenes de guerra para la ex Yugoslavia, agregó.
China acepta que, a pesar de las discrepancias sobre el texto del proyecto, la resolución se debe aprobar rápidamente para poner fin a las casi 11 semanas de bombardeos desde que comenzaron los ataques de la OTAN contra Yugoslavia el 24 de marzo, reconoció el funcionario chino.
Pero la OTAN no tiene intención de cesar los ataques hasta que las tropas yugoslavas comiencen a retirarse de Kosovo, lo cual parece improbable antes de que se llegue a un acuerdo militar.
China y Rusia, así como Belgrado, insisten en que la OTAN debe detener los bombardeos antes de podar llegar a un acuerdo en la ONU.
"Ninguna resolución puede ser discutida o adoptada con seriedad hasta que cesen los bombardeos", declaró este martes el embajador ruso Sergei Lavrov.
Pero los diplomáticos creen que esos problemas no son insuperables y que se pueden resolver con negociaciones esta semana.
"La sincronización es la orden del día", declaró el portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, James Rubin. El cese de los bombardeos y la resolución del Consejo de Seguridad pueden decidirse "más o menos a la vez", sugirió.
Eso sucedía en la ONU mientras se discutía el retiro de las fuerzas yugoslavas de Kosovo y se presentaba al Consejo de Seguridad el proyecto de resolución negociado en una larga reunión de los cancilleres del G-8 el lunes.
El proyecto abarca la mayor parte de las posiciones de los 19 países de la OTAN, como la necesidad del "fin inmediato y verificable de la violencia y la represión en Kosovo" y el "repliegue de Kosovo, por etapas y verificable, de todas las fuerzas militares, policiales y paramilitares".
A Belgrado le convence que el proyecto ponga a la fuerza de paz "bajo los auspicios de la ONU" y no de la OTAN. Pero en ese contexto, el texto no especifica sobre el tema del comando y del control de la fuerza, menos aún del rol específico de la alianza militar.
Pero Annan señaló el lunes que el "aspecto militar" no funcionará en forma independiente de la presencia civil dirigida por un enviado de la ONU.
"El comandante de la ONU y el director civil (designado por el foro mundial) deberán coordinar sus gestiones muy de cerca", explicó.
Los diplomáticos creen que la mayoría de los aproximadamente 50.000 soldados enviados a Kosovo procederán de países de la OTAN y serán dirigidos por comandantes de la alianza.
El embajador Lavrov señaló que Rusia también enviará fuerzas de paz, pero que no decidió cómo coordinará sus actividades con las de otras tropas.
El proyecto autorizaría la fuerza por un período inicial de un año, que sería renovada automáticamente a menos que el Consejo de Seguridad decida lo contrario.
La resolución permite a la fuerza mantener la seguridad en Kosovo y desarmar a todos los grupos armados kosovares, y también autoriza a Annan enviar una presencia civil para proporcionar "la autonomía y el autogobierno" a la provincia serbia de mayoría albanesa. (FIN/IPS/tra-en/fah/mk/aq/ip/99