YUGOSLAVIA: Gobierno fomenta retorno de serbios a Kosovo

Las autoridades de Yugoslavia intentan que los refugiados serbios de la guerra retornen a Kosovo, con el aparente objetivo de mantener una presencia de esa etnia en la provincia de mayoría albanesa.

Los medios de comunicación controlados por el gobierno anunciaron este martes que "más de 3.500 refugiados serbios volvieron a Kosovo".

El fin de semana, el viceprimer ministro serbio Milan Bojic pidió a los desplazados que retornaran a Kosovo. Varios altos funcionarios visitaron campamentos de refugiados ofreciendo combustible y alimentos gratuitos para que volvieran a sus hogares.

Pequeñas columnas de autobuses estarían viajando a las zonas norteñas de Kosovo, próximo a la frontera provincial, donde se levantan las tiendas de campaña de los campamentos. Pero la mayoría de los refugiados no lograron llegar a sus lugares de origen.

"Tengo la impresión de que sólo querían deshacerse de nosotros y mostrar en la televisión que ya volvimos", dijo a IPS un profesor jubilado.

Cuando la persuasión y los incentivos no bastan, la fuerza se aplica para disuadir las protestas, aseguran testigos.

Fuerzas policiales con la ayuda de cañones de agua bloquearon el domingo una calle próxima a la localidad de Kraljevo, 172 kilómetros al sur de Belgrado, para impedir que los refugiados llegaran a la capital, dijo Vladimir Tomic, un desplazado del pueblo de Urosevac.

Las autoridades afirman que la situación actual en Kosovo es segura para los serbios, que en los últimos 10 días huyeron en masa de la provincia por temor a las represalias de rebeldes albanokosovares desde que el ejército y la policía yugoslavos se retiraron de la zona.

Decenas de viviendas y edificios serbios fueron saqueados y quemados por miembros del Ejército de Liberación de Kosovo (UCK) y por refugiados albanokosovares.

Aproximadamente 50.000 serbios de Kosovo abandonaron la provincia y más intentan irse, a pesar de que oficiales de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) aseguran que no serán maltratados.

Pero los medios oficiales serbios no informaron sobre el flujo de refugiados que ingresan a Serbia, y dirigentes opositores creen que eso indica el temor a la posibilidad de protestas contra el presidente yugoslavo Slobodan Milosevic.

"Milosevic le tiene más miedo a los refugiados serbios en las carreteras de Serbia que a la oposición organizada", declaró el portavoz del Partido Democrático, Slobodan Vuksanovic.

"Los efectos psicológicos que los serbios kosovares exiliados pudieran tener en el público serían desastrosos para Milosevic. Esa es la principal razón de la campaña para devolverlos a Kosovo y no permitirles el ingreso a grandes ciudades" fuera de la provincia, afirmó.

Goran Svilanovic, de la opositora Alianza Civil, dijo a IPS que Milosevic perdería el poder si se conoce el real alcance del éxodo serbio de Kosovo.

"Los serbios en Serbia no son ignorantes con respecto de los refugiados. Los ven por todas partes o escuchan relatos sobre ellos de amigos y familiares", observó Radosa Milutinovic, analista política de Belgrado.

"Pero una cosa es un relato y otra es ver personas desesperadas en la ruta y agotadas, durmiendo sobre las ruedas de sus tractores. Esa es una imagen que los medios oficiales nunca presentarán al público, ya que incluso la mente más simple se preguntaría por qué", agregó Milutinovic.

Dos hombres fueron detenidos en Belgrado y condenados a 30 días de cárcel el lunes por organizar una manifestación callejera contra el gobierno. El tribunal señaló que habían violado las normas del Estado de Guerra que prohíben las reuniones públicas sin autorización.

Aunque la OTAN cesó oficialmente sus bombardeos contra Yugoslavia, el gobierno no eliminó el Estado de Guerra, proclamado el 23 de marzo, el día anterior al comienzo de los ataques, que incluye la prohibición de viajar y la censura de las noticias.

El gobierno yugoslavo y la iglesia Ortodoxa pidieron a los serbios de Kosovo que se queden en la provincia para proteger los derechos históricos de Serbia en el territorio.

Aproximadamente 1,8 millones de albanokosovares y 200.000 serbios residían en Kosovo antes del 24 de marzo. Los ataques de la OTAN habrían desatado una violenta campaña de limpieza étnica en la provincia, expulsando a unos 750.000 albanokosovares de sus hogares.

El acuerdo de paz auspiciado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) entre Yugoslavia y la OTAN garantiza la "integridad territorial" de Serbia y limita la fuerza de paz extranjera a Kosovo, algo que Milosevic calificó de "victoria".

Pero el UCK reclama derechos administrativos y militares en la provincia, y no está dispuesto a deponer las armas, como lo exige la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Kosovo.

Una administración civil de la ONU gobernaría Kosovo durante un período indefinido de estabilización y reconstrucción que se supone beneficiará a todos los grupos étnicos de la provincia. (FIN/IPS/tra-enj/vpz/ak/aq/ip/99

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